Violencia
El espeluznante panorama en Arauca por la guerra entre disidentes y ELN: hay explosivos cerca a escuelas, hospitales y caseríos; es una zona de terror
El departamento está secuestrado por las disidencias de las Farc y el ELN, quienes tienen una guerra a muerte desde 2022 por el control del territorio. La población civil está en medio de las balas.
Arauca recibió un huracán violento desde Venezuela en enero de 2022 y, 20 meses después, sigue revolcando al territorio. Las personas no caminan tranquilas y dormir en paz se volvió un lujo. SEMANA presenta la crítica radiografía que azota al departamento. Las disidencias de las Farc y el ELN se empezaron a matar en el vecino país por las rutas del narcotráfico. Luego saltaron a Arauquita, Tame y Puerto Rondón para pelearse los secuestrados y las extorsiones. Esa confrontación suma más de 200 muertos.
Sus integrantes han acudido a las prácticas más sangrientas para debilitar al enemigo. La más preocupante es la instalación de artefactos explosivos en las inmediaciones de colegios, carreteras, tomadores de agua, cultivos y broches de puertas.
Hallazgos del Ejército Nacional pondrían en evidencia que los delincuentes estarían dictando clases en la selva para armar minas artesanales y los alumnos serían menores de edad, preferidos por las organizaciones porque les cuesta distinguir entre el bien y el mal.
Además de estos centros de entrenamiento, guerrilleros capturados revelaron que al otro lado de la frontera habría fábricas especializadas en la construcción de trampas mortales al servicio del ELN: ya no están sujetadas con remiendos, ahora son más sofisticadas.
La más alarmante es la vietnamita, una estaca puntiaguda impregnada con ácido o excremento, camuflada con maleza o paja, y enterrada a una profundidad de dos metros, con la punta expuesta en la superficie; solo con tocarla, se genera una gran explosión.
Fuentes militares consultadas por SEMANA, cuya identidad pidieron omitir, coincidieron en decir que el cese al fuego estaría beneficiando a los grupos para multiplicar la producción de artefactos: “Hay una acumulación estratégica de cantidades. Se están reforzando”.
El drama de la comunidad
La Defensoría del Pueblo señaló que hay graves riesgos para la población civil en Arauca, Arauquita, Saravena, Fortul y Tame, producto de las confrontaciones armadas. En los episodios más recientes se reportaron confinamientos y desplazamientos masivos. Juan Carlos López (nombre cambiado) se escondió en una vereda de Tame para esquivar las balas del ELN y las disidencias de las Farc. Cuando regresó a su casa y quiso tirarse en la cama, halló un explosivo debajo del colchón. Lanzaron el material por el techo y no se activó.
Tropas de la Fuerza de Tarea Quirón llegaron al rescate y frustraron la detonación, como lo han hecho en 55 episodios en lo que va de 2023. Han incautado 651 piezas mortales y 2,5 toneladas de explosivos con las que pudieron armar 5.000 minas. Los soldados salen de sus viviendas y no saben si regresan. Cuando están frente a un explosivo, reconocen que “el primer error es el último”.
Es decir, los cazadores de explosivos en Arauca cargan todos los días con el fantasma de la muerte. El temor de fallecer violentamente también lo comparten las comunidades, quienes están sometidas a las leyes del ELN y las disidencias: hay restricciones a la movilidad, desabastecimiento de alimentos y limitaciones al acceso a la educación. “
Los grupos ilegales están realizando enfrentamientos entre ellos que generan zozobra en la comunidad. Además, redundan en graves vulneraciones a sus derechos humanos ante el desplazamiento masivo y el confinamiento”, dijo el defensor del pueblo, Carlos Camargo. Los cabecillas están lejos de una tregua por el orgullo de ser la banda dominante del departamento y por el hambre de dinero. Sumando las estratégicas rutas, se disputan las rentas que deja el cobro de extorsiones y los secuestros que los mantienen de pie.
A pocas semanas de las elecciones, Arauca está ardiendo. Al menos seis municipios están en máxima alerta por hechos los de violencia que podrían afectar la contienda. Algunos candidatos han advertido sobre amenazas y problemas para hacer campaña libremente. Frente a esta dramática situación, la Gobernación les pidió a los grupos que “mantengan a la población separada de las confrontaciones”, mientras que al Gobierno le solicitó tramitar acciones contundentes para acabar con esta guerra.