JUSTICIA

"La guerra es contra las drogas, no contra la gente": Santos en el debate de glifosato

En la Corte Constitucional, el expresidente aseguró que esta sustancia es un "veneno" para la población civil. "Pretender un mundo o un país libre de drogas -cero drogas- suena bonito, pero es irreal y hasta contraproducente", dice. Habló de que lo ideal sería la legalización.

7 de marzo de 2019
El exprimer mandatario aseguró que la estrategia de lucha contra las drogas ha sido "ineficaz e ineficiente". | Foto: Archivo particular

El expresidente Juan Manuel Santos reapareció ante los reflectores del país para defender ante la Corte Constitucional la decisión tomada hace cuatro años durante su gobierno de suspender las aspersiones aéreas con glifosato. Ahora, como miembro de la Comisión Global de Política de Drogas, le dijo a los magistrados que sería un error retomar la aspersiones por los riesgos que representan para la salud y el medioambiente.



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El exprimer mandatario aseguró que la estrategia de lucha contra las drogas ha sido "ineficaz e ineficiente". "Éticamente hablando, no es la solución que debe ofrecerse en un país ahora sin conflicto con las Farc, que era lo que justificaba la aspersión", manifestó.

"No puede ser que la respuesta a la buena voluntad de 130 mil familias que han expresado su decisión de acogerse a programas de sustitución voluntaria sea fumigarlas con veneno", expresidente Santos.

Santos llegó al final de la mañana al auditorio principal del Palacio de Justicia. Después de escuchar las intervenciones del presidente Iván Duque, sus ministros y el fiscal general, afirmó categóricamente que el glifosato es un "veneno". Lo dijo así porque la concentración de glifosato requerida para matar la hoja de coca puede ser hasta 10 veces más alta de la que se usa normalmente.

Y aseguró que actualmente el problema es mucho más complejo de lo que se está planteando: "Aunque se decidiera retomar la aspersión, hoy el 37 por ciento de los cultivos ilícitos están en parques naturales, resguardos indígenas y zonas fronterizas donde no se puede fumigar. "El resto está entremezclado con productos lícitos. ¿Y dónde diablos vamos a fumigar con aviones?, me preguntaba un general de la Policía hace un par de días", enfatizó.

Para el exmandatario, el objetivo de la lucha mundial contra las drogas debe ser el de quitarles las rentas ilícitas a los ilegales. “Y esto se logra con un buen control, una adecuada regulación de una oferta y un consumo debidamente autorizado, legalizado, como ya se hace en varios países. Lo ideal es alcanzar un consenso al respecto en la comunidad internacional, pero falta mucho para que se dé”, precisó Santos.

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Antes de dejar claro su rol de "ciudadano del mundo" con el que llegó a intervenir ante los magistrados, cuestionó las medidas que permitieron castigar el porte de pequeñas cantidades y aseguró que no han sido eficaces. "Corrompe la policía y la pone a hacer labores que la desgastan ante la comunidad, atiborra las cárceles, y además vulnera –recordando a Carlos Gaviria en su famosa sentencia– el derecho al libre desarrollo de la personalidad". 

También señaló que la confrontación armada con las Farc permite hacer lo que en el pasado no se podía: acompañar a los campesinos para que se dediquen a los cultivos legales. Por esto, criticó el hecho de que se diga que hay un compromiso con los acuerdos de paz cuando simultáneamente se elimina la Dirección del Programa de Sustitución del Departamento Administrativo de la Presidencia. Para Santos, esta entidad se mantuvo acéfala hasta el día de hoy y no le giraron a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito un solo peso desde noviembre. 

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El expresidente aseguró que la "única" forma efectiva de combatir la producción de hoja de coca en nuestro país es mediante procesos de sustitución voluntaria. "Como diría la Comisión Global de Políticas de Drogas, esta es una guerra de contención, no de absolutos. Pretender un mundo o un país libre de drogas -cero drogas- suena bonito, pero es irreal y hasta contraproducente", indicó.