Trata de personas
Estremecedor: la historia de la madre venezolana que vendió por un millón de pesos a su bebé
SEMANA conoció en exclusiva la descripción de una joven venezolana que le vendió su hija recién nacida a una pareja de la comunidad LGBTI. Esta es la historia.
Un millón de pesos habría costado la transacción de la bebé recién nacida. La pareja de hombres que vivía en Boyacá viajó hasta Yopal (Casanare) para recoger a la menor, mientras la madre de la niña daba a luz, luego de cruzar la frontera colombo-venezolana. Todo ocurrió en febrero de 2021 y, como resultado, la madre biológica y uno de los hombres que pagó por la menor fueron capturados por tráfico de menores. La otra persona que pagó por la menor está huyendo de la justicia.
SEMANA conoció detalles de la investigación, el testimonio de la madre, cómo vendió a la menor y los pormenores de la transacción económica.
La joven tiene 24 años y frente a uno de los investigadores del caso narró y detalló cómo pasó a estar tras las rejas días después de dar a luz: “Todo empezó como a finales de enero de 2021, creo que el día 29 de enero”. Ella calcula que para esa época ya llevaba un mes viviendo en Colombia, en el departamento de Casanare.
Como muchos jóvenes de su edad, estaba en su dispositivo celular mirando redes sociales cuando llegó el mensaje que le cambió su vida: “Yo estaba en Facebook y me apareció una publicación de una página que tienen unos señores, es de adopción de bebes, donde decían que ellos recibían bebés y ponían los signos pesos ($$)”.
Ella, quien asegura estar pasando por una difícil situación económica y ya tenía otros dos hijos, se decidió a contactarlos. “Yo les escribí a un numero de WhatsApp que ellos tenían registrado. Me responden y me preguntan que si me interesaba dar en adopción, que tenía que ser por lo legal, y me preguntaron qué cuánto valía la niña y que cuánto tiempo tenía de embarazo. Me preguntaron que de dónde era yo, que ellos estaban acá en Yopal, y también me escribieron que no los ilusionara en falso, que ellos esperaban adoptar un bebé”, relató la mujer.
Dice que desde el principio le dejaron claro que la pareja interesada en criar a su bebé era homosexual, pero que los hombres estaban dispuestos a pagar una buena suma de dinero: “Me hablaron de que si no tenía problemas de que fuera una pareja del mismo sexo, ellos me decían que si necesitaba plata y yo les respondí que solo necesitaba que me acompañaran en el proceso del parto”.
A partir de ese momento, empezó la transacción. “Estas dos personas, empezando febrero, recuerdo que era un lunes, me recogieron en el parque central de Aguazul (Casanare) en un carro de color azul y me trajeron a Yopal. Después me llevaron a una ecografía en la Unidad de La Mujer en un edificio blanco, ellos pagaron todo. Salí de la cita y me dieron sesenta mil pesos. Después de ese lunes, cuando nos conocimos en persona, me escribían en la mañana, la tarde y en las noches. Si no les contestaba me llamaban preocupados, que por qué me perdía tanto”, cuenta la mujer.
En otro de los apartes, detalla que ellos hicieron todo lo posible por adelantar el parto: “El día viernes, uno de ellos me escribió y me dijo que me fuera el sábado para Yopal (Casanare) en bus, que ellos llegaban allá (…) Me preguntaron que si ya tenía dolores, yo les dije que no y me llevaron para el hospital. Nos registraron en la portería y subimos a un tercer piso. Allí también nos volvieron a registrar y uno de ellos dijo que era un amigo mío, a mí me hicieron seguir a una habitación para unos exámenes y ellos se quedaron afuera, pero me llamaban seguido”.
Dice que le pidieron mentirle al personal médico sobre sus semanas de gestación: “Que dijera que ya tenía 40 semanas, aunque era mentira, porque tenía 38, y que dijera que ya tenía los dolores para que me aplicaran algo y me pusieran en proceso de parto”. Según ella, uno de los hombres decía ser enfermero y tener conocimiento del tema.
