Bogotá
Disminuye congestión en servicios de salud pediátricos en Bogotá, pero en adultos aumenta
La ocupación de las unidades de cuidado intensivo - UCI Pediátrica se encuentra en el 81 % y, en hospitalización, está en el 74 %.
La Secretaría Distrital de Salud confirmó este lunes que la situación de congestión en los servicios de salud presentada en algunas clínicas y hospitales durante el fin de semana está controlada y se está trabajando en coordinación con la red hospitalaria (pública y privada) para brindar los servicios necesarios a los usuarios con calidad y humanización.
Aunque el fin de semana se presentó congestión de algunos servicios de urgencias, en especial de adultos, los casos fueron atendidos por los equipos necesarios para realizar algunos traslados y brindar la atención requerida por los pacientes.
“Estamos coordinando con toda la red hospitalaria y la situación está controlada. Cabe recordar que hay congestión en los servicios de urgencias ante el pico de infecciones respiratorias por el que atraviesa la ciudad desde hace algunas semanas”, afirmó el secretario distrital de Salud, Alejandro Gómez López.
El secretario de Salud resaltó que la congestión que se venía presentando en los servicios de atención pediátrica ha venido disminuyendo, contrario a lo que ocurre con la congestión en adultos.
Tendencias
“Hace 8 o 15 días hablaba de una congestión en los servicios respiratorios pediátricos. Pues bien, esta congestión ya empezó a bajar, llevamos una semana larga en la que ha venido bajando el número de casos y la congestión, tanto en urgencias, como en hospitalización y en unidad de cuidados intensivos pediátrica, ha venido cayendo, no así en personas adultas”, señaló el secretario Gómez.
Con corte al 10 de julio, la ocupación de hospitalización para servicios de covid-19 en Bogotá se encuentra en el 79 %, y el total de camas de hospitalización adulto de la ciudad se encuentra con una ocupación del 88,5 %.
La ocupación de las unidades de cuidado intensivo - UCI Pediátrica se encuentra en el 81 % y, en hospitalización, está en el 74 %.
Ante este contexto, la Secretaría de Salud insiste en que la prevención, el autocuidado y la vacunación siguen siendo las medidas más efectivas para prevenir la covid-19 y otras infecciones respiratorias agudas. Por ello, se recomienda usar tapabocas en algunos espacios cerrados y cuando hay aglomeración de personas.
Se recuerda que el uso de este elemento de protección sigue siendo obligatorio en los servicios de salud, hogares geriátricos y el transporte público (masivo, urbano, terrestre y aéreo) y sus diferentes estaciones o terminales.
Hija de Andrea Guerrero estuvo en UCI
La reconocida periodista deportiva Andrea Guerrero le contó a SEMANA lo que vivió con su hija Luna en la UCI.
Luna llevaba más de un mes en que los virus no le daban tregua. Primero comenzó con un pequeño malestar que parecía una simple gripa. La presentadora decidió llevarla al pediatra. Pero no hubo mayor alarma. Entonces salió un viaje de trabajo y Guerrero se fue a cubrir la final del fútbol colombiano. Luna, ya mejor, se quedó en casa.
Mientras estaba trabajando en ese certamen, comenzó a recibir reportes. Luna no estaba bien. La saturación de la pequeña comenzó a caer. La situación estaba controlada con un inhalador. Andrea comenzó a preocuparse, pues su hija sufre de asma y la enfermedad no cedía. Pero llegó un día en que la saturación bajó y registraba 82. De inmediato se fue a urgencias a la Clínica del Country. Era viernes. “A Luna la atendieron muy rápido y trataron de mejorarle la reacción de los pulmones. Intentaron de todas las maneras: con inhaladores, con medicamentos… La primera noche la pasamos toda en urgencias”, recuerda la presentadora.
El sábado llegó un momento aterrador para cualquier mamá. Los médicos del Country le dijeron a Guerrero que Luna necesitaba una cama en una unidad de cuidado intensivo. Y lo más angustiante de todo: que no había.
“Entré en pánico, en angustia de no saber qué podía pasar. A pesar de que entendía que estábamos en un pico respiratorio”, recuerda la presentadora. El dolor y el miedo llegaron juntos y Andrea colapsó de pensar en que algo podía pasarle a Luna. “Yo en urgencias estaba desconsolada. Me acurruqué a llorar en el piso, sin saber qué hacer”, cuenta. Todo se sumaba para esa angustia.
Al poco tiempo les comunicaron que había una cama disponible en la Clínica La Colina. Y otro problema apareció: no había ambulancia pediátrica. El temor a perder esa cama, en medio de tanta escasez, hizo de la búsqueda del vehículo una carrera con mucha presión.
Al final, en la historia de Andrea apareció un ángel. Un familiar de un compañero de trabajo prestaba este servicio. Cuando llegaron a La Colina, la paz comenzó a volver poco a poco al alma de Guerrero. Estuvieron ocho días en los que Luna siempre mejoró. La pequeña tuvo cánula de alto flujo y luego oxígeno tradicional. El enemigo que la llevó al hospital tiene un nombre desconocido para los colombianos, pero muy conocido para las mamás: virus sincitial. “Es el coco de los niños”, explica Guerrero.