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Duro golpe al Clan del Golfo: niegan entrada de Otoniel a la JEP y extraditan a dos de sus cabecillas

La decisión se da luego de que, en el caso de alias Nicolás, la Corte Suprema negara la tutela que pedía suspender el trámite de extradición a Estados Unidos.

25 de marzo de 2022
Alias Nicolás, Clan del Golfo
Alias Nicolás, Clan del Golfo | Foto: MinJusticia

Este viernes será recordado como una verdadera derrota para el denominado Clan del Golfo, pues se llevó a cabo la entrega por parte de la Policía Nacional a través de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) a oficiales norteamericanos de alias Nicolás, segundo cabecilla del Clan del Golfo después de alias Otoniel, así como de un primo del propio Dairo Antonio Úsuga David.

Lo anterior con base en órdenes de captura con fines de extradición ejecutadas por la misma Policía Nacional.

Por un lado, señala el Ministerio de Justicia, Carlos Antonio Moreno Tuberquia, alias ‘Nicolás’, tiene requerimientos de una Corte para el Distrito Sur de La Florida (2012) y de una Corte para el Distrito Este de Nueva York (2015) por delitos de narcotráfico.

Cabe recordar que Moreno Tuberquia fue capturado en Antioquia en el año 2018, siendo requerido por homicidio, secuestro, enriquecimiento ilícito y lavado de activos, por los cuales fue condenado a 20 años de prisión.

Sobre alias Nicolás, “es considerado el principal articulador del Clan del Golfo para la producción, transporte y comercialización de cocaína desde Colombia a Estados Unidos. Las autoridades norteamericanas lo señalan del envío de alrededor de 80 toneladas de estupefacientes”, señaló el Ministerio de Justicia.

Y agregan que tenía enlaces con carteles mexicanos y organizaciones criminales de otros países. “Bajo su mando estaban siete estructuras del Clan del Golfo con influencia en Antioquia, Chocó y Meta. En el año 2006 se desmovilizó de las AUC, pero siguió delinquiendo. En septiembre de 2020 pidió pista en la JEP junto a alias Macaco y Martín Llanos”.

Precisamente, este viernes la JEP negó el sometimiento de alias Otoniel a la justicia transicional tras considerar que no existen los elementos para su admisión.

De otro lado, Luis Ángel Úsuga Murillo, primo de Otoniel, es señalado como inversionista y coordinador de embarques de droga del Clan del Golfo, encargado de manejar las finanzas para la compra de clorhidrato de cocaína y lavado de dinero producto del narcotráfico.

Alias Nicolás
Alias Nicolás | Foto: MinJusticia

“Era el responsable de organizar los grupos armados del Clan del Golfo en el Urabá antioqueño, y cuando fue capturado por la Policía Nacional llevaba 10 años de trayectoria delincuencial dentro de la organización de su primo Dairo Antonio Úsuga”, señaló el Ministerio de Justicia.

Es acusado del envío de cocaína desde Colombia a Guatemala, Honduras, Costa Rica y México, para posteriormente ser trasladada a Estados Unidos.

Luis Ángel se convierte en el tercer primo de Otoniel en ser extraditado a Estados Unidos después de Alexander Montoya Úsuga y Harlison Úsuga Úsuga, el año pasado.

Junto a estas personas fueron extraditados otros cuatro colombianos y un ciudadano canadiense identificado como Michael John Doyle.

En noviembre pasado, SEMANA informó sobre la inexplicable demora en la extradición del entonces segundo cabecilla de esta organización delictiva y mano derecha del también capturado Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, luego de más de tres años de su captura.

Todo el material probatorio que corría en contra de alias Nicolás, por el envío de cocaína a los Estados Unidos, estaba en poder de la Corte Suprema de Justicia. Lo que faltaba era la aprobación de ese alto tribunal para su extradición. Lo que no se explicaban algunos expertos en seguridad es por qué tardó tanto la Corte en avalar el trámite, que en teoría ya tenía todas las instancias cursadas.

Con la captura de alias Otoniel las agencias norteamericanas se volvieron a preguntar por qué la Corte mantenía engavetado el proceso de extradición de alias Nicolás, si todo lo solicitado por el alto tribunal fue adjuntado con la orden de extradición. Lo único que hacía falta era la firma de los magistrados autorizando su traslado a las autoridades norteamericanas.