JUDICIAL

Ejército deberá pedir perdón por homicidio de universitaria en Buenaventura

Katherine Soto, estudiante de la Universidad del Valle, murió en un operativo tras, presuntamente, ser confundida como guerrilla de las Farc.

20 de agosto de 2020
| Foto: León Darío Peláez

El Tribunal Superior de Cali ordenó que en un plazo de máximo cinco días el Ejército Nacional deberá pedir excusas públicas a la familia de Katherine Soto, una estudiante universitaria asesinada durante un operativo a mediados de 2007 en Buenaventura.

Esta es la segunda vez que un fallo ordena al Ejército pedir perdón por el hecho, pues una sentencia fue proferida por el Consejo de Estado en 2019, sin embargo, la institución no la acató.

Por eso, la madre de Katherine, Julieta Ospina, interpuso una tutela ante el Tribunal Superior de Cali, que además le ordenó al Ejército realizar un acto público de reconocimiento de responsabilidad y ofrecimiento de disculpas por los hechos en los que resultó muerta la joven.

También pidió la “adopción del estudio de riesgo y medidas de protección que requiera la demandante, además de la instalación de una placa en un lugar visible de la ciudad que permita recordar y conmemorar los hechos ocurridos.

Soto, quien era alumna de la Universidad del Valle, fue asesinada tras ser confundida por uniformados como miembro de la guerrilla de las Farc, el 3 de agosto de 2007 en el sector de San Cipriano en Buenaventura.

Según la investigación, soldados que patrullaban la zona abrieron fuego en un puente sobre el río Dagua y también hirieron gravemente al novio de la joven, Rolando Quintero.

Tras conocer el fallo del tribunal Superior de Cali, la madre de Katherine dijo: “No es mucho, pero al menos se está reconociendo que fue un error, que ellos cometieron un error, que no se siga cometiendo tanto crimen, que se haga justicia. Que tantos muertos de estos falsos positivos no queden en la impunidad”.

La mujer contó a Radio Nacional que, tras 13 años de lo ocurrido, no hay mayores avances en el proceso penal pues solo se han adelantado tres audiencias y ninguno de los ocho uniformados del Ejército implicados en el crimen ha sido cobijado con medida alguna.

“La justicia está en cero. No ha habido una sentencia, nadie está detenido, no van a las audiencias, ósea que eso ha sido una burla para mí porque pues yo muy ilusionada pensando que van a hacer algo y no pasa nada”, denunció la mujer