Exclusivo: el comandante del Ejército y el director de la Policía responden a todo

Vicky Dávila: La gente está angustiada por la inseguridad. Todos los días hay noticias de las regiones y de las ciudades. ¿Es un problema de percepción o están disparados los crímenes?

General Eduardo Enrique Zapateiro: Con toda seguridad pensaría que es percepción. Hay casos en todo el país que se están presentando. Pero con la Policía estamos trabajando duro, en todo el territorio, haciendo lo que nos corresponde. Somos la piedra en el zapato de los bandidos. Hace poco le decía al señor presidente que las acciones terroristas suelen ser producto del desespero. Cuando hay confusión en esas estructuras, es porque están desesperados. Nuestras operaciones los tienen muy desconcertados. Estamos golpeando duramente al narcotráfico, que es a lo único que están dedicadas estas estructuras criminales.

V.D.: General Vargas, la situación en las ciudades es alarmante: atracos, tiroteos y asaltos incluso a la Conferencia Episcopal, en plena Semana Santa.

General Jorge Luis Vargas: Antes de contestarle, gracias por esta invitación. Nos encontramos en el despacho de mi general Zapateiro como siempre, los dos de cara al país, trabajando juntos, integrados, estas dos fuerzas que tanto, que tanto quieren a los colombianos y nos sacrificamos por todos nuestros compatriotas. Ahora, cualquier hecho que suceda a los colombianos siempre nos tiene que preocupar. En el tema de la Conferencia Episcopal, se conformó un grupo de alto nivel. Creemos que tenían una información privilegiada. Todo lo que sucede en Bogotá le duele a Colombia. Los ataques sicariales, la delincuencia, entre otros, tienen un avance investigativo muy importante. Pero quisiera leerle cifras que son muy objetivas. Bogotá es la ciudad que, proporcionalmente hablando, tiene menos homicidios (-17 por ciento) que el promedio. En lesiones personales está en -1 por ciento. El hurto en todas sus modalidades en el -25 por ciento. Tenemos un reto en el hurto de bicicletas. Entiendo que no solo en el país, sino en el mundo hay desesperanza, negativismo, pesimismo. Pero en los hechos, en criminalidad vamos a la baja.

V.D.: ¿Cuáles son esos motivos de inseguridad?

G.V.: Son disputas por rentas criminales, producto del tráfico local de estupefacientes como lo dijo mi general Zapateiro. Ese es el problema. En Colombia, por ejemplo, los homicidios son realizados en un 74 por ciento a partir de esas disputas con armas de fuego y armas cortopunzantes. Nos enfrentamos a delincuentes reincidentes, prolíficos y recurrentes. Pero yo quiero es llenar de esperanza a los colombianos. Hay un trabajo metódico, profesional, articulado.

V.D.: General Zapateiro, ¿qué son las disidencias? ¿Son narcotraficantes puros? No sé si nos pueda reconfirmar algo, que ya es una verdad a gritos, y es que están en Venezuela.

G.Z.: Claro que sí, Vicky, usted ha dicho una verdad. Es un problema sensible. Nuestro presidente lo está trabajando de la manera más quirúrgica para no caer en errores. Estas disidencias engañaron a Colombia y a la comunidad internacional. Estuvieron en los acuerdos de paz, pero siguieron en el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, el boleteo, el reclutamiento forzado. Desde 2019 hemos dado de baja a Cadete, Cachorro, Chamo, Yeison Orejas, el Negro Edward, Gildardo Cucho, Alonso, Jaime Martínez. Todos han venido cayendo y van a seguir cayendo.

V.D.: ¿En el Cauca qué está pasando?

G.V.: El enemigo es la estructura Dagoberto Rojas, con expansión en otros departamentos. Nuestro presidente dio los recursos para crear el comando del Cauca. Y gracias a eso desarticulamos el mando, control y finanzas de la estructura, que pretendía hacer expansión a Huila y Tolima. Ellos buscan recuperar los corredores del narcotráfico.

