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Doloroso adiós al capitán Jesús Solano, asesinado por vándalos en Soacha

El oficial fue atacado y apuñalado por varios sujetos en el municipio cundinamarqués. Hoy fue su despedida.

2 de mayo de 2021
Capitán Jesús Solano, asesinado en Soacha.
Capitán Jesús Solano, asesinado en Soacha. | Foto: suministrada a Semana

Un homenaje de despedida le rindieron los hombres de la Policía al capitán Jesús Alberto Solano, quien murió luego de que fuera apuñalado en varias ocasiones por vándalos en Soacha, Cundinamarca.

Uno de los momentos más conmovedores fue cuando los familiares del uniformado recibieron de los altos mandos y del ministro de Defensa los respectivos presentes con los que destacaban la trayectoria y profesionalismo del oficial en la institución.

Un oficial destacado

Gracias a sus esfuerzos y logros, en 2017 fue ascendido al grado de capitán y nombrado director de la Sijín en Soacha, oficio que ejerció hasta el pasado 28 de abril. Durante su carrera recibió 10 condecoraciones y 132 felicitaciones.

La Policía lo reconoció como un destacado oficial, debido a que llevaba una carrera en ascenso en la institución. Fue jefe de evaluación y calidad, y logró la primera acreditación en alta calidad del programa de formación de patrulleros. Era criminalístico y unos de los primeros investigadores categorizados ante Colciencias. Estaba a punto de sustentar su tesis doctoral en educación en la Universidad de La Salle.

Además de sus 13 años en la Policía prestando servicio, Solano era casado y tenía una hija de cinco años que hoy llora su pérdida.

En la noche del miércoles 28 de abril, las tensiones entre la Policía y los manifestantes crecían conforme pasaba el tiempo y los vándalos hacían de las suyas destruyendo y saqueando todo lo que estuviera a su paso.

En medio de los actos de violencia, el capitán Solano se percató de que un grupo de delincuentes intentaba robar un cajero automático de Bancolombia en la Autopista Sur con calle 22, por lo que se enfrentó a ellos para detenerlos. En medio del encuentro, Solano recibió cinco puñaladas de los sujetos.

Durante el ataque, y luchando contra la muerte, el oficial fue despojado de su arma de dotación, el carné policial y el radio de comunicaciones. Sin embargo, el momento más difícil ocurrió cuando los delincuentes notaron que tenía un chaleco antibalas.

Inmediatamente reaccionaron alegando que era un infiltrado. “Es un infiltrado, infiltrado, tiene un chaleco y es Policía. Lo van a dejar morir sus propios socios”, gritaban en medio de los desmanes y los restos de rocas.

Agonizando en el suelo, Solano tuvo que vivir más humillaciones, pues algunos de los manifestantes que cruzaban le gritaban a su paso “infiltrado” y toda suerte de insultos.

En medio de las tensiones, sus compañeros y algunos miembros de la comunidad corrieron a auxiliar al capitán que se desangraba en el suelo y fue trasladado a un parqueadero de la zona mientras los delincuentes destruían todo a su paso.