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El escandaloso lío judicial contra exreina de Santander; se habría quedado con millonaria fortuna de adulto con trastorno mental
SEMANA revela el expediente en contra de la exreina de Santander María Claudia Peñuela, señalada por la Fiscalía de aprovecharse de un adulto mayor con trastorno mental para quedarse con sus bienes por un valor superior a los 1.500 millones de pesos.
En 2020, cuando el mundo se encontraba contra las cuerdas por cuenta de la pandemia del coronavirus, en Colombia una exreina de Santander se convirtió en hecho noticioso, porque estuvo aislada durante 44 días en la lujosa habitación de un hotel.
Su caso se hizo noticia porque la representante de la belleza nacional fue acusada de violar la cuarentena y poner en riesgo a decenas de personas que en ese momento estaban hospedándose en el hotel. Luego de varios años del proceso estar en los anaqueles de la Fiscalía, el caso fue archivado y la reina salió bien librada.
Hoy, la exreina vuelve a ser noticia por cuenta de otra acusación que le formuló la Fiscalía General de la Nación y en esta ocasión no por temas relacionados con el coronavirus, sino por haberse, al parecer, aprovechado de las condiciones mentales de un hombre para quedarse con una millonaria fortuna en inmuebles.
María Claudia Peñuela Cornejo fue declarada en 2001 como la mujer más hermosa del departamento de Santander y así llegó al Reinado Nacional de la Belleza, donde compitió con las otras representantes nacionales.
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Hoy, a sus 43 años de edad y alejada de las pasarelas reales, sus pies recorren los despachos judiciales, en esta ocasión por cuenta de la Fiscalía N.° 1 de Bucaramanga, que la acusó a ella y a su mamá del delito de abuso de condiciones de inferioridad en contra de Miguel Alfonso Nieto Pallares, a quien, al parecer, madre e hija le habrían quitado propiedades por un valor superior a los 1.500 millones de pesos.
La historia de este caso que tiene a la exreina y a su mamá desfilando por los despachos judiciales de Bucaramanga inicia en 2016, cuando el señor Nieto Pallares y su esposa Elizabeth Velásquez, dos personas de la tercera edad, decidieron vender un edificio de su propiedad, el Edificio Sampayo, ubicado en el barrio Cabecera del Llano en Bucaramanga, una exclusiva zona de la ciudad.
A Nieto Pallares se le presentaron como compradores los hermanos Leonardo Ortiz Solano y Ómar Alfredo Ortiz Solano y Diana Milena Sánchez Silva, con quienes se acordó hacer una permuta. Las tres personas en mención recibirían el Edificio Sampayo y a cambio entregarían a Nieto Pallares y a su esposa un lote que constaba de dos hectáreas urbanas de tierra, ubicadas en la vereda Río Frito del municipio de Girón. La permuta fue pactada en casi 2.000 millones de pesos.
Hasta ahí el negocio de la permuta parecía no tener complicaciones. Sin embargo, en la investigación de la Fiscalía que conoció SEMANA contra la exreina, las posibles irregularidades se presentarían más adelante y es allí donde aparecen en escena María Claudia Peñuela y su mamá, María Elvira Cornejo de Peñuela.
La permuta entre Nieto Pallares y los hermanos Solano se concretó el 30 de marzo de 2016, y tres meses después, el 2 de junio de ese mismo año, aparecerían la exreina y su mamá para entrar en el que sería el turbio negocio, que afectaría a la pareja de adultos mayores y ayudaría a deteriorar la salud de Nieto Pallares, quien padecía un cáncer terminal.
Según la Fiscalía General de la Nación, María Elvira Cornejo de Peñuela y María Claudia Peñuela Cornejo (exreina), madre e hija, de común acuerdo “y con el fin de obtener provecho ilícito para sí, a sabiendas del trastorno mental que padecía Nieto Pallares, lo indujeron a negociar y transferir a título de compraventa” varios inmuebles.
En este capítulo de la acusación en contra de la exreina, el ente acusador fue muy enfático.
Indicó que a través de la posible triquiñuela, la exreina y su mamá se hicieron poseedoras de un local parqueadero, una oficina y un local-vivienda, predios que hacían parte del Edificio Sampayo, bienes que tendrían un valor cercano a los 1.700 millones de pesos.
