Si a un colombiano de a pie se le pregunta qué es la Dipol es probable que no tenga ni idea. Sin embargo, en los últimos años esta central de inteligencia de la Policía ha sido la responsable de golpes estratégicos que han dejado fuera de combate a comandantes guerrilleros, como Raúl Reyes, el Mono Jojoy o Alfonso Cano, y a otros 500 subversivos.
La Dipol también ha sido la columna vertebral de las operaciones para desarticular los grandes carteles y capturar a los grandes capos del narcotráfico y de las bandas criminales. Es decir, con poco ruido brinda muchos resultados.
Por esa razón, el presidente Juan Manuel Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, determinaron que la Dipol o Central de Inteligencia de la Policía debía ser la punta de lanza de la nueva estrategia de seguridad ciudadana. La idea de fondo es que esa experiencia, acumulada durante años de lucha contra el crimen organizado, sea ahora utilizada para atacar los delitos que más afectan a los ciudadanos en todo el país.
Pero lo interesante es que para ello construyeron la más moderna central de información que existe en América Latina para combatir el crimen. El edificio, que será inaugurado en los próximos días, es un complejo de siete pisos, dos de ellos subterráneos, denominado Centro Integrado de Información e Inteligencia para la Seguridad Ciudadana CI3 24/7.
“El CI3 hace parte del redireccionamiento de nuestra labor”, explicó a SEMANA el director de la Policía, general José Roberto León Riaño. “Las guerrillas han dejado de ser una amenaza que pueda desestabilizar el Estado. Hoy ya no hay un narco que domine el negocio de la droga o que ponga contra las cuerdas al gobierno. La ‘vida útil’ de los narcos no supera los dos años cuando ya es arrestado. Algo similar ha pasado con las bandas criminales.
Pasamos de tener 33 hace cuatro años a solo cinco en la actualidad y de esas solo una, Los Urabeños, es relevante. Todo esto nos lleva a un cambio de chip y el énfasis ahora es la seguridad ciudadana, combatir con esa misma eficiencia los delitos que afectan a cualquier persona y allí va a ser fundamental el CI3 24/7”, dice el general León (ver entrevista en semana.com).
Con todos los juguetes
Lo primero que llama la atención del lugar donde está ubicado el nuevo centro de inteligencia es el sobrio edificio, cuya estructura es similar a la sede que tiene la Dipol hace más de 15 años en el norte de Bogotá. A simple vista no impacta. Sin embargo, lo que resulta descrestante se encuentra en el interior de la mole de ladrillos. En uno de los dos sótanos hay una gigantesca sala cuyas paredes de más de tres metros de altura están totalmente cubiertas con pantallas de plasma desde el piso hasta el techo.
Allí se encuentran cerca de 50 de los más de 400 analistas de inteligencia que tendrá ese edificio y que estarán a pocos metros de sus otros 700 compañeros en la mole contigua. A pesar de la juventud de la gran mayoría, casi todos tienen formación en diferentes disciplinas universitarias y aquellos que están destinados a trabajar exclusivamente en el CI3 24/7 llevan dos años capacitándose en el nuevo sistema, que entrará en operación en pocos días.
“La fortaleza está en la capacidad de recolectar una gran cantidad de información y de poderla procesar adecuadamente en tiempo real para poder tomar decisiones, anticiparse y prevenir”, explicó el coronel Jorge Luis Vargas, director de la Dipol, quien hace pocas semanas recibió en Chicago, Estados Unidos, un reconocimiento de la International Association of Law Enforcement Intelligence Analysts, la asociación que agrupa a las entidades de inteligencia policial del continente.
El corazón del sistema está centrado en gigantescos computadores con capacidad para procesar más de 4 millones de datos en pocos segundos. No hay ningún otro como este en Colombia. El desarrollo estuvo a cargo de un grupo de ingenieros de IBM, quienes junto a oficiales de la Dipol crearon un sistema criollo que tuvo como base los modelos tecnológicos que utiliza Europol, el Departamento de Estado de Estados Unidos y la Policía de Nueva York, entre otros.
“Por medio de diferentes convenios se tiene acceso en esta primera fase a más de 95 bases de datos públicas y privadas, fuera de las que tiene la propia Policía, lo que permite hacer infinidad de cruces de información en tiempo real y por ende un mejor análisis y diagnóstico”, explicó uno de los oficiales encargados.
Con toda esa información, la Policía espera dar un salto en el combate al crimen. Por ejemplo, en el caso del robo de celulares, “el sistema cruza datos que indican cuáles son los puntos críticos en Bogotá, Pereira o Mocoa, o cualquier otra ciudad del país en donde más roban celulares. Se tienen los datos de quiénes son los ladrones o las bandas y el sistema analiza cuáles son las horas y cómo se mueven exactamente”. Gracias al acceso a más de 700 cámaras de video de vigilancia pública y privada se podría tener la imagen de ese ladrón.
Esta se puede cruzar, por ejemplo, con los elementos biográficos que tiene la Registraduría sobre esa persona y con los datos de las autoridades para saber su prontuario. El analista cruza toda esa información y la devuelve al policía que está en la calle, a través de un dispositivo tecnológico especial similar a un pequeño datáfono, que ya cargan más de 8.000 agentes en la calle.
Todo esto, que antes tomaba semanas o meses, ahora se podrá hacer en pocos minutos y es aplicable a más de 700 conductas que afectan a los ciudadanos de a pie. El flujo de información sobre cualquier delito, así como las alertas que arroja el sistema, fluye de manera constante las 24 horas del día y se refleja en la gigantescas pantallas y computadores especiales que tiene el CI3.
Este modelo de inteligencia, que solo se veía en las películas de ciencia ficción, tras cuatro años de desarrollo y una inversión que ronda los 15 millones de dólares finalmente se pondrá manos a la obra en los próximos días.