NACIÓN
Duque dice que en las movilizaciones de 2019 algunos protestaron desinformados
El presidente reconoció que algunas de las personas que salieron a las calles tenían argumentos, pero que esto no fue generalizado.
En noviembre de 2019, trabajadores, estudiantes, campesinos, indígenas y más sectores de la sociedad se unieron en el Comité Nacional del Paro e hicieron un llamado a salir a las calles a protestar por distintas razones que les causaban indignación. Las repercusiones del 21 de noviembre se siguen sintiendo todos los meses y, desde septiembre de este año, la ciudadanía ha vuelto a manifestarse frente a sus inconformidades actuales e históricas.
Sin duda, las manifestaciones son uno de los aspectos que más han marcado el paso de Iván Duque por la Presidencia de la República, tanto que el mandatario se refiere al tema con frecuencia, como lo hizo el viernes cuando dijo que “había un llamado a la acción” por parte de “personas que protestaron con argumentos, otros que de pronto protestaron desinformados, otros que protestaron con rabia y otros que no protestaron, pero que también tienen preocupaciones, sentimientos y desean ver cambios”.
Duque habló en un conversatorio, justamente, sobre la Gran Conversación Nacional que inauguró su Gobierno el año pasado cuando comenzaron los acercamientos entre los integrantes del comité y sus voceros. “Será el espacio propicio para recuperar la confianza entre nosotros, en nuestras instituciones y construir la hoja de ruta que contribuya a cerrar nuestras brechas sociales”, dice la página web oficial de la iniciativa en la que la ciudadanía podría participar enviando sus propuestas; en ella también aparecen temáticas como: lucha contra la corrupción, crecimiento con equidad, educación, paz con legalidad, cuidado del medioambiente, entre otras.
Sin embargo, dicha “conversación” no agradó a los movimientos sociales que lo que querían –y siguen queriendo– es que en una mesa se sienten personalidades del Ejecutivo con poder de decisión para negociar con ellos cada uno de los puntos de su pliego de peticiones con más de cien exigencias.
Después de varios encuentros en diciembre de 2019 y luego en algunos en los primeros meses de 2020, fracasaron los esfuerzos, porque las partes no lograron ponerse de acuerdo en el nombre de la mesa. Los protestantes querían una negociación, el Gobierno, una conversación.
A pesar de lo simple que suena el tema, ninguno dio el brazo a torcer y mientras el presidente intentó enfocar la atención sobre la Conversación Nacional, los ánimos se siguieron caldeando hasta desembocar en nuevas protestas que durante meses parecieron dormidas por cuenta de la pandemia de coronavirus.
La situación actual es poco clara, porque los sindicatos y estudiantes continúan inconformes y convocaron protestas varias veces en noviembre, pero no han anunciado ninguna marcha para diciembre, a pesar de que todavía tienen una lista de peticiones, ahora reducida y enfocada en lo urgente, que piensan exigirle al Gobierno. El llamado “pliego de emergencia” se resume en los siguientes puntos “que contienen las necesidades más sentidas de los colombianos: renta básica, salud, matrícula cero para los estudiantes de las universidades públicas y subsidios para los estudiantes de las universidades privadas, mujer y diversidades sexuales, producción nacional y empleo con derechos”.
Sumado a lo anterior, los integrantes que parecen ser los más fuertes del Comité Nacional de Paro, los pertenecientes a centrales obreras como la Central Unitaria de Trabajadores y la Confederación General de Pensionados, están sentados junto a los empresarios y representantes del Gobierno para negociar el aumento del salario mínimo para 2021. Precisamente con el discurso que han promovido durante todo el año y motivados por todas las críticas hacia el Gobierno nacional y la crisis desatada por la pandemia, como la reflejada en la cifra de desempleo más reciente, que fue del 14,7 %, esperan lograr que el salario mínimo con auxilio de transporte sea de 1.120.000.