V.D.: ¿Usted también diría, como el general Vargas, que quiere dar un mensaje de confianza?

G.Z.: Correcto. Hay muchísimo trabajo, muchísimas cifras de lo que estamos logrando. En los primeros meses de 2021, hemos incautado 28.205 kilos de cocaína, mientras que en 2020 esa cifra fue de 11.328. Es decir, un 112 por ciento más. Algo similar pasa con la marihuana. Incautamos 39.151 kilos este año, y el pasado, 22.361, un 75 por ciento más. En uno de los temas más sensibles del país, los menores reclutados en las garras de los bandidos, en los tres primeros meses de 2020 recuperamos 96, y en 2021 llevamos 168 menores.

V.D.: ¿Cómo hacen esto último?

G.Z.: Con Lina Arbeláez, del ICBF, y los consejeros presidenciales, estamos tratando de ofrecerles mejores posibilidades. No es fácil. En el último bombardeo que se hizo a Gentil Duarte, nos dimos cuenta de que estaba la misma menor que ya habíamos recuperado en otra operación y había perdido un brazo. Se había escapado del ICBF para volver al campamento. Esas son realidades que nadie dice. Se oye es a quienes salen a desprestigiar.

V.D.: ¿Le duele y le preocupa cuando hay críticas por los bombardeos en los que hay niños?

G.Z.: Claro que me duele, porque es una estrategia, Vicky.

V.D.: Lo que piden los críticos es que donde haya niños no se bombardee, y que, si se sabe que hay niños, se retiren.

G.Z.: No, un momentico, Vicky. Es importante decirles a esos críticos que lo importante es ir al territorio de Colombia. Es allá donde tenemos que hacer la prevención y protección de los menores. Nosotros enmarcamos nuestras operaciones dentro del DIH y somos respetuosos de los derechos humanos. A esos niños que han quedado heridos en esos bombardeos los hemos asistido de forma inmediata.

V.D.: ¿De quién y por qué?

G.Z.: De todas estas estructuras criminales y de quienes quieren que se deje de bombardear. El bombardeo es una capacidad estratégica. Muchos soldados perdieron la vida para llegar a estos campamentos, quedaron inválidos... No vamos a repetir ese pasado.

V.D.: El ministro de Defensa dice que esos niños son máquinas de guerra. ¿Usted está de acuerdo?

G.Z.: Yo creo que el ministro fue malinterpretado por los colombianos y, de pronto, por los perversos que quieren tergiversar lo que dijo el ministro.

V.D.: ¿Quiénes son esos perversos? ¿Políticos?

G.Z.: Voy a responder con un pasaje bíblico: “Los perversos por sus actos los conoceréis”.

V.D.: General Vargas, sigamos con la inseguridad en Bogotá. La alcaldesa, Claudia López, dice que la producen los venezolanos. ¿Usted está de acuerdo?

G.V.: Lo hemos dicho en repetidas ocasiones: el delito no tiene nacionalidad, no tiene cédula ni pasaporte. Del total de capturados, 56.700 personas, los extranjeros son el 10 por ciento.

V.D.: Entiendo por esa respuesta que no está de acuerdo. Ahora, la alcaldesa de Bogotá es muy crítica con la Policía. ¿Ustedes se sienten respaldados por ella?

G.V.: Trabajamos siempre de la mano con la Alcaldía de Bogotá y con todas.

V.D.: ¿Me excusa le repito? Ella ha dado unas declaraciones en las que, de alguna manera, los deja solos, no los respalda.

G.V.: Vicky, trabajamos con todas las autoridades de la mano. Es lo que los colombianos esperan que hagamos.

V.D.: Le voy a cambiar la pregunta. Cuando atacaron los CAI, Claudia López responsabilizó a la Policía y dijo que ustedes no le hicieron caso. ¿Fue así?