Cuando estaban al frente del hospital, en un establecimiento de comercio, le hicieron la propuesta económica y le dieron detalles del plan: “Me propusieron que me daban un millón de pesos a cambio de mi hija (…) Ellos me dieron la idea de decir que él bebé estaba muerto, que se había ahorcado con el cordón umbilical o que al momento de nacer se había muerto por falta de oxígeno; también me dijeron que por qué después de tener al bebé no me devolvía para Venezuela”.
Asegura que los hombres manifestaron la idea de que la niña tuviera hermanos y que, por esa razón, en pocos días, otra mujer daría a luz un bebé que ellos educarían. “Que tenían otra mamá en casa de ellos, en Duitama (Boyacá), y que pronto iba a dar a luz. También venezolana (…) Y me propusieron que me fuera con ellos y mis hijos a vivir con ellos y que diera a luz allá. Yo les conteste que no sabía, que lo iba a pensar. Ellos me dijeron que al otro día les diera una respuesta”, contó.
En el testimonio entregado a las autoridades, la mujer relata que los hombres le hicieron firmar un papel que la comprometía a entregar a la niña o de lo contrario tendría que responderles por una millonaria multa. Esto habría sucedido luego de que una tarde le entregaran 140 mil pesos para los gastos que tuviera.
”Después de que me dieron la plata, me dijeron que me subiera al carro y ahí me hicieron firmar dos documentos y ponerles la huella. Recuerdo que en esos documentos al final decía que si yo no entregaba, o si de pronto me aparecía en el futuro a reclamar mi hija, tenía que pagarles cincuenta millones de pesos. Recuerdo esa parte del documento porque me dio miedo porque era mucha plata. De ahí ellos se fueron y siguieron escribiéndome todos los días de esa semana”, agregó en su relato.
Día del nacimiento
“El domingo 14 de febrero me llamaron en la mañana, se dieron cuenta de que yo estaba con los dolores y me dijeron que aguantara, que me tranquilizara y que esperara a que ellos llegaran a Yopal (…) Yo me metí al baño para ducharme y arrancar para el hospital, ahí tuve unas contracciones muy fuertes y rompí fuente, yo estaba agachada y yo misma recibí al bebé, pero como estaba húmedo se me deslizó de las manos y quedó en el piso”, recuerda.
Dice que en ese momento la amiga donde se estaba hospedando la auxilió y llamó a una vecina.
“Ella llegó, cogió al bebé y lo envolvió en una sábana y a mí me trajo una silla para que me sentara en el pasillo. Me senté en la silla y ahí terminé de expulsar la placenta, estuve sentada un buen rato porque la ambulancia tardó mucho en llegar. Esperando la ambulancia me llamaron al celular (…) Ellos dijeron que por qué no había aguantado, que ellos me esperaban en el hospital”, cuenta la mujer.
La estrategia para llevarse a la niña
“Tenía mi celular y no me lo dejaban coger para llamar a nadie. Yo dormí con mi bebé esa noche”, dice. En el relato explica que al día siguiente su amiga se comunicó con los hombres. “Ellos le dijeron que el bebé estaba hospitalizado en otro lado porque había sufrido un trauma craneoencefálico y estaba grave, lo que era mentira porque yo había dormido toda la noche con mi hija. Ese lunes 15 de febrero en la mañana fue la vecina, me visitó y me dijo que mi amiga estaba muy preocupada”.
El 16 de febrero, mientras las amigas de la joven buscaban a la niña, uno de los hombres dijo que ya la había registrado como si fuera su hija. “Pasó y me dijo que ya había terminado el proceso de registro de la niña, a mí se me hizo muy extraño pues yo soy venezolana y no sé cómo funciona el tema de registrar un bebé cuando nace, porque mientras yo estuve en el hospital siempre tuve a mi hija conmigo. Pienso yo que él, al tener mis documentos, se aprovechó y registró a mi hija él solo (…) De ahí salimos y fuimos a almorzar al restaurante del frente del hospital y allá ellos me dijeron que no confiaban en mi amiga porque de pronto ella sospechaba y contaba que ellos se iban a quedar con la bebé”, aseguró. Después de esto, asegura que la llevaron a un hotel donde ellos la hospedaron con sus otros dos hijos.
