La historia del muerto que nunca resucitó y que será enterrado por orden de la Alcaldía de Cali

Una pequeña congregación evangélica cuya sede funciona en una vivienda del barrio Puerta del Sol, ubicado en el mítico distrito de Aguablanca en Cali, Valle, se convirtió en el centro de atención de creyentes, incrédulos, se viralizó en redes sociales y atrajo la atención de los medios de comunicación.

Y todo porque una familia migrante venezolana a quien el pasado lunes 10 de diciembre le asesinaron a uno de sus integrantes, decidió por unanimidad mantener el cadáver en casa, velándolo hasta que se cumpla la señal que recibieron varios de ellos en sus sueños: que el fallecido resucitara y se levantara de su ataúd.

Aunque en el fondo la historia parece sacada de los cabellos, con tintes de poca credibilidad, el tema se robó la atención de vecinos y las autoridades municipales porque podría convertirse en un problema de salud pública.

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En efecto, este jueves 20 de diciembre el cuerpo sin vida ya completa nueve días metido en un féretro, en la sala de una casa y en medio de las fuertes temperaturas de la capital caleña. Es decir, el cadáver lleva 216 horas sin ser inhumado y pese a ello el cuerpo aún no se ha descompuesto.

Irónicamente, el hecho de que aún no aparezcan los problemas naturales de la descomposición, sirvió de insumo para los crédulos de la famosa historia de la resurrección.

“Lo normal es que un cadáver arreglado aguante máximo 48 horas para empezar a mostrar señales de descomposición. Lo que dice este caso en particular, es que el cuerpo tuvo un buen procedimiento de embalsamado en la funeraria, para ser enterrado”, explicó un médico legista de Medicina Legal que pidió omitir su nombre por no estar autorizado para dar declaraciones ante los medios.

No obstante, este mismo jueves el secretario de Salud de Cali, Nelson Sinisterra informó en una rueda de prensa que la entidad que preside expidió una Medida Sanitaria en la que le ordena a la familia del difunto, realizar la respectiva inhumación del cadáver, por razones de salubridad pública.

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El funcionario aclaró que si bien el cuerpo sin vida aún permanece sin señales evidentes de descomposición, “las condiciones en la que se encuentra no cumplen con los protocolos de conservación de cadáveres y se convierte en un potencial riesgo para la salud de la comunidad”, explicó a SEMANA tras advertir que la medida se hará efectiva este jueves 20 de diciembre a las 3:00 pm, “pero antes intentaremos nuevamente concertar con la familia para que lo entierren de manera voluntaria”.

¿Quién es César Alexis?

César Alexis Blanco López era un joven migrante venezolano de 20 años de edad que llegó a Cali en 2016 y se instaló en el barrio Puerta del Sol, al oriente de la ciudad.

Precisamente en ese popular sector fue asesinado por otro joven que le disparó en varias oportunidades al mediodía del pasado lunes 10 de diciembre.

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“Ese día terminó de almorzar y salió a la tienda a comprar un refresco y justo en la esquina otro joven, al parecer desquiciado, lo mató”, explicó Julio Blanco, padre de César Alexis, tras insistir que la investigación del caso la harán las propias autoridades.

César Alexis era el tercero de cuatro hijos que tiene la pareja venezolana que vivía en la pequeña ciudad de San Rafael de Revenga, del estado de Aragua en el vecino país. Recuerdan que allí llevaban una vida humilde, pero cómoda y mientras el padre trabajaba como vigilante en una clínica, la madre atendía el hogar.

En Venezuela César Alexis cursó hasta décimo grado de bachillerato y aquí en Colombia intentaba obtener un cupo en alguno de los cursos que ofrece el Sena. “Él soñaba con ser ingeniero o hacer alguna actividad que le permitiera crear, desarrollar sus ideas”, recordó don Julio.

Aunque don Julio no se escuda en la crisis política que padece su país para explicar la razón del porqué migraron hacia Colombia, sí recuerda que esa decisión coincidió con dos hechos, “me quedé sin trabajo y conocimos a una hermana caleña que nos mostró el rumbo”.

Fue así como la familia Blanco – López llegó a la capital del Valle y se conectaron con la congregación evangélica que lidera el pastor Óscar Humberto Conde Moreno.

La iglesia se llama Fundación Cueva de Adulam, Remanente de Fe y según una credencial que exhibe el mismo pastor en su cuenta de Facebook, cuenta con personería jurídica.

Lo llamativo es que esa iglesia por ahora apenas cuenta con 14 feligreses, de los cuales 8 son miembros de la familia Blanco – López que viven en la misma casa y se ganan la vida vendiendo empanadas, arepas y pasteles.

Tanto don Julio como el pastor Conde admiten que hasta el miércoles 12 de diciembre cuando Medicina Legal les entregó el cadáver de César Alexis, para su respectiva inhumación, no tenían pensado conservarlo en la casa, “pero aparecieron las señales que nos decían que él vive; que él no está muerto”, explicó el pastor.

Esa misma retórica expone don Julio, no sin antes reconocer que mantener el cadáver en la sala de su casa ha sido doloroso para sus otros hijos “que aún no aceptan la muerte de su hermano”.

Además, don Julio reconoce que todo el asunto alrededor de la velación de su hijo  se presta para polémicas, pero insiste en que “no les estamos haciendo daño a nadie, el cuerpo aún está en buen estado y cuando llegue el momento de enterrarlo, lo haremos”, argumentó y reclamó por las mentiras que se han dicho, “como que todos los días nosotros le inyectamos formol al cadáver”.

Lo cierto es que la historia del muerto que fue velado durante nueve días a la espera de su resurrección, culminará este jueves a las 3:00 de la tarde, cuando las autoridades hagan cumplir la medida sanitaria de inhumación. Y con el cuerpo de César Alexis se irá a la tumba la verdadera razón del porqué su cadáver aguantó tantos días sin descomponerse. Para algunos, ese misterio sería un milagro.