POLÍTICA

El Congreso se prepara para discutir reformas a las Fuerzas Militares

Los senadores Antonio Sanguino e Iván Cepeda radicarán iniciativas para modificar el sistema de ascensos y exigir más controles a las labores de inteligencia y contrainteligencia.

17 de julio de 2020
Uno de los mayores interrogantes es el ascenso de los altos mandos militares. | Foto: Oliver Ehmig

Los senadores Antonio Sanguino e Iván Cepeda presentarán proyectos de reforma a las Fuerzas Militares. Según dicen, el objetivo es que “sirvan para la consolidación de la construcción de paz” y para evitar que se repitan casos de corrupción o violación de derechos humanos por parte de los uniformados.

“Hemos visto una serie de acontecimientos que ponen dudas sobre si en las Fuerzas Armadas se están haciendo los debidos controles, si han vuelto los falsos positivos, los vínculos de altos mandos del Ejército a través de redes de corrupción, en lo denominado a la Operación Bastón y lo denunciado por SEMANA, la violencia sexual contra menores, entre otros casos”, dijo Cepeda, senador del Polo Democrático.

Sanguino, en la misma línea, asegura que este paquete legislativo surge a raíz de lo que se ha denunciado en pasados debates de control político y que “responden a la coherencia” de lo que han expuesto. Así mismo, “se derivan de una situación en materia de derechos humanos por la actuación de miembros de la Fuerza Pública”.

Los senadores aclararon que lo que buscan con estos proyectos no es atacar a las instituciones, sino “incrementar la legitimidad de la fuerza pública y así deben ser entendidos. Que las personas honestas de las Fuerzas Militares estén rodeadas de amplia legitimidad y esto se derive en el cumplimiento y acatamiento de los estándares de los derechos humanos”.

Uno de los proyectos que mencionaron los congresistas es el que busca que se regule y se controle el ascenso de los miembros de la Fuerza Pública. Señalan que se ha evidenciado que en ocasiones quienes son ascendidos están envueltos en escándalos o están siendo investigados por diferentes hechos.

Recuerdan que uno de los casos más polémicos se dio hace un año cuando se ascendió al general Nicacio Martínez en medio de controversias, por directrices en el Ejército que podrían dar pie al regreso de los falsos positivos.

Sanguino y Cepeda proponen que “se suspendan los ascensos de generales e insignias de la Fuerza Pública de aquellos uniformados que estén investigados o vinculados a investigaciones previas o sean sujetos de denuncia por genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra, así como falsos positivos, interceptaciones legales o tolerancia de grupos armados al margen de la ley, entre otras”.

Igualmente, los congresistas señalan que esto se complementará con otro proyecto que propone "reformar el Sistema Nacional de Depuración de Datos y Archivos de Inteligencia y Contrainteligencia" el cual busca que las personas que sean víctimas de actos ilegales y sujetos de inteligencia, tengan derecho de acceder a esa información, según dicen, con el fin de evitar que puedan ser interceptados periodistas, políticos opositores y magistrados, conociendo los hechos que se han presentado al respecto recientemente.

Así mismo, piden que sean publicadas las hojas de vida en la página web del Ejército y de cada autoridad para conocer la trayectoria de quienes esperan ser ascendidos, y poder evaluar su pertinencia por lo menos con diez días de anticipación, especialmente para revisar si el uniformado tiene las cualidades y no presenta investigaciones previas o escándalos.

Según comentan los congresistas, nunca antes se ha negado un ascenso de miembros de la Fuerza Pública por parte del Congreso, por lo que con este proyecto buscan que el Legislativo, que es quien realiza este procedimiento, pueda hacer un debido control del desempeño de los miembros de las Fuerzas Militares y de Policía.

Otro de los proyectos que irá en este paquete legislativo y que incluirá a otros congresistas es uno que busca reformar el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), por los recientes hechos de violencia injustificada en movilizaciones.

Los congresistas también radicarán otro proyecto para sustituir el servicio militar obligatorio por un servicio social de paz.

Por otro lado, Cepeda dijo que al iniciar la legislatura, volverán a insistir en la acción de tutela que presentó junto con una veintena de congresistas para conocer un informe en relación con la presencia de una brigada élite de los Estados Unidos con el fin de que el Congreso, en el término de sus funciones, pueda aprobar o rechazar su presencia, evaluando si se viola la soberanía nacional.

Sin duda, este paquete legislativo de proyectos despertará ampollas en los debates de la nueva legislatura, como ya se ha evidenciado que sucede cuando se discuten temas relacionados a las Fuerzas Militares.