NACIÓN
Duque decretó situación de desastre en San Andrés y Providencia por paso del huracán Iota
La normativa especifica que la declaratoria se da por un término de 12 meses prorrogables hasta por un nuevo periodo igual.
Ante las graves afectaciones que ha dejado el paso del huracán Iota en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el presidente Iván Duque decidió decretar situación de desastre en la zona por un término de 12 meses, según se lee en la normativa que además señala que este tiempo puede ser prorrogable hasta por un periodo igual.
De acuerdo con el decreto 1472 de 2020, los lineamientos generales para el manejo de la situación de desastre comprenden varias líneas de acción, entre ellas:
-Asistencia humanitaria a las familias afectadas con alimentación y elementos de dormitorio, aseo y cocina, durante el tiempo que dure la emergencia y un tiempo adicional necesario en el desarrollo del proceso de recuperación.
-Agua potable y saneamiento básico.
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-Administración y manejo de albergues y subsidios de arrendamiento temporal para las familias que se vieron obligadas a abandonar su vivienda por cuenta de la emergencia climática.
Así mismo, el presidente Iván Duque, reiteró que su Gobierno seguirá entregando ayudas humanitarias a las personas afectadas por el devastador paso del huracán Iota, el cual dejó, según la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo, más de mil viviendas.
“Estamos saliendo nuevamente para Providencia, me acompaña el doctor Eduardo González el director de la Unidad Nacional de Gestión de Riego el almirante Gabriel Pérez García y el general Juan Pablo, estamos en ese momento saliendo con medicamentos con carpas, estamos esperando también la llegada de embarcación con ayudas, para empezar la distribución de ayuda humanitaria”, sostuvo Duque.
Y agregó “los retos más importantes que tenemos, primer reto remoción de todos los escombros, limpieza de Providencia en paralelo entrega ayuda humanitaria, seguir haciendo la supervisión en materia de restablecer servicios humanitarios, flujo de energía, comunicaciones y mirar el tema de agua, suministro con vehículos carro tanques y por supuesto, tener la mayor capacidad de entrega de kit de alimentación”.
También dijo “por eso estamos saliendo nuevamente, logrando esa estabilización que nos va a tomar unos días y también por la valoración que nosotros hemos venido haciendo sabemos que el reto de la reconstrucción será enorme, debido a la destrucción total de mucha infraestructura, nosotros hablamos de un plan de 100 días de reconstrucción, tal vez nos va tomar un poco más de tiempo, pero lo importante es que los primeros 100 días de intervención nosotros tengamos la atención en materia humanitaria y entrega de soluciones”.
Sin embargo, un sobreviviente del huracán Iota, Germán Gómez, propietario de un hotel en Providencia, habló con Semana Noticias para contar su tragedia y experiencia con este fenómeno climático sin registros en la historia del país; un huracán de categoría cinco, para el que no estaban preparados en la isla.
“Después de haber pasado casi 14 horas de un susto tremendo… todo empezó muy suave yo creo que nadie en la isla esperaba que se convirtiera a tal categoría, esperábamos un huracán pero no tan fuerte, como en realidad lo fue… yo personalmente me fui a Providencia a abrir el hotel, a hacer secciones de mantenimiento, porque después de nueve meses de pandemia la isla estaba cerrada y no podíamos atender a ningún turista”, detalló en SEMANA.
Explicó cómo fueron esas horas de angustia, mientras la habitación de su hotel, donde se resguardaba del huracán, empezó a desmoronarse ante sus ojos y rápidamente.
“A las cuatro de la mañana empecé a sentir algo, yo estaba dormido y me levantó un árbol que se cayó y golpeó el marco de la puerta de la habitación donde yo estaba, fuerte porque fue tan fuerte el golpe del árbol que desajustó el marco y el agua empezó a entrar… un agua café como con tierra empezó a entrar por debajo de la puerta, yo empezaba a escuchar y esperaba que no sucediera lo que estaba ya sucediendo, desafortunadamente pasó y es que la fuerza del viento entró por la habitación y empezó a presionar las ventanas y las puertas del balcón”, puntualizó Germán.