¿DONDE QUEDA COLOMBIA?
No pocas personalidades saben responder a esta pregunta
Hace unos años el Presidente Julio César Turbay Ayala llegó a París en viaje protocolario. Allí lo recibió el alcalde Jacques Chirac quien pronunció las siguientes palabras de bienvenida: "Estamos ante el representante legítimo de la democracia colombiana, una de las más grandes y mejor conservadas de las democracias africanas". No se oyó una voz de protesta. Colombia quedaba así, enmarcada dentro del contexto dictatorial de la política africana y se convertía, por arte de la ignorancia, en hermana de sangre de países tan disímiles como Libia, Nigeria y Africa del Sur. Desde entonces, y tal vez mucho antes, Colombia ha sido un nombre que no ha podido encontrar un punto estable en la geografía universal. Porque bien puede estar un día en el Asia y otro en Centroamérica o aparecer como un estado de los Estados Unidos. Cuando Gabriel García Márquez ganó el Premio Nobel, una revista tan respetable como la francesa "Le Observateur", reseñó el suceso como si la nacionalidad del premiado fuera uruguaya. Recientemente, el presidente Reagan soltó una "perla" en el Brasil, antes de pisar tierra colombiana. Allí anunció que viajaba a Bolivia para fortalecer los lazos de amistad entre los Estados Unidos y el resto de América. Cuál no sería la sorpresa de Reagan al oir de sus asesores que el país que iba a visitar no se llamaba Bolivia, sino Colombia y que Bolivia quedaba más al sur. Algo parecido le sucedió hace unos días al canciller Claude Cheysson quien, al finalizar uno de sus discursos en el Jockey Club de Bogotá, dijo:" ¡Vive Bolivie! ". Sin embargo, no sólo en los discursos ocurren situaciones que por lo absurdas se convierten en ridículas. En un reciente estudio que la revista "Latin American Times" hace sobre la situación colombiana, se utiliza un mapa para ilustrar la investigación y allí Colombia aparece en el territorio que corresponde a Venezuela. También en Francia, uno de los textos utilizados para aprender geografía incurre en otros errores. En los dos párrafos que se dedican para explicar la situación colombiana, se dice que Bogotá queda sobre la cordillera central, en los alrededores de Medellín, y que el país es un sembrado de café que va desde Riohacha hasta Leticia, en donde,además, se da una guerra civil desde hace 40 años. Peor aún son otros mapas franceses que han llegado a situar a Bogotá en Centroamérica. No es raro, pues, que los franceses encuestados recientemente por un noticiero colombiano hubieran dicho que Simón Bolívar era un excelente ciclista que participaba en el Tour de Francia, como tampoco lo es que en los Estados Unidos todavía se crea que en Colombia la gente se viste de taparrabos, y en Inglaterra pregunten Si en el país se utilizan billetes como en Europa. El único consuelo que queda a los colombianos es el ejemplo sarcástico de Guillermo León Valencia. Cuando el entonces presidente francés Charles De Gaulle vino a Colombia, Valencia al finalizar uno de sus discursos pronunció un "¡ Viva España!" que hizo encolerizar al connotado general. En todas partes se cuecen habas, pero los repetidos errores con respecto a Colombia, podían ser indicativos de la opaca posición del país en el plano internacional.