¿Por qué está el Código Electoral en la mira?

El debate sobre el nuevo Código Electoral centrará la atención del Congreso en el cierre de la legislatura. La arremetida del exvicepresidente Germán Vargas Lleras prendió las alarmas, pues calificó la iniciativa como un “adefesio” y advirtió que detrás había burocracia, despilfarro, corrupción, y mermelada de por medio para ser aprobada.

¿Qué está pasando? Nadie duda de que el Código Electoral, que data de 1986, necesita ponerse a tono con la transformación de la política y la tecnología. Modernizar la forma en que los colombianos votan es una necesidad. Pero las críticas sobre la neutralidad de la autoridad electoral han sembrado dudas sobre lo que se puede aprobar antes del 16 de diciembre.

Los principales reparos están en las facultades que tendría el presidente y el registrador sobre los delegados departamentales, el crecimiento en la nómina de la Registraduría, y la posibilidad de que los funcionarios puedan ser removidos por razones más políticas que técnicas. Cualquier intento de politización o de clientelismo es delicado, y más cuando el país está a punto de entrar en la campaña preelectoral de 2022. Por esa razón, uno de los puntos álgidos es el de los delegados departamentales. Se creará un nuevo delegado que le responderá al registrador nacional y habrá otro dedicado a los asuntos relacionados con el registro civil. Es decir, 33 nuevos cargos, cada uno por departamento. ¿Cómo se escogerán y con qué criterio? ¿De dónde llegarán las hojas de vida? ¿Cómo se garantizará la meritocracia?

“Crear más cargos en una pandemia no es conveniente. ¿Cómo puede haber municipios que no tienen juez, que no tienen Fiscalía o policía judicial, pero en cambio sí van a tener dos registradores? Eso uno no lo entiende”, advirtió la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático. El proyecto tiene mensaje de urgencia por parte del Gobierno y todo indica que saldrá adelante antes de que los congresistas salgan de vacaciones. La discusión se da bajo un ambiente enrarecido, pues el procurador Fernando Carillo ha dicho que el proyecto se queda corto. En una carta enviada al presidente del Senado, Arturo Char, Carrillo dijo que la reforma no se puede aprobar a las carreras y no aborda temas de fondo.

Uno de los puntos más polémicos tiene que ver con la modalidad del voto. El remoto, que era completamente digital, se eliminó por las dudas que generaba. “En ningún país del mundo se les ha ocurrido la idea de poner a la gente a votar a través de una aplicación o de un correo electrónico”, dijo el senador Rodrigo Lara. El registrador Alexánder Vega tiene otra opinión. “Resulta necesario apostarles a la tecnología y a una nueva arquitectura institucional, que nos permitan brindar transparencia y asumir los retos que suponen realizar elecciones seguras, ágiles, confiables e inclusivas”, le dijo Vega a SEMANA.

De la reforma se suprimió el voto remoto, pero se mantiene el mixto. Eso quiere decir que los colombianos podrán sufragar a través de un dispositivo, aunque se tendrá que hacer presencialmente y con un respaldo físico. Este modelo funcionaría a partir de 2022 en un porcentaje de las mesas. También se implementará el voto anticipado para los colombianos en el exterior, no obstante, a pesar de que se harán algunos pilotos, no regirá en las próximas elecciones.

Otra de las dudas es frente al software que se pondrá en marcha. En el nuevo Código se establece que contará con auditores de sistemas y con un comité de seguimiento, conformado por miembros de universidades, de la autoridad civil y delegados de los partidos. Pero ¿quién se encargará del control y administración de esta tecnología? ¿El Consejo Nacional Electoral, la Registraduría? Aún no es claro.

El proyecto ya pasó su primer debate en una sesión conjunta de las comisiones primeras de Cámara y Senado. La discusión en la plenaria del Senado se daría contra reloj. El presidente Iván Duque, sin mencionar a nadie, salió en defensa de la reforma y dijo que no es improvisada. Aún faltan debates y controversias para saber finalmente cómo quedará la norma que regulará las elecciones en Colombia.