Nación
“Donde se accidentó la avioneta no hay comunidades indígenas. Los niños todavía están en la selva”: habló con SEMANA el abuelo de los pequeños desaparecidos
Fidencio Valencia dijo que busca ayuda espiritual de todos los líderes indígenas de la región. Ya conversó con Gustavo Petro: “Le pedí que me metiera más Fuerzas Militares a la zona”, dijo.
Fidencio Valencia es el abuelo de los tres niños que llevan más de diez días desaparecidos tras la caída de una avioneta tipo Cessna 206 que cayó en la espesa selva del Caquetá el primero de mayo, y cuya suerte ha sido todo un misterio.
SEMANA habló vía telefónica con el señor, quien confesó de entrada su tristeza porque espera que este viernes 19 de mayo le entreguen el “cadáver” de Magdalena, su hija, quien falleció en el siniestro aéreo.
Este es apenas parte del dolor porque el otro -según dijo- está en la selva donde cree que siguen sus tres nietos. Su suerte es incierta.
“A los niños no los tiene ninguna comunidad indígena”, aseguró. “Si los hubieran tenido, ya hubieran dicho. Ahí donde cayó el avión no hay comunidades indígenas cerca. Eso está lejos. Entonces, ¿cuál comunidad los puede tener? Nadie”, añadió.
Valencia dijo que “no se puede inventar que sus nietos sigan en un resguardo indígena. Los niños están todavía en la selva. Repito: ahí donde se cayó el avión es una zona selvática, ahí no hay nada, no hay nada. Donde hubiera un resguardo, ya hace tiempo los habrían entregado. En ese monte no quedó nadie, nadie”, contó.
Fidencio expresó que está buscando ayuda espiritual de todos los líderes indígenas de Caquetá, Vaupés, Guaviare y toda la región.
Los niños siguen perdidos, insistió en la llamada telefónica.
“Estamos buscando apoyo por todos lados antes de que sea demasiado tarde. Estamos buscando apoyo espiritual con los abuelos de los territorios. Esa zona pertenece al Apaporis. Hay que mirar qué indígenas viven en el sector, tucanos, tikunas, makuna. La idea es que el dios y el dueño de la selva nos ayuden a entregar a los niños”, precisó a SEMANA.
Dijo que de los tres niños, la niña es la más grande, tiene 13 años, y “es berraquita”. Lo mismo que los “varoncitos”.
Expresó que siente esperanzas de que los pequeños estén vivos. “No solo yo tengo esperanzas, también mi familia, la gente que nos apoya, nos conoce. Hay que tener mente positiva”, destacó.
Este jueves 18 de mayo, el presidente Gustavo Petro se comunicó vía telefónica con el abuelo de los menores.
“Pude hablar con él por medio de una señora. Me dijo que nos daba el apoyo. La idea es esa, tener el apoyo lo más pronto para encontrar a los niños. Hablamos un ratico. Él me atendió, me escuchó y aceptó lo que quería: pedí que me metan más Fuerzas Militares a la zona. Eso le dije”, contó.
Fidencio Valencia está en Villavicencio en espera del cuerpo sin vida de su hija, mientras el Ejército y la Armada avanzan en la búsqueda de los infantes.
Él, a través de amigos y conocidos de la zona, está buscando contactos con las comunidades indígenas para tratar de hallar a los menores de edad. De lo que sí está casi seguro es que están vivos.