Nación
El general (r) Eduardo Zapateiro está indignado y se defiende de los ataques: “cuando cese la horrible noche alguien tendrá que ponerle orden a la nación”
El excomandante del Ejercito Nacional habló con SEMANA sobre las últimas acusaciones que hizo el ‘narcochofer’, donde lo vincula con la fuga de alias Matamba.
SEMANA: ¿Qué sabe de Matamba?
General (r) Eduardo Zapateiro (E. Z.): Yo hoy no sé nada de ese bandido, y de ninguno de esos bandidos de las diferentes estructuras criminales, a las que, durante mi gestión, con base en un trabajo detallado de Inteligencia Militar y Policial y un trabajo arduo y quirúrgico de planeamiento y operacional, se buscó siempre neutralizar sin distingo alguno y evitar que le hicieran tanto daño al pueblo colombiano.
Hoy esa tarea está en manos de otro conductor político, otro jefe de la cartera de Defensa y otra Cúpula Militar y Policial. Entonces, esa posta la entregamos con altura y de mí solo le puedo decir que pedí mi retiro con decoro y convencido de mis principios, valores y virtudes. Los colombianos son testigo fiel del trabajo profesional y dedicado que se desarrolló bajo el liderazgo, óigase bien, LIDERAZGO con mayúsculas, porque ese cargo hay que asumirlo de esa forma, con responsabilidad y liderazgo.
SEMANA: ¿Por qué el ‘narchofer’ lo quiere vincular ahora con alias Matamba y el Clan del Golfo?
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E. Z.: Eso tiene una lógica, y lamentablemente se está volviendo una costumbre maquiavélica, y es que todos estos bandidos, que se han dedicado a delinquir y están vinculados a todo tipo de crímenes, delitos y demás, piensan que atendiendo a estos formatos de algunos perversos podrán enlodar el nombre y apellido de servidores soldados, suboficiales y oficiales, en este caso el mío, sin ningún tipo de escrúpulo. Y estoy seguro que lo único que hacen es buscar confundir al imaginario de los colombianos. Pero yo soy un hombre de fe, y confío en DIOS y en la justicia colombiana y mi conciencia está tranquila del honor del deber cumplido por dedicar los mejores años de mi vida construyendo país.
SEMANA: ¿Qué hay detrás?
E. Z.: Lo que no solo yo tengo claro, sino todos los colombianos sabemos; enlodar la imagen del general (r) Eduardo Zapateiro Altamiranda, no hay más que explicar. Hoy soy uno de los únicos militares que, desde mi retiro, ha venido criticando de manera profesional y sana todo lo mal hecho de este Gobierno con decoro, sin hacerle daño a las personas ni a todo lo que nuestro país superó durante el gobierno del presidente Iván Duque Márquez y todo su equipo de trabajo. Y hoy como general de la República en uso de buen retiro y como último comandante del Ejército Nacional, tengo la obligación personal, moral, institucional y constitucional de pronunciarme cuando la institución a la cual serví por 40 años está en amenaza, y con ello también la República. Mi preocupación es que las Fuerzas Militares tienen un deber constitucional y cuando “cese la horrible noche”… alguien tendrá que ponerle orden a la nación y cada quien tendrá que responder por acción u omisión. Mientras todo esto pasa, al general Eduardo Zapateiro nadie lo intentará callar, silenciar ni intimidar. Y no solo es el sentimiento de este general, ¡NO! Es el sentimiento de la mayoría de los colombianos (reserva, veteranos, familiares de militares, policías y sociedad civil), que muestran, por intermedio de concentraciones, marchas pacíficas y ejemplares, que defino como “movimiento cívico”, que estamos mal.
SEMANA: ¿De cuántas cosas lo han querido acusar?
E. Z.: Pienso que hoy los colombianos han podido leer en las redes y demás medios de todo lo que se me acusa. De la desaparición del padre del destacado futbolista Juan Fernando Quintero, a quien, al lado de su madre, le conté lo que conocí de su padre y a él le quedó clara la historia. También de ser un general que se desprestigió lamentando la muerte de alias Popeye; sobre esto, puedo decir que jamás me ha alegrado la muerte de nadie, los muertos se los dejo a la Divina Providencia y, más bien, le pongo más cuidado a los criminales, bandidos y perversos que aún andan caminando y pensando permanentemente en delinquir. Especialmente aquellos que, después de estar en buen recaudo, salieron de las cárceles y fueron enviados a los territorios como “gestores de paz” y que, hoy puedo asegurarles a los colombianos que esto obedece a una estrategia y su interés es que estos criminales se desempeñen como “gestores de campaña”.
Finalmente, se me acusa de lo que irresponsablemente un “narcochofer” se atreve a decir y que tendrá que demostrar con argumentos, pues no puede basar su supuesta acusación en un simple testimonio de oídas a través del cual solo pretende dañar mi nombre y obtener beneficios jurídicos para evitar ser condenado por sus actividades criminales.
