Obras
Documentos del constructor corroboran que los posibles daños de la Biblioteca España de Medellín se habían anticipado
Esta construcción se convirtió en símbolo durante la alcaldía de Sergio Fajardo. El problema de filtraciones fue alertado por la constructora.
La Biblioteca España, símbolo de la transformación educativa de Medellín en el nororiente de la ciudad durante la administración de Sergio Fajardo, es una obra que sigue generando polémica y más en el proceso de investigación para averiguar porque se terminó derrumbado.
Los distintos actores se siguen tirando la pelota de la responsabilidad. A esto se continúan sumando las versiones que buscan demostrar quién fue el responsable de que este emblemático edificio sea hoy una obra abandonada a la espera de que la administración municipal resuelva qué hacer con ella.
SEMANA conoció algunos documentos fechados en los que la constructora Arquitectura y Concreto manifestó que modificar el diseño de la obra implicaría afectaciones futuras.
En uno de los documentos, con fecha del 26 de julio de 2007, la empresa alertó: “Queremos mediante la presente referencia, manifestar nuevamente nuestra posición, la cual expresamos con suficiente anticipación a la entidad a través de la interventoría, referente a las especificaciones de las pieles de fachada suministradas al contratista, quien siempre manifestó reservas con respecto a la impermeabilidad de las mismas”.
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En el mismo documento detallan que esas alertas están registradas en otras actas que fueron presentados en el 2006, cuatro actas y una minuta técnica del mismo año, y detallan que el “contratista insistió en el peligro de humedades en las pieles de no cambiarse las especificaciones de dicha actividad, considerando la experiencia en proyectos anteriores con actividades similares”. La constructora reiteró que “llevó a cabo la construcción de las fachadas de acuerdo a los diseños y especificaciones suministradas por la entidad, y hasta la fecha ha debido mantener persona de obra tratando de mitigar y corregir las humedades. Sin embargo, y considerando los antecedentes de esta situación, nos vemos obligados a suspender más labores correctivas, hasta que la entidad instruya al contratista acerca de las medidas correctivas a tomar para corregir las humedades en su totalidad”.
Lo ocurrido con este reconocido edificio de la capital antioqueña está en la mira judicial y, además, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el Fajardo. A quien le reclaman una inversión millonaria en una obra que se empezó a caer a pedazos desde hace cinco años.
En total, la obra costó cerca de 15.000 millones de pesos –con varios miles de sobrecosto– y Fajardo la quería terminada con rapidez, pues el entonces rey de España, Juan Carlos I, visitaría Medellín y querían darle una muestra de la transformación.
La ciudad y, especialmente, los habitantes del barrio Santo Domingo Savio disfrutaron de su espacio, pero diez años después se supo de filtraciones de agua, además de que los vecinos encontraron que los andenes circundantes se estaban abriendo. Por esto, la Universidad Nacional hizo estudios de patología y de vulnerabilidad, encontró que había que retirar la fachada y el techo, y solo dejar la estructura metálica circundante, que es lo que está al aire hasta el día de hoy.
Este edificio, además de emblemático, era un espacio para el disfrute de la comunidad desde lo cultural, educativo y artístico. Ante la falta de este espacio, se las ha tenido que arreglar improvisando otros lugares donde poder aprovechar lo que se prometió con esta biblioteca que hoy se encuentra en un limbo y a la espera de decisiones judiciales.