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El desplome de Sergio Fajardo: ¿por qué perdió tantos votos?
Aunque Sergio Fajardo resultó vencedor de la Centro Esperanza, el votante de centro hoy no tiene quién lo represente. Esos votos podrían inclinar la balanza.
La Coalición Centro Esperanza fue uno de los grandes derrotados de la jornada del pasado 13 de marzo, que se convirtió en un pulso inicial para lo que será la primera vuelta presidencial.
La baja votación obtenida en la consulta interpartidista no emocionó a la ciudadanía y quienes se identifican con este sector político se sienten huérfanos de liderazgo.
Sergio Fajardo ganó con 723.084 votos, muy por detrás de los 4.487.551 de Gustavo Petro en el Pacto Histórico o de los 2.160.319 de Federico Gutiérrez en el Equipo por Colombia. El exgobernador de Antioquia también fue superado por Francia Márquez, quien siendo segunda en el Pacto logró 783.160 votos.
A pesar de que los demás candidatos de Centro Esperanza posaron junto a Fajardo el día de la victoria, y se reunieron con él posteriormente, el desgaste de las rencillas internas hace imposible una cohesión total como equipo. En contraste, las demás alianzas tienen cimientos firmes para posibles gobiernos de coalición.
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El proyecto de centro, fracasado, no aprovechó una oportunidad valiosa si se mira en retrospectiva. Todas las encuestas en Colombia advertían cansancio en la ciudadanía por la polarización y las peleas entre los extremos, pero ellos llegaron a hacer lo mismo.
La ‘ola verde’, que, sin maquinarias, llevó a Antanas Mockus a retar al candidato uribista en 2010 con más de 3 millones de votos, parecía ser el comienzo de un camino que conduciría al centro a la Presidencia de Colombia. En 2019, en una llamada segunda ola, se pensaba que los dueños de los reflectores en 2022 iban a ser los grandes ganadores en los territorios.
A pesar de contar con un ambiente propicio, gracias a un presidente de derecha altamente impopular y una población que en gran proporción no se identifica con los extremos, el centro no se pudo salvar a sí mismo de una caída en picada y hoy está en cuidados intensivos.
Las diferencias internas desgastaron
La Coalición Centro Esperanza es la alianza para la presidencia más longeva de todas. Las conversaciones comenzaron en 2019 y a principios de 2021 anunciaron que se unirían para contener la candidatura de Petro. Después, en el mismo tono, las demás fuerzas comenzaron a buscar uniones similares.
Haber comenzado antes no significó sacarles ventaja a los demás. Las peleas constantes les pasaron factura. Después del ‘cónclave’, Íngrid Betancourt causó una implosión cuando cuestionó a Alejandro Gaviria por adherir maquinarias a su campaña. Renunció y desde ahí el ambiente no ha dejado de ser hostil y plagado de acusaciones.
Después de la votación, las relaciones no han mejorado. Una de las decisiones más importantes de esta semana fue la elección de la fórmula vicepresidencial. Inicialmente se habló sobre la posibilidad de que Carlos Amaya, gran sorpresa por ocupar el tercer lugar de la consulta, fuera su fórmula, pero eso generó discusiones.
Por anteriores disgustos con el exgobernador de Boyacá, algunos miembros de la alianza protestaron y propusieron a Mábel Lara, del también perdedor Nuevo Liberalismo. Ante la negativa de la periodista se optó por el exministro Luis Gilberto Murillo, un candidato menos incómodo.
El exministro de Ambiente es un político capaz, estudiado y transparente, pero políticamente no le sumará respaldos a Fajardo ni genera mayor emoción, como lo reconocen varios de ese sector. Además, evidencia la cercanía de esa coalición con el expresidente Juan Manuel Santos, Gobierno del cual Murillo fue ministro. El exgobernador ha sido cercano, entre otros, a Alfonso Prada, exsecretario de esa administración.
Verdes con Petro
La Alianza Verde, ganadora del domingo pasado por pasar de 19 a 29 curules en el Congreso, no se siente representada por Sergio Fajardo. SEMANA habló con varios líderes importantes del partido y todos coincidieron en que es inminente un apoyo oficial a Gustavo Petro. Esto incluiría a las bases que Amaya congregó para sacar su destacada votación.