G.V.: Ya con suficiente claridad he indicado que nosotros, los policías, tenemos un deber de actuar frente a cualquier delito. Seguimos coordinando con todas las autoridades en este propósito.

V.D.: También dijo la alcaldesa que a la Policía nadie la habilitaba para sacarles los ojos a los jóvenes.

G.V.: Frente a los hechos del joven Gareth Steven Stella, el caso está en manos de las autoridades. Todo lo que nos han pedido la Fiscalía y la Procuraduría lo hemos enviado. Esperamos que tenga una pronta mejoría. Reitero, frente a cualquier hecho responderá la persona, con respeto a su debido proceso.

V.D.: General Zapateiro, ¿Colombia está en paz tras la firma de los acuerdos de La Habana?

G.Z.: Colombia hoy, Vicky, tiene unas amenazas clarísimas.

V.D.: ¿Pero estamos en paz o no estamos en paz?

G.Z.: Creo que los colombianos son claros en que, si hubiese paz, estaríamos todos tranquilos.

V.D.: O sea, no estamos en paz...

G.Z.: No estaríamos dando esta entrevista.

V.D.: ¿Cuáles son esas amenazas?

G.Z.: Voy a hablar del fenómeno del mal vecino. Cuando yo vivo al lado de la casa del general Vargas y permito que, desde el patio de mi casa, los bandidos hagan fechorías en la casa del general Vargas, el día que los bandidos ya no tengan nada que robarle a él, lógicamente, tendrán que hacerme daño a mí. Es lo que estamos viendo. Nosotros tenemos un gran líder que es el presidente Duque.

V.D.: Cuando dice el mal vecino, me imagino que habla de Venezuela.

G.Z.: A buena entendedora, pocas palabras.

V.D.: ¿Están Iván Márquez, Romaña, el Paisa y Santrich en territorio venezolano?

G.Z.: Eso no es un secreto. Pero nosotros somos respetuosos de esa línea fronteriza y no vamos a cometer errores, hagan ellos lo que hagan. Hay 4.700 personas que han llegado desplazadas a Arauquita, en siete lugares diferentes. Estuvimos con todo el equipo de Gobierno asistiendo, mirando cómo vamos a salir de ese problema para poder devolverlos y que ellos allá asuman su responsabilidad.

V.D.: General Vargas, ¿qué sabe la inteligencia de la Policía sobre estas personas en Venezuela?

G.V.: El fin de semana estuvimos en Arauquita. Pregunté en los albergues, ¿hay presencia de estos narcotraficantes en Venezuela? Y varios me dijeron: “Allá están estas personas del llamado frente 10, que vienen de (Iván) Mordisco y hay unos del ELN”. Otros me indicaron: “Llegan a nuestras casas en Venezuela, se nos llevan las gallinas, los cerdos”. Hay información reiterada que conduce a que (los líderes de las disidencias de las Farc) están en Venezuela. Colombia tiene un pedido de captura a Interpol de Iván Márquez, Jesús Santrich, el Paisa, Romaña y 17 delincuentes.

V.D.: Uno no entiende por qué el régimen de Maduro protege a unos como Iván Márquez y ataca a otros como Iván Mordisco.

G.V.: El señor ministro de la Defensa lo indicó con puntualidad el domingo en Arauca. Él fue claro ante el país en lo que se ha encontrado.

V.D.: Él siempre ha dicho que Márquez, Romaña, el Paisa y Santrich sí están en Venezuela, que es un hecho, que es una realidad.

G.V.: Correcto, Vicky.

V.D.: General Zapateiro, el presidente dijo que la Dagoberto Ramos va a desaparecer. ¿Quiénes son ellos, quién los formó, de quién dependen?

G.Z.: Son los mismos criminales que quieren seguir con el narcotráfico. Todo en ese Cauca, que ha sido tan azotado, tan golpeado, tiene que ver con eso. Nos metimos a espantar el avispero y están las avispas revueltas. Si alguien en el Ejército está superbién orientado es el general John Jairo Rojas, comandante del Comando Específico del Cauca, un soldado guerrero, consciente, inteligente.

