Justicia

Doblete de Ibáñez: se posesionó el día que quedó en firme su laudo contra Odebrecht

Quien fuera presidente del tribunal que determinó que el Estado no debía pagar una billonaria indemnización a la constructora brasileña y sus socios, se convirtió hoy en nuevo magistrado de la Corte Constitucional.

7 de octubre de 2020
El abogado boyacense se posesionó como nuevo magistrado de la Corte Constitucional
El abogado boyacense se posesionó como nuevo magistrado de la Corte Constitucional | Foto: Montaje Semana

El 7 de octubre de 2020 siempre será una fecha especial para Jorge Enrique Ibáñez. El mismo día que se posesionó como nuevo magistrado de la Corte Constitucional ante el presidente Iván Duque, el Consejo de Estado ratificó el histórico laudo del que fue árbitro –que enfrentó al Consorcio Ruta del Sol (del que forma parte Odebrecht) con la Agencia Nacional de Infraestructura– y salvó al Estado de desembolsar más de 2 billones de pesos. Es difícil imaginarse un mejor comienzo para la etapa que hasta ahora inicia en la Alta Corte.

Y es que su arribo a la corporación puede ser calificado como una remontada. A finales del mes de julio, cuando el Consejo de Estado reveló los nombres de los ternados a la Corte, todo indicaba que sería Marino Tadeo Henao el elegido para ocupar la silla que dejaría el magistrado Luis Guillermo Guerrero en septiembre. Pero, como ya lo había demostrado la carrera por la Defensoría del Pueblo, solo en la recta final se obtuvo claridad sobre el desenlace en este tipo de decisiones en el Congreso.

El pronóstico temprano ya posaba los votos del Partido Conservador y del Centro Democrático en Ibáñez, por su afinidad ideológica y cercanía con congresistas de ambas colectividades. Por su parte, Henao contaba con el respaldo de La U, los liberales y Cambio Radical. Los senadores pertenecientes a este último partido, en una jugada inesperada, mudaron su apoyo a Ibáñez y le dieron una importante ventaja que resultaría definitiva en su victoria sobre Henao y Natalia Ángel, la tercera ternada.

Jorge Enrique Ibáñez nació en Tunja, tierra históricamente conservadora, y estudió en la facultad de derecho de la Universidad Javeriana. El comienzo de su carrera como abogado se dio en el Banco de la República, entidad que lo acogió entre 1983 y 1994, periodo que le sirvió para hacerse a un nombre entre los especialistas de derecho económico del país. Durante sus años en el Banco también asesoró a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

En la Casa de Nariño se dio la posesión, oficiada por el primer mandatario, del reemplazo de Luis Guillermo Guerrero en el tribunal constitucional.
En la Casa de Nariño se dio la posesión, oficiada por el primer mandatario, del reemplazo de Luis Guillermo Guerrero en el tribunal constitucional. | Foto: Semana

Posteriormente, Ibáñez se dedicó a las asesorías jurídicas y a la academia. Las aulas de las universidades del Rosario, Javeriana, Externado, Santo Tomás, Los Andes y Sergio Arboleda se acostumbraron a verlo dictar cátedra y recibir altas calificaciones en las evaluaciones docentes. En el año 2000 fue incluido en la terna para magistrado de la Corte Constitucional que tendría como ganador a Rodrigo Escobar Gil. Todavía no era su momento.

En sus años de ejercicio profesional también se involucró en el arbitraje. El prestigio que acumuló en este ámbito lo llevó a ser el presidente del Tribunal de Árbitros que conoció el caso que enfrentó a Odebrecht con el Estado colombiano. En una decisión que sorprendió al país, los tres árbitros (Mauricio González, Catalina Hoyos y el propio Ibáñez) fallaron en contra de la constructora brasileña y los bancos del industrial Luis Carlos Sarmiento Angulo. De esta forma, las arcas de la Nación se libraron de pagar una indemnización absurdamente elevada.

La claridad jurídica que le sirvió en su momento para dictar el comentado laudo, ahora estarán al servicio del país en una Alta Corte cuya influencia cada día crece más y más.