POLÍTICA
“Eduardo Montealegre tiene intereses y una personalidad muy caprichosa que lo hace arbitrario y peligroso”: Sandra Morelli
La excontralora Sandra Morelli le recordó a SEMANA cómo el exfiscal la persiguió cuando ejerció control fiscal en el país. La abogada habló tras la denuncia de Óscar Iván Zuluaga en contra de Montealegre.
El precandidato Óscar Iván Zuluaga rompió su silencio y después de muchos años le confesó a María Isabel Rueda que el exfiscal Eduardo Montealegre le propuso un pacto de silencio, es decir, que no denunciara la injerencia de dineros de Odebrecht en la campaña de Juan Manuel Santos y él le daba manejo a su investigación por el escándalo del hacker.
Ante esto, la excontralora Sandra Morelli, en su momento víctima de Montealegre, dijo que no se le puede reprochar a Zuluaga que no haya denunciado años atrás cuando las investigaciones contra el exfiscal no prosperan.
SEMANA: después de ver la denuncia de Óscar Iván Zuluaga contra Eduardo Montealegre, ¿qué se le vino a la cabeza?
SANDRA MORELLI (S. M.): lo que me llama la atención es que a Óscar Iván Zuluaga se le reprocha no haber denunciado en su momento lo que acaecía. Sin embargo, acá no hay un juicio de reproche ni contra la Comisión de Acusaciones ni contra la Fiscalía por las denuncias que yo sí puse oportunamente contra Eduardo Montealegre, contra el vicefiscal Jorge Fernando Perdomo y el equipo de trabajo de ellos.
Yo puse múltiples denuncias por las arbitrariedades que se cometían en el proceso de investigación de lo que ellos consideraban eran delitos que yo había podido cometer, unas arbitrariedades increíbles, presionando a la gente a que se acogiera a un principio de oportunidad y confesara delitos que, supuestamente, yo había cometido (…).
También denuncié irregularidades del señor Montealegre, como contratos que él celebraba de manera irregular como el famoso de Natalia Springer o la compra de un avión sin necesidad y con unos sobreprecios impresionantes. Lo que pasó con la universidad de la Fiscalía. De eso no ha salido nada, nos encontramos que en la contabilidad de Saludcoop y en las filiales aparecían pagos periódicos a título de honorario al señor Eduardo Montealegre siendo fiscal. ¿Qué pasó con eso? No tenemos ni idea.
SEMANA: ¿por qué cree que la Comisión de Acusaciones no actuó frente a Montealegre, pese a todas las denuncias que usted hizo?
S. M.: ahí hay unos aspectos técnicos concretos que le puedo contestar. Por ejemplo: Gustavo Moreno fue secretario de la Comisión de Acusaciones con la misión especial de impedir que esas cosas avanzaran. Han pasado muchos años y tocaría mirar la secuencia de los hechos. En general, la negligencia de la Comisión, la politización y el tema de quién tiene poder y quién no.
¿Entonces para qué denunciar? Para ponerse en peligro, para seguir contando con la desprotección del Estado y poniéndose en riesgo. Que no le reprochen al señor Óscar Iván Zuluaga lo que no hizo antes porque para qué.
SEMANA: usted conoce a Eduardo Montealegre, ¿cree que le haya pedido a Óscar Iván Zuluaga que guardara silencio frente a Odebrecht?
S. M.: no tengo ni idea, obviamente yo del señor Montealegre no puedo esperar nada bueno, pero me imagino que si Óscar Iván Zuluaga plantea ese tema es porque es cierto. Me parecería imposible que alguien invente una afirmación de esa magnitud.
SEMANA: a usted la están investigando por el alquiler del edificio de la Contraloría...