Espero que los colombianos, y los medios de comunicación, que han visto las actuaciones de este excomandante del Ejército durante la lucha de todo un cuatrienio del presidente Iván Duque Márquez, puedan tomar esa experiencia y resultados de combatir la criminalidad en el país por cuatro años y ponerla por encima de un testimonio sin fundamentos de un bandido.
Pongo de presente que soy un defensor de la libertad en Colombia y, en este sentido, pretendo siempre colaborar con los medios de comunicación cuando soy requerido, como lo hice cuando fui inicialmente llamado para hablar sobre las más recientes e infundadas acusaciones en mi contra. Entiendo, sin embargo, que no siempre pueda publicarse la versión completa de mi respuesta, atendiendo a intereses mediáticos y no necesariamente políticos. Quiero terminar por dejarles claro a los colombianos que, después de nuestra gestión desde el sector defensa durante el gobierno del expresidente Iván Duque, cumplimos con la voluntad del pueblo colombiano y logramos que a todos esos bandidos y estructuras criminales les tocó salir a buscar refugio a otros países. Durante el período gubernamental, logramos ayudar a construir país desde distintas dimensiones, pero, todo lo logrado, hoy, lamentablemente, está siendo destruido. El país está abriéndole las compuertas fronterizas a estas estructuras criminales y permitiendo que, nuevamente, vengan a amenazar a los colombianos con seguir extorsionando, boleteando, desplazando, confinando, intimidando y asesinando a quien se les viene en gana. Y lo peor, un silencio impoluto de quienes vemos y vivimos en esta nación; dejando todo limpio a su paso.
SEMANA: ¿Cree que esto tiene que ver con sus críticas al Gobierno Petro?
E. Z.: Sin duda alguna, pero esto lo dejaré en manos de mis abogados, a quienes les he entregado toda la información requerida para que asuman mi defensa. Así como también dejo todo en las conciencias de la gran mayoría de los colombianos y, lo más importante, en la retina de todos mis soldados, suboficiales, oficiales y personal al servicio de la Fuerza, que trabajó bajo mis órdenes durante tanto tiempo, hasta alcanzar la más alta dignidad a la que podría aspirar un soldado… Comandar la institución más amada y querida del pueblo colombiano, el Ejército Nacional.
Quiero dejar claro, sin embargo, que todas las acusaciones en mi contra y el señalamiento al cual soy sujeto hace algunos años, se deben a mi fuerte oposición a los crímenes cometidos todos los días en el país. Por eso, invito a todo el pueblo colombiano a unirse en la lucha contra el crimen y la corrupción, para conformar una oposición fuerte y sólida que no permita señalamientos individuales contra sus miembros con el fin de silenciarlos.
SEMANA: También lo habían acusado de estar detrás de un supuesto golpe de Estado…
E. Z.: Sí, así es, me han tratado de mostrar ante el país y el mundo como un general que anda detrás de un supuesto golpe de Estado, pero he negado estos rumores varias veces y aprovecho nuevamente para decirles a los colombianos y al mundo que hoy, el general Zapateiro, porque jamás dejamos de ser generales, y ciudadano colombiano, Eduardo Zapateiro Altamiranda, jamás se prestaría para semejante exabrupto, barbaridad o estupidez. Yo fui formado en un núcleo familiar liderado por un gran padre, médico de profesión, y una madre, de profesión, docente, que me enseñaron civismo. Durante mi formación, me enseñaron a amar a mi país, respetar la Constitución y a entender lo que es una democracia. Después, por vocación, quise seguir la carrera de las armas e ingresé a la “cuna de la ética”, la Escuela Militar de Oficiales General José Maria Córdova, donde fortalecí los conceptos con los cuales le serví por 40 años a mi amada patria ¡Colombia! Hoy insisto, y me excusan si soy reiterativo, a quienes realmente buscan conocer a este soldado, los invito a leerlo de manera detallada en el libro de su autoría, El honor del deber cumplido… Una vida construyendo país.
SEMANA: ¿Va a tomar acciones jurídicas contra el ‘narcochofer’?
E. Z.: Sí, por supuesto que sí. Ya este tema, y muchos más en donde mi buen nombre se ha visto afectado, los he puesto en manos de mis abogados.
El general (r) Eduardo Zapateiro también le expresó a SEMANA que tiene preocupaciones por su seguridad. El excomandante del Ejército ha recibido alertas con información grave sobre un posible ataque criminal que podría estarse preparando en su contra.
Al oficial en retiro, desde el mismo mando militar, han tratado de debilitarle su esquema de seguridad, al cual tiene derecho. Hoy tiene un esquema “extraordinario”, que de “extraordinario” tendría poco. Aspecto que también están mirando sus abogados, para buscar medidas cautelares.