Judicial
Dos patrulleros de la policía fueron enviados a la cárcel por muerte de joven en estación de Jamundí. Fue asfixiado con una bolsa plástica
El joven habría sido golpeado, atacado con una pistola de electrochoques y asfixiado por los tres agentes.
El pasado 12 de febrero, un joven fue trasladado a la estación de policía de Jamundí, en el Valle del Cauca, después de protagonizar una fuga junto a otros internos.
En el trámite, el joven fue llevado esposado hasta uno de los calabozos de la estación para, acto seguido, ser golpeado y atacado con una pistola de electrochoques, más conocida como taser, así como con otros elementos.
Igualmente, fue asfixiado con una bolsa plástica en su cabeza. Producto de estos actos de tortura el joven perdió la vida.
Estos datos se desprenden de la imputación de cargos que hizo la Fiscalía General en contra de tres integrantes activos de la Policía Nacional y uno en retiro.
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En la diligencia judicial, se señaló al intendente Juan Carlos Jimeno Monzón; los patrulleros Nilton Darío Muñoz Campo y Sergio Andrés Jiménez Díaz; así como el agente en retiro Andrés Felipe Rincón Fierro, de participar en esta retención, actos de tortura y posterior homicidio.
Las actividades investigativas adelantadas por la #Fiscalía permitieron la judicialización de tres integrantes de la Policía Nacional y un uniformado en retiro, que estarían involucrados en el crimen de un joven privado de la libertad dentro de una estación en Jamundí en… pic.twitter.com/KNVIfkxXVr
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) December 15, 2024
Para la fiscal especializada seccional del Valle del Cauca, existen pruebas suficientes para inferir la vinculación de los policías en la muerte del joven dentro de la estación. “Mediando acuerdo común tácito conocían que causaban golpes que generaban dolores y sufrimientos a la víctima y permitieron que se pusiera una bolsa plástica sobre la cabeza sabiendo que lo podían matar y no lo impidieron”.
Por esto, les imputó los delitos de tortura y homicidio agravado. Durante su exposición, la fiscal señaló que el “joven se encontraba en estado de indefensión y fue agredido frente a otros privado de la libertad”.
Todos estos hechos, añadió la delegada del ente investigador, se realizaron con “la posible complacencia del entonces jefe de guardia, el intendente Jiménez Monzón”. En este caso, señaló que pese a que no ejecutó los actos de tortura, sí omitió dar cualquier orden para frenar la acción.
“Tenía el deber jurídico de impedir esos resultados, porque escuchó los gritos de la víctima y de sus agresores, vio lo que estaba ocurriendo y estando en posibilidad de impedir que se siguiera la tortura no lo hizo. No impidió la tortura ni el asesinato”, señaló.
En medio de la audiencia, los policías no aceptaron cargos. El juez de control de garantías ordenó que los patrulleros Muñoz Campo y Rincón Fierro fueran enviados a la cárcel.
Mientras que se ordenó una medida más laxa en el caso del intendente Jimeno Monzón y el patrullero Jiménez Díaz, ordenando que siguieran vinculados al proceso.
La Fiscalía General presentó recurso de apelación en contra de esta decisión, pidiendo que todos los procesado sean enviados a prisión
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