POLÍTICA
Duque, ¿la manzana de la discordia en las toldas azules?
Posiciones encontradas, orgullo herido y sentimiento de rezago son los ingredientes de la división en el Partido Conservador.
Los titulares de prensa después de la reunión que sostuvieron el martes los conservadores con el Gobierno, mostraron unidad en las toldas azules. "Estamos con usted", le dijo Hernán Andrade, presidente de la colectividad, a Iván Duque.
Sin embargo, una cosa es lo que se dice en palacio y otra lo que sienten los parlamentarios de cara al comienzo de las sesiones del Congreso. El hecho de que no todos los congresistas de uno de los partidos de gobierno asistieran a este encuentro, muestra la fractura que existe al interior de la colectividad azul frente al apoyo irrestricto que se le estaría dando al Ejecutivo.
El problema radicaría en las posiciones que han tomado quienes son cercanos a la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, y al expresidente Andrés Pastrana, que difieren con un sector que apoyó al presidente Juan Manuel Santos durante su segundo mandato, defendió la paz y tuvo representación en el Estado. Esta, también entendida, como representación burocrática. En esta orilla estarían Andrade, a pesar de sus declaraciones, y otros caciques como Efraín Cepeda.
Entre los que estarían con Duque, se encuentran representantes a la Cámara que consideran que la representación política que tienen en instituciones de segundo orden como el Fondo de Adaptación, las embajadas o las direcciones al interior de algunas entidades estatales, son más que suficientes para ellos.
No existe el mismo ambiente en el Senado. Congresistas de alta influencia como Efraín Cepeda o David Barguil, y el propio Andrade -a pesar de sus declaraciones- considerarían que el partido es la segunda fuerza política más importante del país y por ese motivo deberían estar en las entidades del primer orden nacional, es decir, en un ministerio.
Además de dicha división de opiniones, algunos congresistas y directivos azules también estarían pidiendo que el Gobierno les regrese lo que ellos consideran su bastión político al interior del Ejecutivo, es decir el Ministerio de Agricultura, y otras entidades de ese sector. Otra molestia, según afirmó Andrade en Semana En Vivo días atrás, estaría ligada a que con el Centro Democrático no han fluido las relaciones de cara a la conformación de alianzas electorales para las regionales de 2019. Según el exsenador, a estas alturas esos procesos ya deberían haber comenzado.
¿Podrá el presidente consolidar mayorías en el Congreso, con este nuevo modelo de relacionarse con el Legislativo o tendrá que verse obligado a regresar al modelo de la ‘mermelada‘? Amanecerá y veremos cómo votarán los partidos políticos en esta legislatura que está comenzando.