NACIÓN
Ejército habría dado de baja a alias Uriel, el mediático cabecilla del ELN
El guerrillero reconoció que el grupo armado incitó a destruir decenas de CAI en Bogotá. Las autoridades están confirmando la identidad del cuerpo.
Este domingo, las Fuerzas Militares realizaron un operativo en el que habría sido dado de baja alias Uriel, cabecilla del frente de Guerra Occidental del ELN y uno de los líderes más mediáticos de esa guerrilla. Las autoridades están confirmando las huellas dactilares para verificar que se trate de uno de los líderes de ese grupo guerrillero.
Otro golpe de nuestras @FuerzasMilCol al narcoterrorismo, en la madrugada de hoy, ubicaron campamento de ‘Uriel’, comandante del Eln.
— Santiago Valencia G. (@sanvalgo) October 25, 2020
Este narcoterrorista apoyó la destrucción de los CAI durante las protestas en Bogotá.https://t.co/0vx9KsNfui
A finales de septiembre el guerrillero reconoció que el grupo armado infiltró las protestas e incitó a destruir decenas de CAI.
¿Quién es Uriel?
Alias Uriel se dio a conocer como cabecilla del frente de guerra del ELN en el Chocó, departamento que en los últimos años se ha convertido en epicentro de una disputa territorial entre esa guerrilla y la banda narcotraficante conocida como Clan del Golfo.
El guerrillero también ha sido uno de los líderes de la insurgencia más mediáticos e incluso está conectado a redes sociales, aunque nunca descubre su rostro ante las cámaras.
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Vistiendo pasamontañas o una pañoleta con los colores de la guerrilla, alias Uriel ha tenido intervenciones en varios medios de comunicación. Hasta ahora lo han entrevistado la agencia de noticias AFP y emisoras como Blu Radio y Caracol Radio, donde ha hablado sobre la ruptura de los diálogos de paz con el Gobierno, los planes del ELN e incluso la participación de milicias urbanas en las recientes protestas en Bogotá.
En junio de 2019 advirtió que, contrario a la exigencia del Gobierno y las autoridades, la guerrilla nunca renunciaría al narcotráfico y los recursos de la droga con que financian sus actos terroristas.
Tampoco dejarían atrás la instalación de minas antipersona ni el secuestro, la principal exigencia que el presidente Duque ha hecho a ese grupo para retomar el proceso de desarme.
“Son tributos de guerra y como en cualquier otro espacio, cuando no se pagan los tributos, hay privación de la libertad para forzar ese pago”, explicó a la AFP en medio de la selva chocoana.
Sin embargo, también dijo que los diálogos estaban interrumpidos “por culpa del Gobierno. Es el Gobierno nacional el que no considera al ELN un interlocutor válido”.
“Este es un Gobierno proclive a los acuerdos de paz, pero eso son problemas que debe resolver la clase dominante”, acusó el jefe guerrillero.
Esas intervenciones en medios de comunicación tuvieron un fuerte eco y rechazo entre la opinión pública, por lo que durante meses se mantuvo en silencio. Pero en medio de las protestas en Bogotá y otras ciudades a finales de septiembre, se adjudicó participación en hechos de vandalismo y ataques contra instalaciones de la Policía en la capital.
El 25 de septiembre afirmó en entrevista con Caracol Radio que la guerrilla apoyaba la protesta social y que el ELN “es una organización con un solo mando”, por lo que las órdenes dadas “son acatadas por todos los frentes”, afirmación contraria a lo que voceros históricos de esa guerrilla han dicho durante años.