V.D.: General Vargas, ¿está de acuerdo con que la lucha antidrogas fracasó? ¿Está de acuerdo con la legalización de las drogas?

G.V.: Yo soy policía. Como policía tengo que cumplir la ley. Y hoy son un delito, tipificado en el Código Penal colombiano. Para nosotros no hay ninguna discusión en este tema. Estoy convencido de que tengo que combatir el narcotráfico, porque es un delito y lo vamos a seguir haciendo.

V.D.: General Zapateiro, ¿cree que, si legalizan las drogas, se acaba el narcotráfico en el mundo? ¿Se acaba este flagelo en Colombia?

G.Z.: Estoy con este escudero. He estado a lo largo de la historia combatiendo el narcotráfico, con Jorge Vargas fuimos exitosos frente a Pablo Escobar. Es un mal no solo para Colombia, sino para el mundo. Esta lucha no nos va a quedar grande. V.D.: General Vargas, ¿se necesita el glifosato?

G.V.: Estamos listos. La base de aspersión en Guaviare está en un 98 por ciento lista, y los aviones también están listos. Estamos a la espera de la orden.

V.D.: ¿Pero el glifosato es dañino para los humanos?

G.V.: Cumplimos con todos los parámetros ambientales y de salud.

V.D.: General Zapateiro, le quiero preguntar por la mujer que le dio una bofetada a un soldado. ¿Qué opina de eso? ¿Por qué pasa eso?

G.Z.: No podemos dejarnos provocar. A ese soldado lo voy a condecorar. Lo doloroso aquí es que se trata de la hija de un coronel del Ejército que trabaja en comisión en el exterior. Quisiera contarles: se va el coronel, llega el invierno, la esposa se enferma de bronquitis, ella viene al país a recuperarse. Pasa esta situación especial con su hija. Muchos me llamaron, “¿Usted va a aguantar esto?”. Ella hoy debe responder a la justicia. Ella fue al día siguiente y pidió disculpas, pero el proceso sigue. Al papá le di la orden de regresar a Colombia para que organice a su familia. Les quiero pedir a los colombianos cariño, respeto, admiración y buen trato.

V.D.: General Vargas, muchos piden que se acabe el Esmad. ¿Podemos vivir sin Esmad?

G.V.: Los miembros del Esmad son disciplinados, pacientes. Son entrenados para aguantar todo tipo de vejámenes, groserías e irrespetos. Tal vez es el cuerpo de los más profesionales, si no el más profesional que tiene la Policía. Son demasiado importantes para una democracia y estamos cumpliendo los protocolos establecidos. Los muchachos del Esmad son unos héroes. De cualquier hecho que tengan que ser investigados, nos ponemos a disposición siempre.

V.D.: Le entiendo, entonces, que Colombia necesita al Esmad, ¿sí o no?

G.V.: Total, sí. La Policía lo necesita. Hoy 106 Policías tienen capacidades similares al Esmad alrededor del planeta.

V.D.: General Zapateiro, recientemente la JEP habló de 6.402 falsos positivos, una cifra que no estaba en las cuentas de prácticamente nadie. ¿Qué piensa usted de eso?

G.Z.: Soy respetuoso de la JEP. Muchos de nuestros hombres tienen que definir su situación allá.V.D.: ¿Pero se sorprendió con la cifra o no?

G.Z.: No quiero ser ligero, no quiero apresurarme.

V.D.: O sea que cree que puede ser que sean 6.402.

G.Z.: No. Lo que digo es que soy respetuoso de todo lo que exprese nuestra JEP.

V.D.: O sea, acepta la cifra.

G.Z.: Soy respetuoso de lo que diga la JEP.

V.D.: Cuando se publicó esa cifra, usted sacó un video en el que se veían unas culebras, y la gente pensó que estaba hablando de la JEP. ¿Qué quería decir?

