El debate por la empanada más cara del mundo

Desde hace varios días uno de los principales temas de conversación, principalmente en Bogotá, podría parecer exótico: la empanada. Este popular alimento ha sido objeto de columnas de opinión, programas de radio y se volvió en un tema viral despertando todo tipo de pasiones.

El asunto comenzó el viernes 15 de febrero y desde entonces no ha dejado de estar en boca de muchos. Ese día un hombre fue multado por la policía por comprar una empanada en un puesto callejero en el tradicional barrio La Castellana. Los uniformados adelantaban un operativo de recuperación del espacio público y cuando llegaron donde a la vendedora de empanadas para desalojarla un joven se acercó para realizar una compra.

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"Cuando llegué los policías ya estaban en el lugar. Al principio no me dijeron nada a pesar de que vieron que yo estaba comprando. Estuvieron todo el tiempo grabándome y yo no entendía por qué. Ya cuando me la estaba comiendo llegaron a pedirme la cédula", contó el hombre a una emisora.

"Yo no sabía que eso daba multa. Los policías, pese a estar todo el tiempo viendo la situación, en ningún momento se acercaron para avisarme o prevenirme de eso. Al final tengo que pagar una multa de más de $800.000, la empanada más cara que me he comido en mi vida", dijo el ciudadano.

Realmente la multa que le fue impuesta a este joven contempla una sanción de 883.000 pesos, lo que sin duda convierte esa compra en la empanada más cara del mundo.

Cuando el tema se conoció, las redes sociales estallaron con todo tipo de comentarios, la mayoría indignados por la actitud de los uniformados. Fue tal la presión que la policía tuvo que salir a explicar en un comunicado lo ocurrido, e incluso designó un oficial para atender el caso de la empanada más cara del mundo.

Según explicó la institución, la multa impuesta al joven es una sanción que está especificada en el artículo 140 del Código de Policía y establece que las personas que promuevan el uso o la invasión del espacio público deberán pagar una multa tipo 4. Según  las autoridades, cualquier ciudadano que sea sorprendido comprando un producto en la calle a un vendedor ambulante puede ser sancionado con esa multa de 883.000 pesos.

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A pesar de las explicaciones oficiales la polémica continuó. Muchos cuestionan que por esta vía se busque acabar con los vendedores que ocupan el espacio público. No pocos también han afirmado que es una contradicción que en un país con altos índices de desempleo se pretenda limitar los espacios que tienen las personas dedicadas a empleos informales, como las ventas ambulantes.

En la mañana de este lunes el asunto continuaba. Se conoció que por redes sociales se organizaron colectas para que el joven comprador de la empanada pudiera pagar la multa de 883.000 pesos. Varios  personajes públicos se unieron en esta causa e incluso están  promoviendo una protesta para el próximo jueves en la plaza de Bolívar para apoyar las ventas de empanadas, como una forma de rechazo a este tipo de multas. El debate está servido.