El caso de una maestra extorsionada con fotos íntimas resolvió un asesinato

En principio, la desaparición de José Hermosilla no parecía tener nada en común con el caso de sexting del que estaba siendo víctima una profesora. Las denuncias llegaron por aparte a las autoridades de la Guajira. Sin embargo, el Gaula de la Policía jaló la cuerda hasta que la resolución de un delito los llevó a esclarecer el otro.

A comienzos de marzo, la espoda de José Hermosilla, un ornamentador guajiro, llegó ante la Policía a denunciar la desaparición de su marido. La última noticia que tuvo de él es que había ido a buscar dinero para pagar un flete necesario en una obra de la que estaba participando.

Pocos días después, una profesora de 23 años acudió al Gaula para denunciar que un desconocido la estaba extorsionando con unas fotos íntimas suyas. A la docente le habían robado su celular y ahora un desconocido la amenazaba con publicar ese contenido si no pagaba 700.000 pesos.

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El Gaula montó la trampa. La mujer acudió a pagar la extorsión en Maicao y, en ese momento, los policías capturaron al extorsionista, quien resultó ser alias Yuma, un albañil de 26 años. Pero con ese operativo no paró la investigación. Los agentes querían establecer entonces los demás participantes de ese delito.

Lo que descubrieron, al fin, es que el hombre hacía parte de una banda delincuencial. Y que ese grupo era el responsable de la desaparición de Hermosilla. Las pesquisas llevaron a los investigadores hasta el patio de una casa en Maicao, donde encontraron enterrado el cuerpo del hombre que, hasta ese momento, estaba desaparecido.

Entretanto, los policías capturaron a alias José, un vigilante que habría participado en el secuestro, la tortura, el asesinato y la desaparición del ornamentador. Una hallazgo al que jamás habrían llegado de no ser por la denuncia de sexting de la profesora guajira.