POLÉMICA

Judith Pinedo: ¿acusación o persecución política?

La exalcaldesa de Cartagena Judith Pinedo irá a juicio por permitirle al Hotel Dann regularizar la posesión de un terreno baldío en el que está la piscina desde hace más de 45 años. Argumentan que era playa, pero muchos sospechan una persecución política.

7 de octubre de 2017
El Concejo autorizó a la Alcaldía, entonces a cargo de Judith Pinedo, para vender cientos de baldíos que el Estado le había entregado tras una actualización. Entre estos, se registró uno de 240 metros (marcado en la foto) que ocupa el Hotel Dann desde hace 45 años, que la alcaldía le vendió a precio comercial. La Fiscalía local cree que la venta fue ilegal y que hubo peculado.

Mientras Cartagena está sumida en una profunda crisis de gobernabilidad, en la que el alcalde está preso por serias denuncias de corrupción y 14 de los 19 concejales permanecen en la mira de la Fiscalía, la exalcaldesa Judith Pinedo, una de las pocas que terminó su periodo con un alta aprobación y reconocimiento por su buen trabajo, también podría terminar en la cárcel gracias a un absurdo y macondiano juicio.

La Fiscalía acusa a Pinedo, junto con otros funcionarios y asesores de su administración como la exsecretaria de Hacienda Vivian Eljaiek Juan, de los presuntos delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación. Esto porque dentro de la enajenación que hicieron de numerosos terrenos baldíos, el Distrito le vendió un lote de 240 metros cuadrados al Hotel Dann en El Laguito, el mismo terreno que ocupa desde hace 45 años y en el que está construida parte de la piscina.

El caso se remonta a 1999 cuando la ciudad recibió de la Nación cientos de terrenos baldíos, muchos de ellos ocupados, que fueron escriturados a nombre del Distrito, como exige la ley. Siete años después, en 2006, el Concejo Distrital facultó a la administración para vender los baldíos con el fin de obtener recursos para inversión social.

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Dentro de las propiedades enajenadas, y previamente valoradas por peritos, estaba el terreno de 240 metros del Dann. Como era lógico, la Alcaldía se lo vendió al hotel por 207 millones de pesos, pues los ocupantes tienen la prioridad. Sin embargo, frente a unas denuncias del concejal William García, opositor de la alcaldesa, la venta quedó suspendida y la Fiscalía Seccional empezó las investigaciones.

Tras varios años, la Fiscalía acusó a la excaldesa y demás implicados, incluido el gerente del hotel, porque considera que el terreno vendido se encontraba en zona de playa, y como tal es un bien de uso público que no podía ser enajenado, sino restituido. Además, denunció que no hubo licitación y que el avalúo fue inferior al precio por metro cuadrado en la misma zona.

Para rebatir la acusación, los abogados defensores tienen varias pruebas para demostrarles a la Fiscalía y al juez que el bien no es de uso público. En poder de la misma Fiscalía está, desde el año 2011, un estudio de Policía Judicial que ubica el terreno en discusión dentro del Hotel Dann, en límites con la playa y no como parte de esta. Vale la pena aclarar que el establecimiento hotelero se encuentra construido sobre un lote de 2.145 metros de la urbanización El Laguito. En ese estudio dirigido al fiscal Álvaro Hernández Pianetta está claramente ubicado el cuestionado polígono. Además, un trabajo del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac) indica que efectivamente el terreno hacía parte del lote original del hotel.

También sorprende que el Distrito de Cartagena, que sería el afectado, no participa en el proceso. El denunciante es Juan Diego Useche, quien tenía contiguo al hotel –ese sí en zona de playa–, un chiringuito en donde vendía licores y comidas. Este negocio se sostuvo con la venia de la Dimar durante una década, hasta cuando el alcalde de la localidad 1 lo desalojó porque no le renovaron el permiso.

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Sobre este proceso hay varias hipótesis. Ha tomado fuerza en la ciudad la de que se trata de una persecución política contra la exalcaldesa, suposición fundada en el simple hecho de que los denunciantes debieron objetar la escritura del terreno hace 10 años y no la venta. Esta cuenta con todos los soportes de legalidad que le da la propia escritura, el Acuerdo 030 de 2006 y la identificación del lote por la Policía Judicial y por el Igac. De hecho, la Procuraduría General de la Nación, en fallo de enero de 2016, determinó que el bien objeto de la venta no tenía la condición de playa, sino de un baldío que podía ser objeto de venta.

En las próximas semanas el juez de primera instancia decidirá, tras ocho años, si la exalcaldesa y sus funcionarios son responsables o no. Lo increíble es que los cartageneros mayores de 50 años recuerdan que la piscina del Apartahotel Las Velas (hoy Dann), en el barrio El Laguito, era el sitio preferido de las estrellas de cine de películas rodadas en la ciudad en los años setenta y ochenta, como La misión y El corsario negro. La misma, que para los demandantes y la Fiscalía, es una playa.