CONFLICTO
¿El ELN estaría dispuesto a defender a Maduro en una eventual guerra?
La historia de la guerrilla en el otro lado de la frontera es de casi 50 años, pero desde hace 20 tomó una nueva dimensión. Informes de inteligencia y otras investigaciones dan cuenta de su presencia en medio país y sus relaciones con elementos del Estado. ¿Cómo se comportarían en caso de una intervención extranjera?
Ha pasado casi medio siglo desde la primera incursión del ELN en Venezuela. Su presencia en el país vecino ha mutado. Del refugio que empezó a ser en los años 70, a un territorio de operaciones a comienzos del nuevo siglo. Y en los últimos años se ha ido convirtiendo en un factor político relevante. Ya no se ve como un invasor, sino como un jugador en el ajedrez de la violencia que se vive en Venezuela, y en una ficha que se mueve al ritmo de la política local. Ahora, en el momento de desestabilidad institucional que incluso amenaza con transformarse en un conflicto de escala internacional, los elenos cobran relevancia como un eventual actor armado de una guerra que hoy no suena descabellado.
Los mismos informes de inteligencia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), de Venezuela, han dado cuenta de la cercanía de los elenos con algunos elementos del estado venezolano. Por su parte, un informe reciente de Insight Crimen, un observatorio del crimen internacional, ubica la presencia de ese grupo en 12 de los 24 estados venezolanos, una situación que difícilmente se daría sin la permisividad de las autoridades.
Pero el ELN no llegó a tal grado de influencia de la noche a la mañana. Sus primeras incursiones en Venezuela se registraron a comienzos de los años 70, cuando esa guerrilla no ajustaba ni una década de existencia y el Ejército, con la famosa Operación Anorí, estuvo a punto de acabar el grupo, luego de matar a varios de los miembros de su cúpula. Los elenos se desplazaron hacia Arauca, sobre la frontera, y algunos la cruzaron buscando escampadero.
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Eventualmente, los elenos delinquían en Venezuela y realizaban ataques de baja intensidad, perseguidos por el gobierno de ese país. Pero la situación cambió con la llegada al poder de Hugo Chávez, en 1999, según lo recoge Insight Crime en un recorrido histórico por el grupo armado. Entonces, el gobierno venezolano asumió una posición más "amistosa" con las guerrillas colombianas. Ese momento coincidió con el auge del paramilitarismo, que entró en una disputa sangrienta de territorios en los que estaban los insurgentes, como el Catatumbo. De nuevo, el otro lado de la frontera fue un refugio para los elenos.
Los mismos informes de inteligencia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), de Venezuela, han dado cuenta de la cercanía de los elenos con algunos elementos del estado venezolano.
Con el correr del nuevo siglo, Venezuela dejó de ser apenas un escondite para volverse también un centro de operaciones. Tanto así que a comienzos del año pasado, la inteligencia militar colombiana tuvo que redefinir sus objetivos frente a esa guerrilla, pues no tenían duda de que los miembros del Comando Central eleno estaban en Venezuela, fuera de su alcance, desde donde transmitían órdenes y planes a los mandos medios en Colombia.
Insight Crime estableció, a partir de denuncias públicas, que hay reportes de presencia del ELN en la mitad de los estados venezolanos. Lo que sorprende es que no solo estarían apostados sobre la zona de frontera, sino que llegaron a los estados costeros y del norte, como Falcón y Lara, lejos de los límites con Colombia. Sin embargo, la guerrilla no funciona igual en cada uno de estos territorios.
Jeremy McDermott, codirector de Insight Crime, le explicó a SEMANA que son cuatro los estados (Apure, Táchira, Zulia y Bolívar) en los que la presencia de esta guerrilla es más fuerte, donde establecieron campamentos sin que sean perseguidos por la Fuerza Pública, y andan incluso uniformados. En Bolívar, por ejemplo, se reporta que hay conflictos de la guerrilla con militares porque pretenden asumir el control de la producción de oro. En la zona del Arco Minero se ha informado de la participación de los elenos en la explotación de coltán.
El abanico de actividades de la guerrilla es amplio, según Insight Crime: "contrabando de ganado y gasolina, cobro de extorsiones, distribución de comida, emisoras de radio, reclutamiento de menores, ataques a funcionarios de cuerpos de seguridad, narcotráfico y minería ilegal, entre otras".