El partido quiere, por medio de otros alternativos, ganar la presidencia y se sienten optimistas en cabeza de Petro. Sienten que Fajardo no los representa y que hay desgaste.
Por sus anteriores candidaturas y por su cercanía con Mockus, Fajardo contaba con muchos adeptos en el interior del partido, pero esos apoyos no aparecieron.
La división entre el exgobernador de Antioquia y la colectividad no es nueva. El candidato no los tiene en cuenta y Claudia López, una de sus principales aliadas, comenzó a acercarse a Petro unas semanas antes de la contienda. Angélica Lozano votó por Alejandro Gaviria en la consulta y ahora podría apostarle a algo distinto en primera vuelta.
Los nuevos congresistas, la bancada actual y el ejecutivo nacional se reunirán el jueves y el viernes de la próxima semana. En principio, se hará un reconocimiento a los que salieron victoriosos en las elecciones y, posteriormente, se discutirá el camino hacia la primera vuelta.
La reunión estaba prevista en un contexto de segunda vuelta, pero los pobres resultados del centro obligaron a que se tome una decisión para el 29 de mayo. SEMANA se comunicó con un alto directivo del partido, quien aseguró que hay ambiente para irse con Petro. La decisión se tomará en colectivo y se espera un amplio pero ágil diálogo entre todos los sectores del partido. Si eso ocurre, sería un golpe duro para Fajardo.
Son escasos y menores los apoyos internos que le quedan a Fajardo. Entre ellos, destaca la representante Catalina Ortiz, quien viene de Compromiso Ciudadano y es su jefe de debate, y Juanita Goebertus, representante que decidió no volver a aspirar por una curul.
Ingrid va por el centro huérfano
Sergio Fajardo e Íngrid Betancourt, amigos con anterioridad y dos personas que logran ponerse de acuerdo en muchas cosas, buscan congregar el voto del centro. La aspirante por el Verde Oxígeno asegura que es clave una unión entre los dos, pero argumenta que deberá ser en cabeza suya.
Los dos tienen algo en común: rechazan el voto de maquinaria que el pasado domingo puso más de 18 millones para elegir Congreso.
Betancourt ya invitó a Fajardo a su campaña y asegura que es la posibilidad clara para llegar a la presidencia. Al igual que varios líderes del Verde, también le cobra su falta de contundencia y toma de decisión.
En conversación con SEMANA, aseguró que lo que se vio el domingo pasado fue un castigo por dejar entrar a las maquinarias a la coalición y que es prueba de la falta de protagonismo de Fajardo. “Creo que Sergio probó en estas primarias que no era el líder que necesita el centro. Es la reflexión que hacemos todos”, dijo.
Íngrid fue clara al destacar cuáles son sus diferencias con el exgobernador. “Yo tomo decisiones. A mí no me da miedo, no postergo, no dilato y no me acomodo”.
De esa manera, su plan es recoger el reclamo por un liderazgo y lo ve como una oportunidad de cara a la primera vuelta. Invitará, entre otros sectores, a la Alianza Verde, para que la acompañen en su proyecto.
Otros piensan que el naufragio del voto de centro podría migrar a los extremos y será un objetivo para todos los candidatos en la disputa. Betancourt tiene fe de que se una en torno a ella.
El analista Carlos Suárez considera que todavía existe una gran parte de los votos indecisos por congregar. “Son casi 9 millones de colombianos que participan en política, que no son abstencionistas por naturaleza y que les dijeron a todos los que están en esa pelea que no los representan”, aseguró Suárez, CEO de Estrategia & Poder.
Con Gutiérrez y Petro como los más opcionados para llegar a primera vuelta, los sectores alternativos que no están satisfechos con la Centro Esperanza deberán moverse rápido en busca de una estrategia ganadora.
La ambiciosa apuesta por la coalición de centro terminó fallida, con varios simpatizantes reacios a otro resultado adverso en primera vuelta. Un sector político que lo tuvo todo para ganar terminó contribuyendo a que, tal como en 2018, las principales opciones sean derecha o izquierda.