G.Z.: Quería decirles a los colombianos como se siente ese soldado hoy frente a todas las amenazas existentes. Las víboras son la pandemia, el ELN, las disidencias de las Farc, los GAO (grupos armados organizados). El soldado siempre saldrá victorioso, porque ha jurado defender la institucionalidad.

V.D.: O sea, no estaba hablando de la JEP.

G.Z.: En ningún momento. Aquí somos expertos en tergiversar las cosas, en lanzar granadas de humo. Sigo trabajando por mi país. No van a lograr desconcentrarme.

V.D.: General Vargas, ¿dónde estará la pequeña Sara Sofía?

G.V.: Hay información importante que se está trabajando. Hay un trabajo serio, ordenado por el señor fiscal general. Reservado. A veces no se entiende que la reserva es muy importante en casos como este.

V.D.: Todavía no está claro si la niña está viva, y la madre no parece colaborar. ¿Cuáles son las hipótesis?

G.V.: No puedo indicarlo. Precisamente, por el resultado que esperamos de la investigación, les pedimos a todos que nos permitan mantener la reserva. Se está haciendo un trabajo muy profesional, muy técnico. Espero que me entiendan. Estamos en eso con la Fiscalía.

V.D.: Por favor, contesten la verdad verdadera, ¿les gustaría poder votar?

G.V.: Siempre decimos la verdad. Hay un artículo de la Constitución que nos impide opinar en este aspecto. V.D.: Y lo entiendo. ¿Qué dice el general Zapateiro?

G.Z.: Yo sí puedo opinar, Vicky. Yo soy un soldado, así como Jorge Vargas, un policía. Y estoy al servicio de los colombianos.

V.D.: General Vargas, las redes sociales se han convertido en un lugar de mucha violencia. ¿Cómo están trabajando en eso? ¿Hay impunidad?

G.V.: Este es el tema de la modernidad. Las regulaciones aún se quedan cortas. Hay personas que suplantan. Si uno suplanta en un documento escrito, de inmediato es delito. Pero en esto, como no está tan legislado no solo en Colombia, sino en el mundo, no pasa nada. En la oscuridad del internet pasan muchas cosas: tráfico de armas, de personas, pornografía infantil. Para mí ya no es un mundo virtual, para mí es un mundo real que tiene que ser regulado. Hay generaciones que están creciendo con realidades que no son ciertas. Esto es un debate profundo. El canal digital de SEMANA, que es hoy el número uno en Colombia, Vicky, es de lo bueno. Es decir, yo creo que esto le aporta demasiadas cosas a la humanidad, pero sí tenemos que regular. Y como director general de la Policía quiero ponerlo sobre el tapete.

V.D.: A veces, cuando se habla de regulación, algunos piensan que es coartar la libertad de expresión.

G.V.: No es así. Cuando uno dice regulemos el tráfico, se piensa es en semáforos, vías, señales. Eso es lo que se necesita para que las redes sociales no sean una selva.

V.D.: ¿Se sienten sin los dientes suficientes para poder combatir el delito allí?

G.V.: Sí. Hay gente que se esconde, que enmascara, que engaña y suplanta, y como no hay claridad, muchos se aprovechan. Así destruyen vidas y quedan impunes.

V.D.: ¿Existen las bodeguitas o no existen?

G.V.: Vicky, sí existen, tenemos evidencia clara sobre los Balcanes y en algunos países de Asia. V.D.: ¿Y en Colombia hay?G.V.: Estamos en eso. Donde haya delito, vamos a actuar.

V.D.: General Zapateiro, le parecerá extraña esta pregunta. Tuve una entrevista con Gustavo Petro y él decía que en una Colombia en paz el Ejército se debería dedicar a combatir el cambio climático y a sembrar árboles. ¿Le merece alguna opinión?

