PROVIDENCIA
El 90 % del bosque seco de Providencia se vio afectado por el huracan Iota: Instituto Humboldt
Con imágenes satelitales, el Instituto Humboldt estimó cuáles fueron las áreas de coberturas terrestres más impactadas luego del huracán. El 90 % del bosque seco tropical de la isla se vio afectado.
Iota, el único huracán de categoría cinco registrado en Colombia el pasado 17 de noviembre, no sólo causó impactos en el 100 % de la infraestructura de Providencia, la isla caribeña colombiana que tiene una extensión de 1.700 hectáreas y está habitada por más de 5.000 personas. Los fuertes vientos, de hasta 230 kilómetros por hora, perjudicaron los ecosistemas terrestres y la biodiversidad de la isla.
Según pudo evidenciar el Instituto Humboldt, por cuenta de Iota hubo mortalidad en la vegetación por el desprendimiento y la pérdida del follaje, además de cambios en la dinámica de los manglares y una posible salinización de los suelos.
Con el fin de estimar qué tanto fue el grado de afectación de las coberturas de vegetación en Providencia, el Instituto usó sensores remotos e imágenes satelitales de entre 1986 y 2020 para analizar el antes y el después de los ecosistemas terrestres de la isla.
“Esta información nos permitió ver qué tan verde quedó la vegetación y así estimar las áreas que estuvieron más afectadas. Por ejemplo, evidenciamos que la isla vio afectado un 90 % de su bosque seco tropical, en especial en las zonas ubicadas hacia el norte, justo donde está asentada la mayoría de la población”, dijo Jose Manuel Ochoa, coordinador del programa de evaluación y monitoreo de la biodiversidad del Instituto Humboldt.
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Según Ochoa, este análisis permitió a su vez identificar las áreas que pueden servir de fuente tanto del material vegetal como de las especies en términos de biodiversidad, “para así restablecer las otras zonas que necesitan ser recuperadas. También evaluamos los posibles efectos en los servicios ecosistémicos de la isla, como el de regulación de agua, clave para la supervivencia de las comunidades locales y la biodiversidad de la zona”, dijo el experto.
Uno de los resultados de este análisis es que las zonas de manglares tuvieron un efecto que redujo el impacto del paso del huracán en Providencia sobre las viviendas. Según Ochoa, esto demuestra que los manglares afectados deben ser priorizados para su recuperación, “ya que prestan una mayor provisión en términos ecosistémicos a la población”.
Providencia desde el espacio
Para observar el cambio en las coberturas vegetales de Providencia, el Instituto Humboldt primero analizó siete imágenes ópticas de la plataforma Google Earth Engine desde 1986 hasta 2020, obtenidas de los sensores Landsat-5 y Sentinel 2. Luego, los expertos tuvieron acceso a dos imágenes PlanetScope para estimar las afectaciones del huracán Iota en la isla, una del 13 y otra del 20 de noviembre de 2020.
Con los insumos satelitales del antes y el después de Providencia, el Instituto Humboldt aplicó el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) que permitió observar los cambios en la textura en las áreas de vegetación debido al arranque de los árboles y arbustos.
”La pérdida de vegetación también se evidencia por el hecho que la fisonomía del terreno se puede ver con una mayor claridad en la imagen posterior al huracán. Algunas vías y ríos como el Lazy Hill, que antes era prácticamente imperceptible para el sensor, se observa con absoluta claridad en la imagen posterior al paso del huracán”, indica Ochoa.
El sur de Providencia fue el que menos sufrió de pérdida de vegetación. “Las imágenes revelaron tonalidades de amarillo y verde claro, lo que estaría mostrando cambios menos drásticos. Esto nos permite pensar que son las zonas fuente de biodiversidad de donde partirá la recuperación de la isla”, aclara el experto.
El análisis del Humboldt revela alteraciones en otros ecosistemas y áreas de Providencia tras el paso de Iota como cambios importantes en la coloración de los humedales, algo que para Ochoa puede estar relacionado con la pérdida de sedimentos.
La biodiversidad de la isla
El Instituto Humboldt reveló que los ecosistemas terrestres de Providencia y Santa Catalina albergan 561 especies de fauna y flora, de las cuales cinco son endémicas (dos de plantas y tres reptiles). Este listado, que incluye un total de 4.238 registros, está representado en 178 especies de plantas, 217 peces, 140 aves, 17 reptiles, cinco insectos, tres mamíferos y un anfibio.
Para el ecosistema marino fueron identificadas 498 especies (una endémica) con un total de 3.303 registros, de las cuales 45 especies son plantas, 281 peces, 65 aves, tres insectos y cuatro reptiles.
El levantamiento reveló que entre 22 y 23 especies de ecosistemas terrestres y marinos respectivamente están en alguna categoría de amenaza, según una revisión de los listados de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Según Ochoa, la fauna y flora terrestre, en especial la asociada al bosque seco tropical, pudo ser la más afectada tras el paso del huracán. “Seguimos trabajando en la línea base de información ambiental en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, insumo que incluirá las propuestas de implementación estratégica para la recuperación de la biodiversidad”.