Sin embargo, la disposición del ELN en el territorio es heterogénea. Mientras que en los estados de la frontera llegan a tener capacidad de incidencia en los gobernantes locales, como la tienen también en los departamentos colombianos donde son más fuertes, en los estados más alejados de la frontera, su presencia es más escasa y clandestina. Allí sus hombres van vestidos de civil. Para los analistas, lo que demuestran todos esos movimientos, es que hay una convivencia entre los elenos y elementos de la Fuerza Pública. Una situación preocupante ante la crisis venezolana y un posible conflicto violento tras la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, reconocido por Estados Unidos y varios países, entre esos Colombia.
"Nuestro temor es que el ELN podría ayudar a estos elementos chavistas con sus más de 50 años de guerra insurgente en esa defensa"
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"Nuestro temor es que con una caída de Maduro hay elementos, los colectivos, elementos radicales de los militares que podrían usar la violencia para defender al régimen o pelear contra la oposición. Nuestro temor es que el ELN podría ayudar a estos elementos chavistas con sus más de 50 años de guerra insurgente en esa defensa", explica McDermott.
Carlos Arturo Velandia, investigador y excomandante del ELN, cree que ante una intervención militar extranjera en Venezuela, y sin un proceso de paz en marcha entre el ELN y el gobierno colombiano, la decisión de la guerrilla sería clara, teniendo en cuenta que alrededor del 70% de sus casi 3.000 hombres están sobre la frontera o del lado venezolano. "Al darse una situación de crisis interna en Venezuela, el ELN muy seguramente va a ser absorbido por esa crisis. Si allí se diera un estallido del bloque de poder o hubiera una intervención militar extranjera, el ELN se pondrá del lado de la facción chavista o en defensa de la revolución bolivariana".
Frente a la forma en que el ELN se involucraría en un eventual conflicto, asegura: "Ahí se comportará como lo que ha sido toda la vida, una organización clandestina e ilegal. No puede ser parte una estructura institucional o un estado. Sigue siendo una organización de estirpe popular, clandestina e irregular. Y hará lo que mejor sabe hacer".
Para Velandia, es un mito y parte de la "propaganda" que la guerrilla esté en ese país en alianza con las fuerzas del estado. "El ELN está en ese territorio contra la voluntad de las autoridades venezolanas, de la misma manera como ha estado en Colombia por 50 años. Está allá desde hace 40 años, y ni Maduro ni Chávez estaban en esa época. Cuando había gobiernos de derecha el ELN ya estaba en Venezuela".
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Sin embargo, las muestras que apuntan a una cercanía entre los elenos y entidades estatales venezolanas no son pocas. SEMANA conoció varios informes que la inteligencia venezolana, el SEBIN, elaboró a finales de 2017. Allí hay indicios de reuniones de adoctrinamiento en la "revolución bolivariana" impartidas por elenos a decenas de ciudadanos venezolanos. Entre los líderes de esos trabajos se mencionan a comandantes con alias como Burra y Álvaro, los mismos que habrían conseguido 5.000 estopines, unas piezas metálicas que sirven para propagar fuego, a través de miembros de la estatal petrolera PDVSA. Esas herramientas, en su mayoría, habrían terminado en Colombia.
"Al darse una situación de crisis interna en Venezuela, el ELN muy seguramente va a ser absorbido por esa crisis"
Sobre la frontera, en Táchira, Zulia y Apure, se reportó hace al menos un año que los elenos repartían las famosas cajas CLAP, con las que el gobierno abastece de alimento a la población, y que han estado en el centro de un megaescándalo de corrupción con alcances internacionales. Además de las relaciones con organismos del Estado, en el pasado ha habido muestras de que el ELN ha trabajado con grupos como las Fuerzas Bolivarianas de Liberación, una especie de grupo paramilitar.
Tras la salida de las Farc del mapa de la guerra, el ELN es un actor aún más relevante en la frontera, pero también dentro de Venezuela. Con las crisis del gobierno de Maduro, su alcance político y armado en ese país aún está por perfilarse. Si ya pasó de ser un escondedero a un territorio de operaciones, no es descabellado pensar que el ELN tome parte activa de una eventual guerra en la nación vecina.