G.Z.: Ninguna, es un candidato presidencial. Si llega, pues quien esté ocupando mi cargo tendrá que mirar cómo hace para cumplir esas intenciones. Soy respetuoso de todos los candidatos que quieren asumir el reto de no dejar una Colombia que se nos pueda desviar, una Colombia donde priman dos palabras que están grabadas en una cinta que agarra el cóndor de los Andes con sus garras. Cualquier presidente, cualquier candidato que tenga esas aspiraciones debe garantizar a los colombianos la libertad y el orden.

V.D.: General Vargas, ¿Santrich sí estaba traqueteando o no?

G.V.: Total. No tenemos duda. Aquí hay una orden de la autoridad judicial de Colombia y una orden de la autoridad judicial de los Estados Unidos.

V.D.: Gustavo Petro dijo que él demostró que eso fue un montaje contra Santrich.

G.V.: Esas polémicas, yo no puedo. Hay un pedido de autoridad extranjera que está a lo largo de 196 países que pertenecen a Interpol. Y reconocen que es por narcotráfico.

V.D.: Y en ese mismo sentido, general Zapateiro, ¿es cierto que Iván Márquez, Santrich y Romaña están dedicados al narco puro?

G.Z.: Son eso, no más es lo que son. Narcotraficantes, para que les quede claro a todos los colombianos y al mundo entero.

V.D.: ¿Qué le dice usted a Iván Márquez?

G.Z.: Todos esos criminales le mintieron al país. Todos esos criminales tendrán su día estén donde estén. Aquí en Colombia el Ejército Nacional va a defender la soberanía, la dignidad, el bienestar, la vida, bienes y honra de los colombianos.

V.D.: General Vargas, ¿quiere decirle algo a Iván Márquez y a toda su gente, al Paisa, a Romaña y a Santrich?

G.V.: A cualquier delincuente. Los vamos a capturar. Usaremos todas nuestras capacidades para llevarlos a la justicia con las autoridades internacionales. Los países firmantes de los acuerdos internacionales tienen la obligación, si son parte de Interpol, de hacer efectivas las órdenes de captura. Y no solo me refiero a Márquez, a los miembros de la ‘Narcotalia’, al ELN, a Iván Mordisco. Vamos avanzando con Otoniel. Estamos trabajando muy fuerte.

V.D.: ¿Les quiere decir algo a sus hombres, general Zapateiro?

G.Z.: Liderar con el ejemplo fue la consigna que me heredó mi padre. Mis queridos soldados, hombres y mujeres de este Ejército bicentenario, solo quisiera decirles que me siento muy orgulloso de ser su comandante. Patria, honor, lealtad y ¡ajúa!

V.D.: ¿Qué quiere decir ¡ajúa!?

G.Z.: Abnegación, justicia, unión y arrojo.

V.D.: Y usted, general Vargas, para despedirnos...

G.V.: Lo primero es que los quiero felicitar. Son unos seres humanos abnegados, sacrificados, profesionales y humildes. No se equivocaron en escoger a la Policía como su forma de vida. Más que una profesión, es una forma de servir, de hacer lo correcto, de hacer el bien. Patria, honor y lealtad, porque somos uno.

V.D.: ¿Se arriesga a decir ¡ajúa!?

G.V.: Claro que sí. ¡Ajúa!

G.Z.: Dios y patria.

V.D.: Para despedirlos les quiero decir que aquí no podemos cambiar los valores. Es cierto que algunos uniformados se han equivocado, incluso han cruzado el Código Penal y tienen que pagar. Pero nuestras instituciones, nuestra Policía, nuestro Ejército, nuestra Fuerza Aérea, nuestra Armada son los que nos mantienen seguros, los que nos permiten dormir tranquilos. Que Dios les pague por todo lo que hacen, generales, y a todos sus hombres y mujeres. Me hacen un favor los dos, pueden decirles a todos los policías de Colombia y a todos los militares, hombres y mujeres, de Colombia que los quiero mucho.

G.Z.: Amén, claro que sí, ese mensaje lo llevaremos.