Para la Fiscalía General de la Nación, las mujeres Cornejo tenían pleno conocimiento de los padecimientos y precario estado de salud del señor Nieto Pallares, quien desde abril de 2005 padecía de una discapacidad mental absoluta, que no le permitía gozar de sus facultades mentales.
Pese a conocer esta condición del propietario del Edificio Sampayo, dice la Fiscalía que la exreina y su mamá decidieron desplegar acciones que perjudicaron a Nieto Pallares y, por el contrario, ellas incrementaron su patrimonio de manera injustificada.
En la acusación de la Fiscalía en contra de la exreina, el ente judicial es claro en señalar que tanto madre e hija gozaban de plenas facultades mentales y tenían pleno conocimiento que se estaban aprovechando de los problemas mentales del propietario del inmueble, quien no era consciente de la transacción que se estaba realizando.
Y que aun así, en concordancia, al parecer, con los hermanos Ortiz, llevaron bajo engaños a Nieto Pallares a la Notaria Sexta de Bucaramanga, donde apoyados con un poder que habían otorgado Velásquez y su esposo fueron traspasados los bienes a la exreina.
Por estas graves conductas en contra de la pareja de ancianos, uno de los cuales ya falleció –Nieto Pallares–, la Fiscalía acusó recientemente a la exreina y a su mamá del delito de abuso de condiciones de inferioridad agravado como coautoras a título de dolo.
Para la Fiscalía las posibles conductas de la exreina y su mamá son graves y por ellas podrían enfrentar una pena de hasta 12 años de prisión, al haberle causado perjuicios en salud, morales y económicos a las víctimas por un valor de 1.680 millones de pesos.
En la calle
Elizabeth Velásquez, viuda de Nieto Pallares, indicó que este negocio que no fue transparente, la dejó viviendo en la calle, pues perdió el patrimonio que había construido con su esposo y que era la herencia para sus hijos. “Mi esposo murió a los cinco meses después de la estafa, sus enfermedades se agravaron, sufría de párkinson y luego le dio un cáncer terminal”, relató.
De acuerdo con Velásquez, a ella y su esposo la estafaron los hermanos Ortiz Solano, quienes, valiéndose de una promesa de compraventa, terminaron negociando el edificio con la exreina y su mamá sin que ellos recibieran dinero alguno.
“A mi esposo ellos lo sacaron de la casa todo enfermo el 2 de junio de 2016, se aprovecharon que yo estaba en el médico sacándole citas médicas y se lo llevaron a la notaría para que firmara los papeles. La mamá de la reina llenó los formularios para que él los firmara, incluso se demoraron una hora tratando de poner la firma de él porque la mano no se le quedaba quieta”, relató a SEMANA Velásquez.
Dentro de la acusación de la Fiscalía en contra de la exreina y su mamá, la Fiscalía también menciona a los hermanos Ortiz Solano y a Sánchez Silva, a quienes acusa de concierto para delinquir y estafa agravada.
Según la esposa del fallecido propietario del inmueble, estas personas fueron los artífices de su desgracia, pues ellos aparecieron de la nada como supuestos compradores de buena fe, y lo que hicieron fue hacer un negocio con la exreina y con su mamá para quedarse con la millonaria propiedad.
“Entre ellos (hermanos Ortiz Solano y la exreina) pactaron la entrega de 1.100 millones de pesos, una finca y una camioneta, nosotros como propietarios nunca recibimos nada, yo me quedé en la calle y fuera de eso la exreina me puso una demanda de desalojo”.
La Fiscalía aseguró que la exreina era consciente de las deficiencias mentales del propietario del costoso edificio.
Tras la acusación de la Fiscalía en su contra, la exreina respondió a través de un comunicado que se trata de una denuncia temeraria por parte de los familiares del expropietario de los inmuebles.
“Tenemos todas las pruebas para afirmar que la denuncia penal fue una denuncia temeraria y se tomarán las respectivas acciones disciplinarias y penales por dicho actuar temerario”.
Así mismo, indicó que al momento de hacer el negocio con Nieto Pallares no se incumplió con la ley ni se cometió delito alguno. Peñuela Cornejo, a través de su comunicado, indicó que en ámbito civil cuentan con dos fallos a su favor, que indican que el negocio se celebró con el cumplimiento de todos los requisitos legales.
Será un juez de la República el que tome la última palabra: si condena o absuelve a la exreina y a su mamá.