Nación
El caso de Sara Sofía Galván: la historia que Colombia no olvida
Este viernes, tras una petición de nulidad, quedaron libres los principales sospechosos de la desaparición de la pequeña Sara Sofía. Esta es la historia completa del caso.
El país no olvida a Sara Sofía Galván, la menor de solo dos años de edad que se ha convertido en el símbolo de una tragedia. Las versiones encontradas, las frías confesiones de Carolina Galván, madre de niña, y la se su pareja, Nilson Díaz, hacen que la opinión pública no olvide este caso y, peor aún, no se expliquen cómo la jueza los dejó en libertad. Justamente, se cumplen siete meses desde el día en que Sara Sofía Galván salió de su casa y más de seis meses desde que se dejó de saber sobre su paradero.
Son muchas las preguntas que quedan en el aire: ¿fue arrojada al río Tunjuelito? ¿Qué pasó realmente?
El pasado 18 de febrero, Carolina Galván Cuesta, la madre de Sara Sofía, sorprendió a las autoridades con su frialdad. Como si no se tratara de su propia hija, llevó a la Policía hasta el sitio exacto desde donde, según su primera versión, habría arrojado a la pequeña a un caño del río Tunjuelito, en el sur de Bogotá. Algo que posteriormente no quedaría tan claro.
De otro lado, en una declaración hace varias semanas, en la cárcel La Picota, Nilson Díaz, pareja sentimental de Carolina Galván, reiteró a la Fiscalía que la pequeña Sara Sofía Galván, quien se encuentra desaparecida desde hace más de 6 meses, murió el pasado 27 de enero. Díaz contó que, junto con su pareja, decidieron llevar su cuerpo al río Tunjuelito, donde dijo que lo lanzó en horas de la tarde.
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La frase fue estremecedora para quienes siguen de cerca el caso: “Sarita no está viva. No la busquen en otro lugar que no sea el caño Tunjuelito, porque allá fue donde la dejé yo mismo”, aseguró.
Las pruebas de ADN que se realizaron a Carolina Galván, madre de la pequeña, y a su compañero sentimental, Nilson Díaz, surgen de la necesidad generada, en criterio de la Fiscalía, tras los hallazgos en diligencias de allanamiento a la vivienda que compartían en el centro de Bogotá y donde los investigadores ubicaron rastros de sangre.
En medio de las investigaciones, la madre de la menor habló en entrevista exclusiva con SEMANA. Allí contó la historia señalando que “la niña duró tres días que no despertaba y ese día salí temprano de la casa, a las siete de la mañana, y la niña quedó ahí. Cuando a las cinco de la tarde regreso, no encuentro a la niña”, dijo en ese momento.
La mujer de 20 años afirma que ella no la mató y tampoco se atreve a asegurar que su expareja sentimental, Nilson Díaz, lo haya hecho. Sin embargo, en su relato expresa que la niña el pasado 27 de enero no despertaba y que por eso no tiene tampoco certeza de que se encuentre viva.
“El cuerpito de la niña ya no estaba en la casa. Le empecé a preguntar al compañero con quien vivía dónde estaba la niña, y él no me quería decir nada, me salía con excusas, que después me decía; no me quería decir la verdad sobre dónde estaba la niña. Y seguí preguntándole hasta que me dijo que la niña estaba, supuestamente, en el caño. Yo me pasé a dar una vueltica al caño para ver si estaba ahí, y nada, no la pude encontrar tampoco, desafortunadamente”.
Su relato continuó: “El 27 de enero en la mañana, la niña estaba lo más de bien, normal. Él me estaba obligando a que yo me prostituyera para darle la plata para el apartamento. Ese mismo día salí a las once de la mañana de la casa a trabajar. Cuando regreso, a las cuatro de la tarde, encuentro a la niña dormida. Más tardecito, como a las siete de la noche, él se para a mirar a la niña. Mandó a los hijos de él para la sala, y me llamó y me dijo: Carolina, venga, y yo me paré y él me mostró. La niña estaba botando como una espumita por la nariz, dormida, no despertaba”.
Varios meses después, el caso acaba de tener un nuevo capítulo que podría generar mucha indignación tras quedar en libertad tanto Carolina Galván como Nilson Diaz. La juez segunda penal del Circuito Especializado de Bogotá fue contundente al señalar los errores en los que incurrió la Fiscalía a la hora de hacer la imputación de cargos en contra de los capturados. Advirtió que el relato de los hechos que hizo el fiscal del caso fue una exposición deficiente y confusa, de ahí la nulidad que invocó la defensa y que confirmó la juez.
Justamente, la juez criticó el papel de la Fiscalía en lo que calificó como “falta de claridad” de lo ocurrido con Sara Sofía. Por su parte, el ente investigador retiró la apelación. En este caso, lo que podría haber, según expertos consultados por SEMANA, es una nueva captura y por ende una nueva imputación. El caso continúa abierto.