S. M.: entre otras, y por las chuzadas que supuestamente le hice a un señor Ramiro Bejarano y a Cecilia Orozco. Obviamente, la Fiscalía tuvo que decir que el hecho no existió, que nunca existieron, que yo no tenía aparatos para hacerlo. Por eso duré investigada como 5.000 años. Hay gente que puede hacer falsas denuncias sin que le pase nada. También Montealegre me denunció por tener un loro.
SEMANA: recordemos la denuncia de Eduardo Montealegre por un loro en su casa en Bogotá…
S. M.: que eso era tráfico ilegal de especies en vía de extinción. El loro no era mío, era de mi mamá, yo vivía en la casa de mi mamá, los loros no son especie en extinción. Igual ahí hubo una sanción millonaria de la CAR para mi mamá. Me denunció porque yo tengo un hijo y él jugaba en la terraza de la casa, le sacaron fotos y salió en televisión, con su cara, con sus amiguitos y según la Corte Constitucional eso no fue ni violación de domicilio ni violación de los derechos del menor, cuando todas esas imágenes salieron en Noticias Uno en su momento.
SEMANA: ¿por todo lo que cuenta, Eduardo Montealegre es perseguidor?
S. M.: Montealegre era un hombre asustado, estaba muy asustado, y la mejor defensa para él era agredir, él tenía un poder que le dio el hecho de ser fiscal y lo usó.
SEMANA: ¿por qué asustado?
S. M.: por las investigaciones de Saludcoop . A mí me parece que sí es muy duro que en una contabilidad aparezca que él recibía plata de una empresa que él había asesorado siendo fiscal. Recordemos que yo entregué todos esos documentos en la Comisión de Acusaciones y sustenté mi denuncia. No me inventé nada. ¿Eso en qué quedó? Vaya y pregunta a la Fiscalía y la Comisión de Acusaciones.
SEMANA: ¿usted fue víctima de Montealegre?
S. M.: totalmente, lo que pasa es que yo tengo una personalidad que me impide ubicarme en ese rol, pero obviamente sí hubo todas las conductas tendientes a victimizarme. Hay personas que sí ejercen ese rol y reclaman sus derechos como víctimas o se postran en un rincón de la vida, yo no. No se le olvide que a mí me iban a dictar medida de aseguramiento intramural y mi hijo se lo iban a entregar al ICBF. Y me fui a Italia sin medida de aseguramiento, atendí todas las audiencias por videoconferencia, mandé la dirección, el teléfono, la ubicación, tuve un abogado que atendió mis audiencias, no fui prófuga ni reo ausente, y tres días después llegó el vicefiscal Jorge Perdomo a ver si me entregaba sin medida de aseguramiento, sin circular de Interpol. Él fue a Roma a buscarme. Lo dijo la prensa.
SEMANA: por cierto, ¿Montealegre sí investigó a Carlos Palacino, presidente de Saludcoop ante el escándalo de la EPS?
S. M.: claro que no, esa investigación la sacaron a una oficina aparte y nombraron a un señor, un tal Fernando, que era compañero de curso de Montealegre. Obviamente, no salió nada de ahí.
SEMANA: ¿después de ver las últimas movidas de Eduardo Montealegre, cómo lo define?
S. M.: es una persona a la que no se le puede entregar una responsabilidad pública; el ejercicio de la función pública no se le puede entregar a una persona como el doctor Montealegre, porque tiene muchísimos intereses y una personalidad muy caprichosa que lo hace arbitrario y peligroso.
SEMANA: ¿por qué?
S. M.: ¿no ve cómo manejó esa Fiscalía? ¿Usted puede meterle $ 40.000 millones a un proyecto académico y después destruirlo y acabarlo? ¿De dónde sacamos que una Fiscalía arma una universidad, le mete toda esa plata y después la destruye?
SEMANA: por último, ¿usted cree que Montealegre está loco o es malvado, es su personalidad?
S. M.: no, la loca era yo, según él. Me iban a decretar una medida dentro de un acto de machismo evidente de Medicina Legal para establecer si yo estaba loca y no podía ejercer como contralora.