JUDICIAL
Ejército capturó al hermano de Otoniel, jefe del Clan del Golfo
Con la captura de Chengo, como se conocía a Ángel Eusebio Úsuga, Otoniel se queda cada vez más solo, pues la operación se suma a otras recientes en las que varios de sus hombres de confianza han salido del escenario criminal.
Otoniel, el jefe de la banda criminal más grande del país, está cada vez más solo. A la captura de varios se los jefes principales de sus estructuras se le sumó este domingo la de Chengo, el alias de Ángel Eusebio Úsuga, el hermano, el hermano del número uno del Clan del Golfo.
A las 6:45 de la mañana comenzó el operativo, ejecutado por el Ejército en el corregimiento de Nueva Antioquia, en Turbo, donde se escondía Úsuga quien, según las autoridades, se dedicaba al narcotráfico y el transporte de cocaína dentro del Clan del Golfo. Además de manejar laboratorios, también habría sido coordinador del testaferrato.
En los últimos 6 meses, las autoridades han debilitado la cúpula de esa banda criminal con las capturas y muertes de varios altos mandos como Gavilán (el segundo, después de Otoniel), El indio e Inglaterra.
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Tras su detención, Chengo es otro de los hermanos Úsuga que sale del escenario criminal. En enfrentamientos con la Policía ya había muerto Juan de Dios, el mayor, quien junto a Otoniel había hecho carrera en el EPL y las estructuras paramilitares, y quedó al mando del Clan del Golfo luego de la extradición de Don Mario.
Juan de Dios, conocido con los alias de ‘Geovanny’ o ‘el guerrillero’, murió en el 2012 en un enfrentamiento con comandos Jungla de la Dirección de Antinarcóticos, que tomó por asalto la finca donde se encontraba con varios de sus hombres celebrando las fiestas de año nuevo, en la vereda Casa Quemada del municipio de Acandí (Chocó).
Las autoridades enfocan los esfuerzos en Dairo Antonio Úsuga, el hermano que sigue activo pero al parececer cada vez más acorralado en medio de la operación Agamenón, una ofensiva que ha diezmado al Clan y lo ha llevado a intentar medidas como el plan pistola contra los policías, e incluso a pedirle al Gobierno un espacio para someterse a la justicia.