JUDICIALES
MinDefensa Iván Velásquez habla de las declaraciones del comisionado de Paz que aseguró que Iván Mordisco está vivo
“Según las informaciones, en este acercamiento alias Iván Mordisco está vivo. No hemos tenido un acercamiento directo con él. Hemos hecho un contacto con los emisarios de su grupo armado y afirman que está vivo”, había dicho el comisionado de Paz.
Esta semana, unas declaraciones del comisionado para la Paz, Danilo Rueda, sorprendieron. El hombre de la ‘paz total’ de Gustavo Petro aseguró que Iván Mordisco está vivo. La información la reveló Caracol Radio y contrastaba con otras declaraciones del gobierno de Iván Duque, que antes habían asegurado que el líder de las disidencias había caído abatido. “Cayó el último gran cabecilla de las Farc y se dio una estocada final a las disidencias”, dijo en un momento el ministro de la Defensa, Diego Molano.
En radio, Rueda dijo todo lo contrario. “Según las informaciones, en este acercamiento alias Iván Mordisco está vivo. No hemos tenido un acercamiento directo con él. Hemos hecho un contacto con los emisarios de su grupo armado y afirman que está vivo”, dijo el comisionado de Paz.
Este miércoles, en diálogo con La W Radio, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, respondió a esas declaraciones. Aseguró que él tiene la información que se ha manejado desde hace meses por las fuerzas armadas, es decir, que está muerto. Y que la tesis de que estaría con vida es apenas una “posibilidad”. Y que esa “posibilidad” solo ha sido expuesta por el comisionado de Paz, Danilo Rueda. Sin embargo, que él no tiene información al respecto.
En julio, SEMANA había publicado los audios que evidenciaban que Mordisco había caído. En estos, sus mismos compañeros confirmaron la muerte de este despiadado jefe de las disidencias, su compañera Lorena, y ocho hombres más, en la vereda Santa Rita, incrustada en las selvas de San Vicente del Caguán, Caquetá.
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Se trató de un operativo bien planeado. Seguían los pasos de Mordisco en la manigua del Caquetá y, en una operación conjunta de las Fuerzas Militares y Policía, realizaron un bombardeo que resultó fulminante. Los hombres de inteligencia, durante los últimos días, pudieron constatar la presencia de Mordisco en este lugar con 30 hombres más y entregaron las coordenadas exactas para el ataque.
Tras la operación, y con las dudas de si Mordisco había muerto, fueron las comunicaciones interceptadas a las disidencias, entre otras evidencias encontradas en el campamento, las que confirmaron el hecho, pese a que no haya sido encontrado su cuerpo, pues para las autoridades los sobrevivientes se llevaron el cadáver. “Como que a la central (Iván Mordisco) le botaron bichos”, dice uno de los hombres de confianza de Mordisco, al hablar en lenguaje cifrado con una mujer.
En otro aparte de la comunicación, la mujer le pregunta: “¿Qué le pasó?”. A lo que el mismo hombre responde: “Eso como que lo bombardearon, estamos confirmando a ver qué”. La conversación es del 10 de julio, dos días después del bombardeo. En otra interceptación, se escucha a los mismos interlocutores en los siguientes términos: Mujer: Sí, ya confirmaron que si es verdad. Hombre: Erre. Mujer: El nombre de él y del civil. Hombre: ¿Cómo? Mujer: El nombre de aquí y el nombre civil, ya confirmaron. Mujer: Fueron diez con él.
Para tener más certeza de su muerte, los investigadores lograron identificar en otras llamadas a alias Jairo y alias Angélica, personas del anillo más cercano a Mordisco.
Entre ellos se preguntan sobre la situación y la incertidumbre por no tener noticias de la suerte de su comandante. Jairo: Hola, usted no ha escuchado nada, una novedad como rara con el viejito (Iván Mordisco). Angélica: (guarda silencio). Jairo: ¿Copió? Angélica: Erre... (guarda silencio). Jairo: No sabemos en realidad que pasó, estamos averiguando eso. Angélica: Eso fue con papá, ¿cierto? Jairo: Sí. Angélica: Erre. Jairo: Como que lo… El director de la Policía de ese momento, general Jorge Luis Vargas, mostró otras evidencias, como la boina color verde con varias estrellas al frente que acostumbraba a usar, el bote en el que se movilizaba por los riachuelos. Su celular y su computador confirmaban que el bombardeo de los aviones de la Fuerza Aérea había sido preciso. “Iván Mordisco comenzó a utilizar boinas rojas, negras y verdes, él las utilizaba a partir de 2010, luego de la neutralización del Mono Jojoy”.
“El bote que utilizaba tenía unas sillas transversales, rojas y acolchonadas; timón frontal, no era de motor trasero, por estas particularidades, personas de la región nos confirmaron que era el bote de Mordisco”, agregó. Pero las autoridades sabían que, para poder confirmar la muerte del despiadado jefe de las disidencias de las Farc, necesitaban más elementos, y escarbando entre la maleza encontraron su celular. “Un iPhone que pertenece a Iván Mordisco, según nos lo confirmaron fuentes humanas cercanas a este criminal, que nos dicen que era el que él utilizaba”, añadió el general Vargas.
Entre los restos que dejó el ataque, se recuperaron otros celulares, el computador personal de Mordisco, un GPS y un libro que llevaba como si se tratara de un diario: “Manual para comandantes de compañía”. Al momento del bombardeo, en la zona caía un diluvio que impidió a los comandos de las Fuerzas Especiales descender y llegar hasta su objetivo, que no era más que el jefe de las disidencias.
Cuando por fin pudieron arribar al sitio, encontraron rastros de sangre que dejaban ver que se habrían llevado varios cuerpos, entre ellos el de su comandante. Y es que Iván Mordisco no era un criminal fácil de ubicar. Desde 2019 venía evadiendo los ataques, como lo reveló el general Luis Fernando Navarro, en ese entonces comandante de las Fuerzas Militares.
“Delinquía entre Guaviare, Caquetá y Meta. Mordisco desarrolla movimientos sobre la selva y se mantuvo en el departamento del Guaviare, pero después da un salto al departamento del Caquetá, donde evadió varias operaciones militares, hasta que el 8 de julio le lanzamos la Operación Júpiter”, explicó el general Navarro. Dicha estrategia fue planeada en los dos últimos meses.
Los mandos y el personal de inteligencia tenían la información detallada de los movimientos de Mordisco. Fuentes humanas, análisis de comunicaciones, recorridos con drones e infiltraciones le dieron al Gobierno los elementos para programar el bombardeo.
“Esta operación, que permite la neutralización de nueve disidentes del frente Primero y de Iván Mordisco, nos permite señalar que cae el último gran cabecilla de las Farc, y se da una estocada final a las disidencias”, dijo el exministro Molano en su momento.
Ahora, la posibilidad de que esté vivo vuelve a rondar.