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El alcalde Carlos Fernando Galán reveló que Bogotá podría entrar en alerta roja por la situación en los embalses

El alcalde Carlos Galán alertó sobre la posibilidad de que Bogotá entre en ‘alerta roja’ debido a la disminución de los embalses.

Redacción Nación
15 de diciembre de 2024
El alcalde de Bogotá, Carlos F. Galán, reveló que la situación de los embalses podría llevar a la capital a declarar 'alerta roja'.
La Alcaldía de Bogotá señaló que, si persiste la baja en los embalses, la ciudad podría declarar una 'alerta roja' en el futuro cercano. | Foto: Composición de SEMANA: con imágenes de la Alcaldía de Bogotá

La situación hídrica en Bogotá sigue siendo alarmante. A pesar de que la Alcaldía había anunciado el levantamiento de la medida de racionamiento entre el 23 de diciembre de 2024 y el 6 de enero de 2025, los recientes informes de los embalses muestran una disminución preocupante en los niveles de agua.

La crisis podría estar lejos de resolverse, y el alcalde Carlos Fernando Galán dejó claro que la ‘alerta roja’ podría ser inminente si la situación no mejora.

Descenso preocupante de los embalses

En los primeros días de diciembre, el sistema Chingaza, que incluye los embalses Chuza y San Rafael, sufrió una nueva caída en sus niveles de agua. Según los datos más recientes de la Alcaldía de Bogotá, entre el 25 de noviembre y el 13 de diciembre, los niveles pasaron de 53,27 % a 49,91 %.

Esta disminución refleja una tendencia que podría poner en riesgo el abastecimiento de agua para millones de bogotanos.

El alcalde Carlos Fernando Galán, y organismos de control, visitaron el embalse de Chuza, del Sistema Chingaza.
En diciembre, el sistema Chingaza, que incluye los embalses Chuza y San Rafael, bajó del 53,27 % al 49,91 %, según la Alcaldía de Bogotá. | Foto: Alcaldía de Bogotá

El alcalde Galán explicó que, a pesar de la medida de racionamiento levantada para las festividades, se debe seguir evaluando constantemente la situación de los embalses para evitar que la ciudad llegue a una crisis más profunda.

La prioridad, dijo el mandatario, es garantizar que haya suficiente “colchón” de agua antes de tomar decisiones definitivas.

Evaluación continua: ¿Qué depara el futuro cercano?

El alcalde destacó que el comportamiento del consumo de agua en Bogotá durante la última semana de diciembre y la primera de enero será crucial para determinar los siguientes pasos.

A través de una entrevista con Red+, el alcalde mencionó que: “Valoramos qué pasa durante la última semana de diciembre y la primera de enero. Pedí que hicieran un cálculo técnico de lo que se había visto en los últimos años y, en promedio, se ha reducido en 5 % el consumo de agua”.

La Alcaldía también reveló que, al 14 de diciembre, el consumo de agua en la ciudad era de 16,38 m³/s, mientras que los niveles de los embalses de Chingaza se encontraban en 49,68 %. Esto resalta la vulnerabilidad de la ciudad en caso de que no se tomen acciones inmediatas para controlar el consumo de agua y garantizar un suministro estable.

Al 14 de diciembre, el consumo de agua en Bogotá era de 16,38 m³/s, mientras que los embalses de Chingaza se encontraban al 49,68 %, según la Alcaldía, lo que pone en riesgo el suministro de agua.
Con un consumo de agua de 16,38 m³/s y los embalses de Chingaza al 49,68 %, la Alcaldía de Bogotá advierte sobre la vulnerabilidad de la ciudad ante la crisis hídrica. | Foto: Tomada de x @Bogota

Posibilidad de ‘alerta roja’ y las recomendaciones para el ahorro de agua

El alcalde también señaló a través de la entrevista del medio citado que:“Asumiendo que no entrara ni una gota de agua a Chingaza, tendríamos 178 días para declarar alerta roja, es decir, seis meses. Aun así, en la alerta roja, tendríamos dos meses más de agua”.

A pesar de este pronóstico, destacó que en la fase de alerta roja la ciudad seguiría contando con dos meses adicionales de agua, lo que daría tiempo para implementar medidas más estrictas.

Para prevenir la crisis, la Alcaldía de Bogotá ha emitido una serie de recomendaciones para el ahorro de agua, entre las cuales se incluyen prácticas como:

  • No acumular agua durante los turnos de racionamiento, reutilizar el agua de la lavadora para la descarga de sanitarios, y reducir al máximo el tiempo de riego de jardines. Además, se recomienda evitar el uso de mangueras para lavar los vehículos y utilizar balde y trapo en su lugar.