ORDEN PÚBLICO
“El cofre del silencio” y otras seis reveladoras frases de la carta de Romaña
La misiva del líder disidente de las FARC, dirigida a Timochenko, Pastor Alape y Carlos Lozada está llena de acusaciones y expresiones amenazantes. “Respetémonos y cuidémonos los unos con los otros, porque de todos lados hay rabo de paja”. Exclusivo.
Romaña fue uno de los comandantes más sanguinarios de las FARC. Le llamaron “el zar del secuestro”, pues a su cargo estuvo esa repudiable práctica de la guerra en el país. En sus años en esas filas ganó una macabra celebridad por inventar las pescas milagrosas y por participar en varias de las tomas guerrilleras más duras, como jefe de distintos frentes del Bloque Oriental.
Una vez se firmó la paz, Romaña hizo varias apariciones en su vida civil, pero en esas salidas justificó de nuevo el secuestro y encendió una polvareda. Pocos meses después fue parte del primer grupo de disidentes que decidieron armarse e irse con Iván Márquez y Jesús Santrich al monte. Desde allí, según ha contado el mismo Rodrigo Londoño, jefe de la FARC y antes Timochenko, han intentado asesinarlo. “No tengo ninguna duda de eso", dijo recientemente Londoño.
La carta que conoció SEMANA en exclusiva, que escribe Romaña desde la clandestinidad, muestra de manera detallada lo que han sido esos meses después de la deserción y la forma como desde el monte les ha enviado mensajes y amenazas a sus antiguos compañeros de batalla. Estos son los “punticos”, como él llama, más significativos de esta misiva, que según el disidente escribe “un poco en desorden y sin rencores, no con el afán de que se aparezcan y se agranden más los problemas entre nosotros que nunca pensé que se iban a presentar”.
1. “No entiendo por qué entonces ahora, y ya desde hace algún tiempito, ustedes se han puesto a denigrar de mí”
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Romaña le contesta así a Carlos Antonio Lozada, a quien acusa de estar difundiendo versiones que no son ciertas sobre quienes han desertado del Proceso de Paz. “Me trata de latifundista y sin ideales revolucionarios y hasta ahora nos han tildado de narcotraficantes desconociéndonos la trayectoria que tenemos, porque es que hasta se ha dicho que desde antes de la firma del acuerdo éramos unos delincuentes”, asegura. Romaña dice que esa estrategia de desprestigio no se ha visto en ninguna guerrilla desmovilizada del mundo, en el que sean los mismos combatientes los que se pongan a hablar mal de los otros “haciéndole el favor al enemigo gratis”.
2. “Yo tengo muchos secretos que como revolucionario creo que deben quedar en ese cofre de silencio”
Romaña les advierte a sus antiguos camaradas que él tiene mucha información sobre ellos. La principal y más sensible tiene que ver con uno de los secretos mejor guardados de esa organización: sus bienes. Cuando se desmovilizaron generó controversia que en la entrega del inventario de propiedades apenas aparecían algunas cosas. Sin embargo, Romaña asegura que ese listado real lo tiene Lozada. “Yo tengo muchos secretos que como revolucionario creo que deben quedar en ese cofre de silencio. Pero ustedes parece que con tal de arrimarse más al Gobierno han decidido desatar una campaña de desprestigio en público y en privado. Para no ir lejos, por ahí estuve escuchando todo lo que fueron a decirle a los estudiantes de La Habana, y qué tal entonces que yo me ponga a responder en público cómo es que son las cosas. Cuándo, cómo y para qué se adquirieron las tierras de las cuales Carlos tiene todo el inventario y la ubicación. Eso es de mala leche, porque es que no es solo el asunto de tierras, que si por eso fuera no tengo bolsillos para echar eso y cargarlo para donde ando tratando de continuar el proceso revolucionario”, sostiene.
