Bogotá
“Dormía con él, era su soporte emocional”: Paola Murcia pide que le devuelvan el perrito a su hijo. Había llegado a la familia por recomendación médica
Justin, un perrito de una familia de la localidad de Kennedy fue encontrado perdido en la calle 72 con 1. Sin embargo, quienes lo rescataron no quieren devolverlo a sus verdaderos dueños.
La tristeza por perder a Justin le ha quitado el aliento a un niño de 13 años, que ha pedido por cielo y tierra que le devuelvan a su amigo fiel. El perro es el apoyo emocional del menor, sostiene su familia y no ha regresado a casa tras semanas de ausencia. La mascota se extravió en Bogotá el pasado 25 de septiembre. Según los propietarios del canino, las personas que lo encontraron no lo han querido devolver desde entonces y han llegado a extremos de amenazarlos por reclamarlo.
La mamá del niño, Paola Murcia, cuenta que la situación es muy difícil para la familia por el valor que tiene el perro para él. “Es su hermano. Mi hijo era un niño que sufría de ansiedad, de estrés, se encerraba, temblaba, se mordía los dedos. El doctor dijo que lo bueno era conseguirle una mascota. Fue muy positivo para él, comenzó a tener una responsabilidad, el perro dormía con él, lo levantaba para ir al colegio. Le sirvió mucho. El psicólogo expidió una fórmula diciendo que a mi hijo le ha afectado mucho que el perro se perdiera. Por eso, para mí es un perro de apoyo emocional”.
Toda esta saga inicia el pasado 25 de septiembre, cuando la familia residente en la localidad de Kennedy fue al Parque Salitre Mágico junto al perro, quien en un momento de descuido se soltó de sus sueños y escapó corriendo. Su familia no pudo alcanzarlo, por lo que emprendieron su búsqueda en la zona, pagaron a una compañía especializada en encontrar mascotas y pusieron avisos en las redes sociales.
Fue hasta el 30 de septiembre, cinco días después de la desaparición que apareció Justin, quien habría sido encontrado en el barrio Rosales en la Calle 72 con 1ª. Esta información fue conocida, ya que la persona que lo había encontrado puso también una publicación en redes informando que el perro había sido hallado muy nervioso y pidió ayuda en Facebook para poder contactar a sus dueños para devolverlo.
Pero desde entonces, las cosas fueron a mal, puesto que la mujer que encontró a Justin, identificada como a María Paula Vallejo se comunicó con la familia del perro y después de una charla de agradecimientos por haber encontrado a Justin y tenerlo bajo su cuidado, empezaron los problemas, ya que Paola Murcia, dueña del perro y mamá del niño, envío todas las pruebas de que el canino era de su familia, mostrando documentos, fotos, vídeos y hasta carnet de vacunación, pero no era suficiente para la otra persona.
Lo que vino después fue un tire y afloje entre las partes, pues la dueña de Justin pedía poder encontrarse con Vallejo lo más pronto posible para recoger a su mascota, pero esta se negaba constantemente y fue hasta que un día pactaron encontrarse en el CAI de Rosales para hacer la entrega, pero esta nunca llevó al perro y alega que la familia no es la dueña del canino.
A pesar de los reclamos de la familia, que le rogó entre lágrimas que devolviera al canino, incluyendo al niño de 13 años que estaba presente en la escena, Vallejo se negó rotundamente y se fue del lugar.
“No entiendo con qué derecho y bajo qué premisas se niega a dejarme ver a mi perro y más aún a tomar justicia por mano propia diciendo que no me lo va a regresar porque para ella esas no son pruebas suficientes”, dice un comunicado dado a conocer por la familia.
Justin no solo es la mascota de la familia que vive en Kennedy, sino que además, según Murcia, es un gran apoyo emocional de Julián David, su hijo de 13 años, quien según los documentos aportados, está sufriendo de episodios de ansiedad evidenciados por un médico, esto a raíz de la perdida del perro.
“Asegura y afirma además, que Justin presenta señales de maltrato y que está muy enfermo, pruebas que ella no presenta y solo las dice verbalmente. Comprendo que cuando existe maltrato es el IDPYB quien debe tomar cartas en el asunto y no una persona cualquiera, pues para eso existen Entidades reguladoras”, complementa lo dicho por la familia.
La familia intentó recurrir a las autoridades, pero realmente nunca se logró nada al respecto, siendo el mayor avance que se hiciera una audiencia de conciliación en la Alcaldía de Kennedy, a la cual Vallejo no asistió en dos ocasiones y mandó un comunicado de cuatro páginas excusándose por no estar.
Lina Lamos, apoderada de la familia, habló con SEMANA sobre el caso y contó que no solo las autoridades no hicieron nada, sino que colaboraron y asesoraron a Vallejo para que pudiera poner una denuncia en contra de Murcia por amenazas. Esto a raíz de los plantones que la familia de la mascota ha venido realizando en la localidad de Rosales para pedir que les devuelvan al perro.
Así mismo, contó que toda persona que ha intentado involucrarse para interceder a favor de la familia está siendo acosada en las redes sociales, sin importar si son allegados de los dueños del perro o pertenecientes a fundaciones animalistas que intentan ayudar para que Justin vuelva a su casa.
“La imagen que queda es de alguien de estrato seis que intenta quitarle su mascota a una familia de estrato tres, ¿cuál es la enseñanza social que le queda eso a la sociedad?”, dice Lamos, quien reclama que más allá de cualquier argumento que tenga Vallejo acerca de que el perro supuestamente ha sido maltratado y no vacunado, ella no es ninguna autoridad para determinar eso.
Se espera que este fin de semana haya nuevamente manifestaciones en el barrio Rosales contra Vallejo y pidiendo la liberación del perro. Mientras en redes sociales los vecinos ya piden que todo el asunto termine o que las autoridades actúen, ya que están cansados de las protestas cerca a sus casas.
En las redes, la mayoría de las personas se han encarnizado con María Paula y le piden que devuelva al perro. Otras la defienden. Se ha dicho que el perrito no se perdió en Salitre, sino que la familia lo dejó con un vendedor ambulante mientras ellos ingresaban al parque y al salir ya no estaba. María Paula ha expresado en otras publicaciones en redes que el perrito solo responde al nombre de Tobi y no de “Justin o Justincito”.
“Tobi está tranquilo, en paz, en un hogar de paso. Va a ser vacunado y operado. Dejo claridad que mi interés de rescatar un perro de la calle era ayudarlo de corazón. Por eso publiqué esa foto. Mi único interés es que el perro esté bien en una familia amorosa”, escribió en Facebook María Paula. Ella ha dicho que la familia la ha increpado de manera agresiva y que se siente amenazada.
Los vecinos de Rosales, en diálogo con SEMANA, aseguraron que han tenido problemas con las Vallejo y que ellas no han pagado el arriendo, razón por la cual un juez les ordenó devolver el inmueble.