PAZ

Implementación de los acuerdos: los puntos comunes entre Duque y la ONU

En su primera reunión de balance, el jefe de la misión de la ONU le recordó al presidente que el proceso de paz de Colombia es muy importante para la comunidad internacional y una fuente de inspiración para otros países.

20 de septiembre de 2018
| Foto: Presidencia de la República

“Este gobierno tiene un compromiso absoluto con que las personas que genuinamente le han apostado a la desmovilización, desarme, reinserción y reincorporación”, aseguró el presidente Iván Duque tras reunirse con el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault. Según las declaraciones conjuntas se lograron puntos de consenso sobre el proceso y se mantuvieron claros los temas prioritarios del gobierno en la reincorporación.

El presidente Duque llegó al poder –en parte- porque aseguró que haría modificaciones a los acuerdos. Esto ha generado tensión entre la Farc, quienes ahora son un partido político y dejaron las armas. La comunidad internacional también está expectante. Por eso, el primer balance entre el Gobierno y la ONU resulta tan diciente.

Lo primero que aclaró Duque es que son conscientes de la “fragilidad de los recursos” con los que se recibieron muchos de los compromisos el 7 de agosto, y de las “complejidades institucionales” que ha tenido el diseño para que estos procesos sean exitosos. El posconflicto es costoso y el país no pasa por su mejor momento financiero, por eso recordó que el gobierno está adelantando un “plan de reactivación económica”, es decir buscando recursos para continuar.

“Compartimos la preocupación de que muchos de estos proyectos productivos que debían incorporar a más de 10.000 personas en el proceso de reincorporación no superan las 100 personas”, dijo el presidente.

Además, Duque se reafirmó en algunas de las modificaciones que quieren hacer a los acuerdos y de las prioridades del gobierno en esta materia. Aseguró que seguirán adelante con las iniciativas que buscan que el narcotráfico no sea un delito conexo al político y por ende amnistiable, este proyecto ya está andando en el Congreso. También explicó que pronto entregarán un plan contra la expansión de los cultivos ilícitos, pero que quieren garantizar que las familias que están en los programas de sustitución voluntaria culminen exitosamente el proceso.

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El jefe de la Misión de la ONU resumió muy bien lo que está ocurriendo con la implementación: “el gobierno está ahora en una reflexión sobre su política en materia de reincorporación”. Aun así llegaron a algunos puntos de consenso.
En primer lugar la reincorporación estará más ligada al desarrollo de las comunidades y no solo a los exguerrilleros. Además, deberá tener un apoyo más directo con las autoridades locales y departamentales, para que el proceso se arraigue más en el tejido social y económico del país, tal como explicó Arnault.

El jefe de misión de la ONU habló de la importancia de acelerar y consolidar la implementación. “A estas alturas es indispensable un esfuerzo para acelerar y consolidar justamente lo que el presidente ha descrito como un proceso frágil. Esa fragilidad tiene varios elementos: una cuestión de confianza en las perspectivas socioeconómicas, confianza en la seguridad jurídica y en la física”, explicó.

A pesar de las debilidades que tiene el proceso de implementación, el jefe de la misión de la ONU lo ve como una experiencia inspiradora para otros países que están sumidos en conflictos, y por eso recordó la importancia del proceso de paz colombiano.

“Añado un punto, este proceso de paz es importante para Colombia, hoy es también un proceso fundamental para la comunidad internacional porque sigue siendo Colombia una fuente de inspiración en un mundo atravesado por conflictos que parecen insoldables”, dijo Arnault, y agregó que esto mismo que él le dijo “seguramente se lo van a repetir en la asamblea general y el propio secretario general: ‘le alentamos a que continúen con el reto difícil y lleno de obstáculos, todavía muy frágil, no solo hacerlo en aras de Colombia sino de la comunidad internacional”.

El presidente Duque, sin nombrar la palabra posconflicto, le dijo que había total compromiso de su parte para quienes quieran genuinamente volver a la legalidad, y agradeció que entendiera la mano dura contra quienes volvieran a la ilegalidad. “Quiero hacer énfasis, aquí no hay amigos ni enemigos de la paz, todos somos amigos de la paz. La legalidad tiene que ser la base”, concluyó el presidente. Según la encuesta Invamer para Blu Radio, Caracol Televisión y SEMANA el porcentaje de quienes creen que la implementación de los acuerdos de paz va por buen camino ha crecido 17 puntos. Es decir, la percepción es mucho mejor que cuando estaba en el poder Juan Manuel Santos.