Bogotá
El complicado panorama de las camas UCI para covid-19 en Bogotá
La administración distrital y las agremiaciones médicas están en alerta por el acelerado crecimiento de contagios. Temen que la ocupación de estas unidades alcance el 95 %, una situación que podría desembocar en una catástrofe.
Tanto la Administración Distrital como los expertos coinciden con que este ha sido el pico más complejo de contagio de covid-19, donde la velocidad pareciera ir sin freno. Algunos han atribuido este descalabro de las medidas de bioseguridad en la ciudad a la llegada de las cepas británica y brasilera. A eso hay que sumarle el absoluto relajamiento del autocuidado por parte de los ciudadanos.
Expertos epidemiólogos han comparado este pico con la situación vivida por Italia a inicios de la pandemia. “Esta tercera ola en Colombia ha sido de una magnitud sin precedentes de lo que habíamos visto en nuestro país, se parece a esa primera ola cuando afecto a Italia y a España en ese crecimiento tan acelerado”, dice el profesor de Epidemiología de la Universidad Javeriana, Diego Roselli.
El Colegio Médico de Bogotá ha hecho un llamado, que parece más una exigencia tanto al Gobierno Nacional como a la Administración Distrital, para que se tomen una serie de medidas de cara a la alta ocupación de camas UCI en la ciudad. Entre ellas están: declarar de manera inmediata la alerta roja hospitalaria nacional, tomar todas las medidas requeridas para descongestionar los servicios de urgencias y hospitalización, controlar de manera estricta el aforo en el transporte público, replantear el modelo de cuarentena actual, activar de manera efectiva el Prass (pruebas, rastreos, aislamientos selectivo y sostenible) y evaluar la alternancia en el sector educativo.
En este mismo comunicado el Colegio Médico hace un llamado para meterle el acelerador a la vacunación en el país. “El Plan Nacional de Vacunación no se ha cumplido ni siquiera en los términos que el Gobierno anunció, poniendo en riesgo la salud de la población, desde el CMB llamamos a la transparencia, eficacia y agilidad en la vacunación”.
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Varios sectores, e incluso la ciudadanía, piden al Distrito que se aumente el número de camas UCI en la ciudad. Aunque es posible, la dificultar estaría encontrar el personal para atender estas camas. Epidemiólogos expertos que están en primera línea de atención señalan que no hay tiempo para la capacitación en pleno tercer pico. Otros dicen, que, de ser necesario, es primordial capacitarlos de manera integral y bajo un plan completo de formación.
“Personal médico hay, pero habría que capacitarlo, y no como el año pasado que hubo algunos cursos virtuales y jornadas cortas, sino plantear un verdadero plan de formación, esto podría ayudar a optimizar el recurso humano especializado y altamente especializado. En el largo plazo esta situación debería hacer que se replantee la oferta y oportunidad de formación de personal de la salud en el país”, señala el médico epidemiólogo de la Universidad Javeriana, Oscar Gómez.
De aquí el temor de llegar a un colapso del sistema si se alcanza el 100% de ocupación. Leonard Maiguel, infectólogo de la Universidad Manuela Beltrán ha señalado que de llegar al 95 %, Bogotá empezaría a tener un panorama crítico. Para que eso no suceda es importante continuar con medidas en la ciudad y sobre todo con el autocuidado. Es ahí donde está la clave en la disminución de casos que a diario aumentan en la capital del país.
A este difícil panorama se suma el estado de salud del personal médico. Llevan un año de pandemia sin descanso. Ni siquiera en los valles de contagio, cuando ha habido una disminución de enfermos graves, han podido tener un descanso. Situación que se complica en los picos, lo que ha hecho que el impacto en la salud de personal médico sea más agudo.
“El agotamiento físico, mental, emocional de los profesionales de la salud es altísimo, hay personas ya con ansiedad, con depresión, realmente si la pandemia continúa de manera indefinida tendríamos una verdadera catástrofe emocional y mental entre los profesionales de la salud” señala Leonard Maiguel, infectólogo de la Universidad Manuela Beltrán.
Ahora lo que se espera son más medidas en Bogotá que permitan disminuir la velocidad del contagio y evitar que la ocupación de camas UCI supere el 95 %. La pandemia se ha convertido en un círculo vicioso. Durante los picos, los ciudadanos intentan sobrevivir al coronavirus y cuando empiezan a estabilizarse las cifras, la ciudad y el país entero se preparan de nuevo para luchar contra la otra pandemia: el hambre y el desempleo. Esto mientras se lo permita el siguiente pico, en donde se vuelven a imponer las cuarentenas y las restricciones para poder seguir sobreviviendo en medio de una guerra mundial en contra de un enemigo invisible.