El fantasma de la extradición persigue a Piedad Córdoba

Sí, Piedad Córdoba teme que la extraditen a Estados Unidos en cualquier momento. Pero hay una diferencia entre la versión de ella y la realidad.

Si la extraditan, no es para afectar la campaña de Gustavo Petro o por una persecución política, sino porque ella debe explicarle a la justicia de los Estados Unidos varias cosas que surgieron antes que ella ingresara al Pacto Histórico de Petro.

Estados Unidos tiene la mira puesta en Piedad desde hace varios años. Por ejemplo, desde 2016 le fue suspendida la visa para ingresar a ese país.

Son tres las causas que podrían terminar con la extradición de Piedad a Estados Unidos, como ella misma lo advirtió este martes. La primera es que Estados Unidos resuelva acusarla de complicidad en el secuestro de los tres contratistas estadounidenses que estuvieron en poder de las Farc: Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves.

Según las acusaciones de Andrés Vásquez –su exasesor de comunicaciones– ante la justicia colombiana, Piedad Córdoba pidió a las Farc en su momento que mantuvieran en cautiverio a los secuestrados estadounidenses por más tiempo para presionar su canje por los guerrilleros de esa organización ‘Simón Trinidad’ y ‘Sonia’, extraditados a Estados Unidos.

Por lo menos en Colombia las declaraciones de Vásquez revivieron el proceso penal contra Piedad, por supuesta complicidad en el secuestro de otros secuestrados, por la misma razón. Porque ella influía en la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla, en función de sus propios intereses políticos electorales. Era ella quien decía si podían ser liberados o no.

Aunque no se sabe formalmente que la justicia estadounidense haya revivido un proceso similar, hay indicios de que eso podría estar ocurriendo.

La segunda causa por la que Piedad Córdoba podría correr el riesgo de ser extraditada a Estados Unidos es porque Álex Saab, el declarado testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro, bajo prisión en ese país, haya dado información sobre sus negocios con la excongresista.

Ella ha dicho inclusive que no conocía a Saab, luego dijo que no eran amigos, pero cada día hay más pruebas de que viajaban en las mismas aeronaves privadas, que ella se hospedaba en su exclusivo apartamento de París y que tuvieron millonarios negocios con recursos venezolanos. SEMANA reveló recientemente que una empresa del entorno criminal de Saab pagó tiquetes aéreos de Córdoba y algunos de sus familiares.

Cuando Saab fue extraditado a los Estados Unidos ella acusó al Gobierno de ese país de haberlo secuestrado.

También hay documentación de que un hijo de la excongresista, Camilo Andrés Castro Córdoba, trabajó para Saab en 2011.

Piedad también ha sido señalada de cobrar comisiones por intermediar el pago de deudas del Gobierno venezolano con empresarios o proveedores.

Son muchos y cuantiosos los negocios que se le atribuyen a Piedad con el Gobierno venezolano, desde cuando Hugo Chávez era presidente. Allegados suyos han hablado con autoridades de la que parece ser una millonaria fortuna de Piedad, hoy.

Córdoba llegó a ser una de las personas de mayor confianza de Chávez por su pensamiento de izquierda, tratamiento que heredó con Nicolás Maduro, y que le ha permitido hacer grandes negocios.

Ella llegó a pensar, inclusive, que sería presidenta de Colombia y que en ese proyecto contaría con el apoyo del régimen venezolano.

En esa ruta compartía intereses también con las guerrillas de Colombia, que también encontraron en el régimen venezolano su gran protector, hasta hoy.

De hecho, las autoridades de Colombia y de los Estados Unidos rastrean muchas de las propiedades que ella y sus familiares han conseguido durante los últimos años dentro y fuera de Colombia.

La tercera causa que podría enviarla en extradición a los Estados Unidos es si las autoridades de ese país encuentran que hay nexos en el comercio ilícito de drogas con su hermano, Álvaro Córdoba Ruiz, capturado con fines de extradición a principios de este me en Colombia.

El hermano de Piedad está privado de la libertad y pedido en extradición por Estados Unidos, acusado de traficar con cocaína.

Piedad dijo públicamente que su hermano es “inocente”, que fue un “entrampamiento” y que el objetivo de ese proceso era afectarla a ella y al Pacto Histórico.

¿Persecución política?

La hoy candidata al Senado por el Pacto Histórico de Gustavo Petro ha dicho que las acusaciones en su contra son realmente una ofensiva política contra sus aspiraciones de ir al Senado y contra el proyecto de Gustavo Petro.

En la declaración que dio este martes dijo que los embajadores de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordoñez, y ante la Casa Blanca, Juan Carlos Pinzón, estarían urdiendo un plan para apurar su extradición a los Estados Unidos.

También involucró en este plan en su contra a Michael Kozak, subsecretario de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental.

Y a Mario Hernández, funcionario consular de Colombia en los Estados Unidos, quien supuestamente le habría enviado un correo, confirmándole el plan para llevarla a la justicia estadounidense.

En su declaración de este jueves Piedad volvió a declararse inocente de todos los cargos y perseguida política.

Piedad apuesta a que su gran salvavidas sea su candidatura al Senado, Gustavo Petro y el argumento de que las acusaciones en su contra es por ser de izquierda.

Hasta el momento no ha habido ninguna mención oficial de Washington sobre la probabilidad de que Piedad Córdoba pueda ser pedida en extradición, pero ya no es solo su versión divulgada hoy, sino otras que se mueven por las redes sociales en ese mismo sentido. El fantasma de la extradición persigue a la excongresista.