3. “Nunca voy a levantar la mano contra nadie que haya sido mi compañero de lucha”
La carta también habla de uno de los temas tabú después de la desmovilización, la idea de que detrás de las muertes de excombatientes de las FARC están las mismas disidencias de ese grupo. Esa tesis la han sostenido las autoridades, pero también los mismos líderes de la guerrilla desmovilizada hoy en la vida civil. De hecho, Rodrigo Londoño dijo en una reciente entrevista con SEMANA que no tenía duda de que detrás de los intentos de asesinato en su contra estaban Iván Márquez y Romaña. "Si ustedes no están de acuerdo con lo que estamos haciendo, no hay problema y eso se respeta. Pero respeten nuestra decisión también. O es que no se han dado cuenta que desde el principio estamos tratando de no entrar en contradicción pública, pero ustedes ya se están pasando. Y debe quedarles claro que de mi parte nunca voy a levantar la mano contra nadie que haya sido mi compañero de lucha y eso es lo que está decidido, así que ninguna gracia tiene que ustedes, para congraciarse con el Estado, nos echen la culpa de las muertes que se están produciendo contra la militancia de la Rosa y la dirigencia popular. Solo falta que digan que el chulo que mató a Dimar era un guerrillero que se disfrazó de soldado para cometer el asesinato”, señala Romaña.
4. “Respetémonos y cuidémonos los unos con los otros, porque de todos lados hay rabo de paja”
La carta está fechada en diciembre de 2019, casi diez meses antes de que las FARC reconocieran el asesinato de Álvaro Gómez. Y en esta, ya Romaña le sacaba en cara ese asesinato. "Qué tal que nos pongamos a recordar cómo fue la participación de Carlos Antonio en la muerte de Álvaro Gómez o el envío de cositas con el hijo de Federico ya estando en la etapa inicial del Proceso de Paz (¿recuerda lo que me contó en el campamento de Santo Domingo muy contento porque iba a coronar y no era precisamente a la reina de Colombia?). O qué tal que nos pusiéramos a hablar un poco de las causas de las muertes de varios comandantes, o que hiciéramos las cuentas sobre el oro, los millones de dólares y otros que personalmente le entregué a Carlos Antonio en tiempos de la Conferencia”, señala.
En la misiva, Romaña le suelta esta frase: “Respetémonos y cuidémonos los unos con los otros, porque de todos lados hay rabo de paja”.
5. “Los apartamentos para instalar punto 50 para dar de baja a Naranjo”
En la serie de “punticos” que Romaña quiere recordarle a Lozada hay uno que llama la atención y que parece ser un plan para asesinar a “Naranjo”. Aunque la carta no lo dice, podría tratarse del exgeneral Óscar Naranjo, quien también fue negociador en La Habana. “Y habría que hablar de apartamentos, balnearios, casas, lotes, infraestructura en la capital para trabajo urbano, o de los apartamentos para instalar punto 50 para dar de baja a Naranjo, o de los RPG que están en Bogotá, de todo lo cual conoce y tiene manejo Carlos Antonio sin que ello aparezca en ningún inventario o registro”.
6. “Vamos a comenzar a llamar compañeros que suenan como testaferros”
Romaña agrega que “esta es solo la puntica de todos los asuntos que estamos en mora de tratar, porque también hay temas que tienen que ver directamente con Timochenko y con Pastor. Por ejemplo, los recursos en dinero y oro que se entregaron después de la firma de Acuerdo en Cauca, Nariño, Antioquia (...) Para su conocimiento, vamos a comenzar a llamar compañeros que suenan como testaferros y tenederos de bienes que cada uno de ustedes conoce en todo el país, incluidos familiares y amigos”. Con esto le advierte que sabe a nombre de quiénes están los bienes de la guerrilla y que está dispuesto a delatarlos.
7. “A mí la diplomacia ya se me acabó”
“A mí la diplomacia ya se me acabó, así en el resto de compañeros todavía exista de sobra", termina Romaña su misiva. Agrega que "así que para no enredar a más nadie si existe algún reclamo, aclaración o acuerdo, espero la respuesta sea directa por el conducto que ustedes vean para rápido y seguro, sin involucrar a más nadie, para que ningún problema se agrande. Ustedes saben que éramos una sola familia y nos conocemos las mañas, así que tal como nosotros sabemos qué hacen y qué no hacen o comen ustedes, también allá saben lo que nosotros hacemos o no hacemos o comemos”. Al final de la carta, Romaña escribe una nota en la que dice conocer sobre los “planes” de sus excompañeros para mandar a asesinarlo a él y a otros ex-FARC. “Estoy al tanto de las diligencias que ustedes han hecho para mandar a matar a algunos compañeros. Por ejemplo, Carlos Antonio primero mandó a matar a Róbinson y a Chucho, ellos no lo saben y afortunadamente a los que buscaron saben dónde ponen las garzas”. Y después me mandó a matar a mí (enero 2018); para su conocimiento, en la oficina que usted contrató hay amigos míos.