La documentación desconocida
“Me dijeron que íbamos a hacer una videollamada con una señora a la que ellos le habían pagado y que simplemente dijera a todo que sí y que dijera que no quería volver a tener contacto con ellos, ni con mi hija. Que cuando me dijera que me presentara mostrara mi cédula y allí yo pensé que todo eso me tocaba hacerlo por el millón de pesos que me habían ofrecido”, comenta.
Agregó que uno de los hombres “empezó a hablar con la señora y le dijo que nosotros habíamos tenido una aventura, que yo era de Venezuela y que quería entregarle la custodia totalmente a él. La doctora le preguntó qué cuántos días tenía de nacida la bebé y él le contestó que tenía cuatro días. Entonces la doctora le dijo que tuviera en cuenta lo pequeña que estaba, pero él le dijo que se hacía cargo porque tenía cómo mantenerlo. Ella me preguntó que si estaba de acuerdo y yo contesté que sí, después ella me dijo que si estaba segura y yo seguí diciendo que sí a todo lo que la señora me preguntara”.
Hilos sueltos
“Yo tenía que irme al terminal de Yopal porque mi suegra me había venido a recoger”, afirma la mamá de la bebé. Eso alertó a los hombres y uno de ellos, según el relato que reposa en la Fiscalía, le dijo: “Que por qué le hacía esto, que por qué no avisó desde antes. Me dijo también: y si su suegra va al hospital y pide información allá se la van a dar, y si ella se da cuenta de que esto es mentiras nos va a denunciar con la Policía, y de inmediato se fue para el hospital a retirar el Registro Civil de Nacimiento de mi hija. A mí se me hizo muy raro y me asusté mucho porque yo pensé que ellos estaban haciendo todo por lo legal, pero al ver esa actitud y que empezaron a empacar las maletas yo me asusté más”.
El pago por la bebé
Uno de los hombres le entregó a la mujer una parte del dinero pactado por la venta de la bebé, según describe: “Te voy a entregar estos 500 mil pesos y en Aguazul (Casanare) te entregamos los otros 500 mil pesos, porque allí iban a hacer los papeles para poder sacar a mi hija del país, pero como el papel se demoraba tanto, no lo pudieron hacer en esos días. Me pasa los billetes enrollados y yo, como los recibo, me los meto al bolsillo sin contarlos. También me da 10.000 pesos para el taxi y cuando me da esa plata agarra a mi hija recién nacida de la cama y se va”.
La mujer le responde al investigador lo que los hombres le dieron en medio de la negociación: “Ellos me pagaron la ecografía, me dieron 70.000 pesos, me compraron una cobija para el hospital, me dijeron que no me preocupara por dinero que ellos me pagaban todo. Me dieron 140.000 pesos, pagaron el hotel, las batas del hospital y unas chanclas. Ellos compraron todos los medicamentos, cosas de aseo personal”.
La mujer fue detenida en la terminal de Aguazul por la clara intención de vender a su bebé, independientemente de las necesidades que estuviera pasando. Ese es un delito que es castigado con las penas más altas que están contempladas en el Código Penal.
Así mismo, uno de los hombres fue detenido y el otro es prófugo de la justicia. La menor quedó en poder del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar para el restablecimiento de sus derechos.
El coronel Jhon Alzate, director de Protección y Servicios Especiales de la Policía, indicó que los capturados tendrán que responder por el delito de tráfico de niños, niñas y adolescentes.
En los últimos cinco años, la Policía Nacional ha presentado ante las autoridades a 197 capturados por el delito de trata de personas.