Bogotá
Distrito reconoce que modificaciones al Metro de Bogotá podrían poner en riesgo el proyecto
Los costos adicionales para el trazado de la Caracas sea subterráneo, fácilmente superaría los 14 billones de pesos. La Banca Multilateral está inquieta con los anuncios que se han hecho hasta el momento.
Luego de la incertidumbre generada en torno a la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, tras hacerse públicas las cinco propuestas que se le plantearon al Gobierno del presidente Gustavo Petro para soterrar total o parcialmente el trazado de la Avenida Caracas, la Comisión Accidental del Metro creada conjuntamente entre el Senado, la Cámara de Representantes y el Concejo de Bogotá, se reunió en la tarde de este martes con el gerente de la Empresa Metro, Leónidas Narváez.
En el marco del encuentro, el gerente Narváez les explicó a los congresistas y a concejales cómo avanza la construcción de la primera línea del Metro, en especial, las obras del patio taller, el intercambiador vial de la calle 72 y el traslado de redes de servicios públicos.
Según la exposición que hizo Narváez, hasta el momento en las obras del Metro se han invertido $ 2,5 billones del Distrito, principalmente en la compra de predios, mientras que la Nación ha gastado alrededor de $ 500.000 millones.
Si bien en su exposición Narváez se concentró en explicar cómo avanzan las obras hasta el momento, en el marco del encuentro quedó claro que es totalmente evidente que si hay modificaciones al proyecto, esto generaría mayores costos, más tiempo en la construcción de la obra e incluso habría el riesgo de no terminarse el proyecto.
Lo más leído
El gerente Narváez, según varias fuentes consultadas por SEMANA, fue enfático en advertir que la Empresa Metro, es decir, el Distrito, está centrada únicamente en el contrato que ya está firmado y en darle cumplimiento al mismo, y que la modificación al objeto contractual no es factible.
En ese sentido, se precisó que al haber eventuales modificaciones al contrato, habría riesgos jurídicos y financieros, dado que, por un lado, está el problema legal de haberle pedido a los contratistas certificaciones de experiencia en viaductos y que ahora se quiera hacer el proyecto subterráneo. Es decir, que esto abriría la puerta a que los demás proponentes que participaron de la licitación presenten posibles demandas.
De otro lado, también habría líos jurídicos porque la construcción de la primera línea del Metro se adelanta bajo la Ley 80, la cual establece que a una adición presupuestal a los contratos no puede superar el 50 % del valor inicial y en todo caso cualquiera de las 5 propuestas que fueron presentadas, costarían más de 8 billones de pesos.
Ahora, frente a cuánto podrían ascender los sobrecostos para que el trazado de la Caracas sea subterráneo, el gerente Narváez, grosso modo, comparando lo que cuesta un kilómetro de metro subterráneo, frente a un kilómetro de metro elevado, dio a entender que fácilmente los costos adicionales podrían superar los 14 billones de pesos.
En dado caso, en la exposición de Narváez se precisó que la entidad que firmó el contrato es la Empresa Metro, no el Gobierno Nacional, y cualquier modificación la tendría que firmar la Empresa Metro, en sentido, se abriría la puerta a que los líos jurídicos los tenga que enfrentar Bogotá.
Banca multilateral está inquieta
Vale la pena recordar que gran parte del proyecto de la primera línea del Metro de Bogotá se financió con recursos de créditos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial y ante los anuncios que se han hecho públicos en los últimos días sobre las propuestas de modificar el trazado y la tipología de la primera línea del Metro, la banca multilateral está algo inquieta y a la expectativa al respecto.
Según las fuentes consultadas por SEMANA, en su intervención el gerente Narváez comentó que efectivamente la banca multilateral está inquieta sobre cuál va a ser el futuro del proyecto.
¿De dónde salieron las propuestas para modificar el trazado de la Avenida Caracas?
En los últimos días, desde el consorcio chino, se pusieron sobre la mesa cinco principales propuestas para modificar el trazado y la tipología de la primera línea del metro:
La primera es que el tramo subterráneo inicie desde la Avenida Primera de Mayo y vaya hasta la Calle 72. Esta posibilidad permitiría que 8 estaciones de esta primera línea del metro sean subterráneas.
Como segunda alternativa, está que el trazado subterráneo comience en la calle primera y culmine en la calle 72, en donde hoy en día se avanza con la construcción del intercambiador vial. En esta opción serían seis las estaciones que queden subterranizadas.
La tercera opción que planteará el consorcio Metro Línea 1, es la que consiste en soterrar el trazado desde la calle primera, pero que exista una extensión hasta la calle 100. De esta manera serían nueve las estaciones subterráneas.
Una cuarta posibilidad es que el tramo subterráneo empiece en la calle 53, y vaya hasta la calle 100. Así las cosas, la primera línea del Metro de Bogotá contaría con 7 estaciones subterráneas.
Finalmente, dentro de la baraja de posibilidades, está la opción de extender el metro desde la calle 72 hasta la calle 100, esta extensión sería completamente subterránea con tres estaciones adicionales, lo que le permitiría a la primera línea del metro contar con otros 3,9 kilómetros.
En la reunión de este martes entre la Comisión Accidental y el gerente Narváez, trascendió que ninguna de esas propuestas ha sido socializada ni con el Distrito, ni con la Empresa Metro, ni con el propio gerente, y que las propuestas no fueron hechas propiamente a nombre del consorcio chino, sino que fue la empresa China Harbour Engineering Company Limited, que es la que tiene la mayor participación en el consorcio con el 85 %, la que planteó las 5 posibilidades de modificación.
En ese sentido, lo anterior podría traducirse en que incluso al interior del consorcio podría haber diferencias frente al proyecto.
La última palabra de todo este enredo podría salir de la reunión que sostengan este miércoles el presidente de la República, Gustavo Petro, y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, para dialogar acerca del proyecto.