Nación
¡El colmo! Desde la cárcel, alias 19, cabecilla de la primera línea, usa redes sociales y promueve protestas
Fue capturado por torturar a policías y vecinos del suroccidente de Bogotá, como parte del autodenominado grupo Resistencia Portal de las Américas.
El pasado 7 de agosto Sergio Andrés Pastor, alias 19, fue capturado por la Policía luego de una investigación que permitió identificar que sería el responsable de los actos de tortura en contra de varios uniformados de la Policía y algunos vecinos del suroccidente de Bogotá. Un juez concluyó que era un peligro para la sociedad y lo envió a una cárcel. Sin embargo, desde su sitio de reclusión, al parecer, siguió publicando en sus redes sociales mensajes alusivos a la primera línea.
Los investigadores que trabajan en la identificación y captura de estas organizaciones criminales como la primera línea, no salen del asombro al observar que sin ninguna restricción y como si estuviera en la casa, alias 19 aparentemente tiene un celular y hace todo tipo de publicaciones desde la cárcel.
Al revisar el perfil se observa sin problema las recientes publicaciones de alias 19, todas acompañadas de mensajes sobre su actual situación, es decir, privado de la libertad. Incluso comparte videos en vivo donde otros integrantes de la primera línea advierten que siguen haciendo presencia en diferentes sectores de Bogotá.
“¡Seguiré por todos, lucharé por todos sin excepción! ¡No hay cárceles ni cementerios que nos logren callar! Pueden encarcelarnos, pero nunca detenernos. Recuerden: ¡dentro de cada uno de ustedes hay una idea y las ideas son a prueba de balas!”, se lee en las publicaciones que hizo el pasado 12 de noviembre, cuando se supone, está privado de la libertad y sin beneficios, como acceso a internet o aparatos electrónicos.
“Efímera libertad”, repite en cada publicación, que supuestamente hace alias 19 desde su sitio de reclusión, a la que suma el #CuerposPresosMentesLibres. Esos contenidos son los que llaman la atención de los investigadores que incluso arriesgaron su vida en un trabajo de seguimiento para dar con su captura y ahora, después de su judicialización, parece disfrutar y hasta burlar con el manejo abierto de redes sociales.
Alias 19 presenta algunas imágenes de su celda, que parece normal, de no ser porque luce bastante decorada y hasta con luces neón que ayudan a ambientar las fotografías y videos que hace. En sus redes sociales publica algunas fotos desde su celda y a través de los barrotes, como dando más fuerza a los comentarios sobre la libertad y de cómo las rejas no frenan su propósito, de hecho lo alientan.
“Hoy hace 2 meses encerraron una idea que aún está dispuesta a dar el todo por el todo. Ya son 5 meses desde aquel 28 de abril y aún seguimos y seguiremos resistiendo. Envío un saludo muy grande a todas esas almas libres, diciéndoles que esto sigue y no vamos a parar. ¿Quieren callarnos? Pero nacimos gritando”, se lee en las publicaciones que están en su perfil de redes sociales.
Hace una semana una juez de control de garantías envió a la cárcel a 10 presuntos integrantes de la llamada primera línea en la calle 80, nuevamente en Bogotá. Lo hizo al negar la detención domiciliaria por considerar entre otros aspectos, que desde sus casas podrían continuar alentando la violencia a través de las redes sociales, que se convirtieron en la catapulta para masificar el mensaje de odio.
Lo que llama la atención ahora es que ni siquiera en la cárcel se logra evitar que aprovechen las redes sociales para movilizar y amplificar lo que justamente quería evitar la juez con la medida de aseguramiento, que los mensajes destinados a alentar la violencia se difundan.
Desde el Inpec confirmaron que efectivamente alias 19 se encuentra en La Picota, justamente el lugar que, irónicamente, se convirtió en plataforma o escenario de difusión de sus mensajes a través de las redes sociales y seguramente con los equipos tecnológicos que se lo permiten. Aseguraron que iniciarán las acciones disciplinarias en contra de alias 19, además de adelantar los procedimientos de registro y traslado a celdas de aislamiento por la mala conducta dentro del penal.