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¿Dónde está Roberta? La historia de una perrita callejera que desapareció en Simijaca. Acusan a un funcionario de la Alcaldía del municipio
Los ciudadanos le pidieron a la Procuraduría adelantar una investigación a los funcionarios que se negaron a dar información.
Roberta La Mona es una perrita que se convirtió en símbolo para un grupo de habitantes del municipio de Simijaca, en Cundinamarca, pero desapareció el pasado 10 de agosto. Desde entonces los vecinos iniciaron una cruzada social y legal por encontrarla; su propia investigación llevó a un funcionario de la alcaldía municipal.
En un documento que radicaron en la Procuraduría, los vecinos advierten con nombre propio cuál es funcionario, el cargo que ostenta y los hechos que lo dejan como responsable de la desaparición de Roberta. El dolor en la comunidad es evidente, como el silencio de la administración municipal.
“Según testigos oculares, el día 10 de agosto del 2023, hacia la 1:30 de la tarde, el señor Alberto Miranda, servidor público vinculado a la antes llamada Umata, ahora Secretaría de Desarrollo Económico del municipio de Simijaca Cundinamarca, en la zona peatonal del parque principal, suministró sustancia, medicamento o similar, a Roberta La Mona, una canina en situación de calle considerada perra comunitaria o de cuadra”, señala el documento.
Los vecinos y testigos de los hechos afirman la presencia del funcionario en el lugar y la hora en que Roberta cae en el suelo, luego de ingerir un supuesto medicamento. Son ellos quienes advierten a la Procuraduría que la perrita fue subida a un vehículo y desde ese día nadie sabe de su paradero; además, el responsable se esconde.
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“Como consecuencia de la sustancia suministrada, la canina vomitó, dio unos pasos y cayó, el servidor público, señor Miranda, con el apoyo de otras personas, la subió a una camioneta Duster color blanco y partió con el animal dentro del vehículo y con rumbo desconocido. Lo descrito en el párrafo 1 y 2, sucedió entre 1:30 y 1:40 de la tarde”, describe la solicitud de investigación.
Cuando los vecinos confrontaron al funcionario, según el escrito, él les manifiesta que va a esterilizar a la perrita, una respuesta que de manera inmediata fue rechazada, pues Roberta ya estaba esterilizada. Al verse sin explicación, el funcionario ahora insiste que la llevaron hasta el departamento de Casanare y la entregó en adopción.
“Los testigos que presenciaron lo sucedido, le preguntaron al servidor público, señor Miranda, que por qué le hacían este procedimiento, frente a lo cual, el señor Miranda informó que la iban a castrar, lo cual resultó desconcertante en varios sentidos; por un lado, el término castrar es usado para machos y no para hembras y por otro, se presume que la canina ya está esterilizada pues se sabe que lleva aproximadamente un año sin presentar celo”, explica el documento.
La Alcaldía
Los vecinos indignados, sin respuesta del funcionario y convencidos de la desaparición de Roberta, llegaron hasta la Alcaldía, pidieron una reunión con el mandatario municipal y este les respondió que no tenía conocimiento del caso. Luego se convocaron algunas reuniones que dejaron más dudas en los afectados, los vecinos que cuidaban y alimentaban a Roberta.
“Dado que no se recibió la llamada advertida por el señor Alcalde, los dolientes se dirigieron a la Alcaldía a las 5 de la tarde; en esta ocasión, el alcalde hizo saber que el servidor público Miranda no había ido y programó una cita con las partes para el día viernes 18 de agosto a las 8 de la mañana”, afirmaron los vecinos que radicaron la solicitud de investigación.
Como no recibieron respuesta de las autoridades municipales, los vecinos le pidieron a los entes de control hacer las verificaciones para obtener las respuestas que no entregaron los funcionarios, responsables e identificados en la desaparición de Roberta.