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Dos décadas de logros en la política cultural
En el panel ‘Colombia: 20 años de evolución de la política cultural’, algunos protagonistas de su gestión expusieron una parte de los hitos de su desarrollo hasta llegar a la actual Ley de Economía Naranja.
Antes de dar inicio al panel, la ministra de Cultura, Carmen Vásquez, reflexionó sobre la historia de más de dos décadas de esfuerzos normativos e importantes avances para el sector que permitieron consolidar las bases de la creación de la Ley 1834 en 2017, conocida como la Ley Naranja.
La mirada retrospectiva comenzó por Ramiro Osorio Fonseca, primer ministro de Cultura de Colombia, quien destacó el Plan Nacional de Cultura 92-94, el cual encabezó como director general de Colcultura, con el que considera se plantaron las bases de lo que más adelante sería la Ley General de Cultura.
Según lo relató Osorio, en el periodo 1991-1994 se estableció el Sistema Nacional de Cultura, que llegó a estar integrado por 800 consejos, como una manera de responder al derecho de la participación ciudadana en el diseño y la veeduría de las políticas públicas. Otro suceso clave que destacó fue la creación del sistema de Fondos Mixtos para el financiamiento de la cultura.
El primer ministro de Cultura que tuvo el país también recordó el periodo 92-98, cuando se puso en marcha el programa Crea, cuyo propósito fue incentivar el diálogo intercultural de carácter multiétnico y multicultural del país.
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En 1997, con la expedición de la Ley General de Cultura, se liquidó Colcultura, con 29 años de existencia, y se creó el Ministerio de Cultura.
Por su parte, María Consuelo Araújo, exministra de Cultura, destacó la Ley de Cine, con la que se crearon tres herramientas para dinamizar la producción cinematográfica en Colombia: el recaudo de una contribución parafiscal, la creación del Fondo de Desarrollo Cinematográfico y estímulos tributarios para que el sector privado invirtiera en cine.
En lo que respecta a planes, Araújo mencionó el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas, con el que se construyeron 106 bibliotecas públicas en municipios donde no existían, que se convirtió en la semilla para la posterior promulgación de la Ley de Lectura y Bibliotecas. Igualmente, destacó el Plan Nacional de Música para la Convivencia, que brindó dotación de instrumentos musicales y formación en todas las regiones del país. Esto fomentó más de 400 festivales de música en el territorio nacional.
En cuanto a recursos, la exministra resaltó el Programa Nacional de Concertación Cultural con el que se establecieron unos criterios de tal manera que todos los departamentos del país pudieran percibir recursos, y que su designación funcionara por convocatoria. Además, se lograron multiplicar por siete los recursos asignados para el Ministerio de Cultura.
Otra invitada especial fue María Claudia López, exviceministra de Cultura y exsecretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá. Para López hubo un hito en 2003: cuando el Conpes adoptó por primera vez un Plan Nacional de Lectura y Escritura. Dicho plan se fortaleció en 2010, y hoy sigue vigente con lo que se llama Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’.
López también exaltó la ley de patrimonio de 2008, con la que se pretende salvaguardar el patrimonio inmaterial del país. Por otro lado, recalcó la Ley 1493 de 2011 para el sector del espectáculo público, que procura, mediante una contribución parafiscal, obtener recursos destinados a la infraestructura asociada a las artes escénicas.
El viceministro de la Creatividad y la Economía del Ministerio de Cultura, Felipe Buitrago Restrepo, por su lado, compartió que el Plan Decenal de Cultura está en fase de actualización para proyectarlo durante una década más. Para esta labor, Buitrago aseguró que la agenda del Ministerio de Cultura está sincronizada con los principios del siglo XXI, la aceleración de la transformación que ha impuesto la pandemia, las metas de desarrollo sostenible y la digitalización.
Las diferentes intervenciones permitieron ver la evolución de la política pública cultural en el país y también proyectar lo que sería necesario trabajar a futuro. Los participantes concluyeron que la política en las décadas siguientes deberá estar centrada en la promoción y protección de la diversidad cultural, y avanzar en el fortalecimiento de las capacidades territoriales, y el cierre de brechas por las desigualdades y falta de oportunidades en algunas zonas del país.
Buitrago finalizó haciendo énfasis en el rol protagónico de la cultura en el desarrollo del país.