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El criticado discurso del presidente del Congreso, Ernesto Macías

Las palabras de Macías se convirtieron en tendencia en las redes sociales con un discurso que fue calificado como revanchista. Líderes de opinión señalaron la contradicción con el mensaje de unidad, en el que hizo énfasis el nuevo presidente Iván Duque.

7 de agosto de 2018
| Foto: Guillermo Torres

El discurso del presidente del Congreso Ernesto Macías, durante la posesión presidencial, fue calificado como vengativo, revanchista e inapropiado. Mientras hablaba, algunos congresistas anunciaron su retiro de la Plaza de Bolívar. Sus palabras contrastaron con las primeras frases que el presidente electo Iván Duque le dirigió al país: el primer mandatario llamó a la unidad y a la reflexión.

“El país que Iván Duque recibe", fue la frase que utilizó el presidente del Senado para comenzar a enlistar las críticas al gobierno de Juan Manuel Santos. El contenido de su intervención fue prácticamente una repetición del aviso publicado el mismo día por el Centro Democrático en El Tiempo. "En lo social, en lo económico y en lo institucional... un país atemorizado porque regresaron los crímenes a uniformados de la fuerza pública, reaparecieron los secuestros, y creció la extorsión”.

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El presidente del Congreso no se quedó ahí y fue subiendo el tono. Recordó la postura del Centro Democrático en la campaña del No durante el plebiscito, y aseguró que el acuerdo de paz con las Farc se había hecho a costa de “masacrar” las instituciones. Desconoció que hubiera existido conflicto armado y retomó esa frase de Uribe de que en Colombia solo existió “una amenaza terrorista contra el Estado". Justo en ese momento, el vendaval tumbó una de las banderas que adornaban las columnas del Capitolio. Varios de los congresistas que apoyaron la paz, liderados por Roy Barreras, se retiraron del acto.

Macías no ahorró elogios para el expresidente Álvaro Uribe Vélez: "Permítanme en este solemne acto rendirle el más sentido homenaje al expresidente Álvaro Uribe Vélez, por su grandeza. Es oportuno, hacerle un reconocimiento por haber salvado a Colombia de la inviabilidad; porque si bien es cierto, Uribe en el 2010, no dejó el país convertido en un paraíso, si lo entregó recuperado y con buenas tendencias". Y al final aseguró que el exmandatario saldrá bien librado del proceso ante la Corte Suprema de Justicia pues es inocente de los cargos de manipulación de testigos que le endilgan. Uribe le dio las gracias. 

En uno de los apartes de su intervención, destacó las capacidades de Duque como estadista "para conducir bien el gobierno y sacar a Colombia del socavón en que la recibe". Y siguió enumerando una a una las críticas al gobierno Santos, asegurando que en Colombia hay un crecimiento exponencial de organizaciones criminales "como el ELN, el EPL, las disfrazadas disidencias de las Farc y las bacrim. Grupos terroristas que se financian con el narcotráfico y la minería criminal".

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El presidente del Senado aseguró que para firmar el acuerdo de paz no era necesario hacer trizas la Constitución ni las instituciones, porque en Colombia "no ha existido una guerra civil ni un conflicto armado, sino una amenaza terrorista contra el Estado". 

Macías le pidió a las autoridades judiciales dar celeridad a las investigaciones sobre casos emblemáticos de corrupción como la mermelada, Reficar, el Sena y Odebrecht que -afirma- involucra de forma grave a la campaña del expresidente Santos y a altos funcionarios del Estado. Para políticos y líderes de opinión -incluso afines al nuevo gobierno- las palabras de Macías estuvieron a desatono con el mensaje de unidad en el que sí fue enfático el presidente Duque. 

Entre los retos del nuevo gobierno -dijo Macías- está el sacar adelante una reforma a la justicia: "Los colombianos esperan ver a sus jueces pronunciándose estrictamente en derecho y que sus fallos no se vean afectados por sus inclinaciones políticas, por sentimientos personales o por otros intereses".