Emilio Tapia
Emilio Tapia | Foto: ALEJANDRO ACOSTA

Política

El multimillonario contrato en Egipto para el que Emilio Tapia también gestionaba garantías falsas

Juan José Laverde, funcionario de una agencia de seguros, reveló detalles inéditos sobre el alcance del entramado liderado por el opaco empresario costeño. ¿Cuánto dinero se negociaba?

13 de noviembre de 2021

Según la Fiscalía General de la Nación, Juan José Laverde, quien trabajó en Rave Seguros, habría ayudado a gestionar las garantías bancarias falsas para la adjudicación del contrato del Ministerio de las TIC a la UT Centros Poblados. A pesar de haber negado su participación desde el principio, este protagonista del caso de corrupción que indignó al país no dudó en colaborar con la justicia a cambio de beneficios.

Por esto, el miércoles pasado, se conoció que deberá enfrentar el resto del proceso en su contra bajo la medida de casa por cárcel. Todo esto, a cambio de información que resultó útil para las autoridades.

Bajo estas condiciones, en un interrogatorio realizado por la Fiscalía, el indiciado contó su historia con Emilio Tapia, Jorge Molina y demás señalados por el escándalo de corrupción que puso en riesgo la conectividad en las zonas más abandonadas del país.

SEMANA tuvo acceso al testimonio de Laverde, donde narra cómo conoció a Tapia, su rol dentro de la gestión de las garantías falsas y detalles inéditos sobre el alcance del entramado criminal del opaco empresario cordobés: un contrato de recolección de basuras en Egipto por la suma de 58 millones de dólares anuales.

En principio, Laverde explicó que conoció a Tapia en 2018, cuando el empresario se encontraba en busca de la licitación de la vía Las Tablitas, en el departamento de Sucre, por aproximadamente 145.000 millones de pesos. Una mujer llamada Milagros Sarmiento busca a Laverde a nombre del sahagunense para tramitar unas pólizas necesarias para presentarse a la oferta, las cuales no pudo conseguir de otra manera.

“Llego a Barranquilla y me llevaron al batallón donde él estaba, vivía ahí muy cómodo con empleadas de servicio, uno no se registraba al ingreso”, narró el corredor de seguros a la Fiscalía.

En ese momento, Tapia aseguró que el contrato era de él, que no lo había conseguido por no poder sacar las pólizas. Su seguridad venía, según Laverde, de su cercanía a un exgobernador de Sucre, a quien apodan ‘El Orejón’. Antes de dar con el corredor, Sarmiento buscó a Jorge Molina, contratista y a quien también se le atribuye el trámite de garantías.

Después, Laverde sacó una póliza a favor de Jorge Molina, quien aceptó haberle entregado 200 millones a un reconocido político del departamento. El siguiente pedido de Tapia y Molina, en 2019, fue preguntándole a Laverde si tenía forma de gestionar una póliza en El Cairo, capital de Egipto, por un contrato que lograron de forma que no especificó.

Luego en una fecha que aparece en mi chat, en el 2019, me pregunta que si tengo forma de gestionar una póliza en El Cairo, Egipto, porque se ganó un contrato con un socio panameño, Ómar Otálora, de recolección de basuras de 58 millones de dólares anuales durante diez años”, reveló Laverde.

Fragmento del documento de indagatoria de Juan José Laverde.
Fragmento del documento de indagatoria de Juan José Laverde. | Foto: SEMANA

El intento fallido de convencer a las autoridades egipcias

Según Laverde, los empresarios necesitaban garantías bancarias en Egipto y el corredor de seguros recordó que Molina tenía un lote cercano a Pozos Colorados, en Santa Marta. Este, que supuestamente se encontraba avaluado en 400 mil millones de pesos, podría servir para conseguir el documento. Además, alardeaba de costosas propiedades en zonas exclusivas de Bogotá.

“Situación que me hacía pensar, y no era descabellado, que tuviera acceso a cupos de crédito con el Banco Itaú”, añadió el indiciado.

Por eso, sería Molina quien tramitaría gestionando las garantías del contrato en Egipto. “Se crea un grupo en WhatsApp con el hijo de Ómar Otálora, quien tiene el mismo nombre, y se hace la gestión durante más o menos un año, donde Jorge tramita documentos que los envían para que Jorge Otálora los presente en Egipto”, contó.

 Emilio Tapia fue el cerebro de la operación. Antes de ser capturado, le hizo llegar una comunicación a la Fiscalía en la que manifestó que estaba dispuesto a colaborar con la justicia.
Ahora, se conoce que Tapia también quería gestionar garantías para ganarse un contrato en Egipto. Foto: Semana | Foto: guillermo torres - semana

A pesar de los esfuerzos de lograr convencer a las autoridades del país africano, estas debían avalar las garantías presentadas por los opacos empresarios colombianos. “Pero en ese trámite hay documentos tan sensibles que tienen información incluso de un banco Citibank de Nueva York, incluso con código swift”, detalló Laverde.

Jorge Molina aseguró que, para ese trámite, se reunión con una mujer llamada Alejandra Villalobos, quien supuestamente era una alta funcionaria del Banco Itaú. La reunión tenía el fin de lograr congelar los recursos para poder presentarlos a un banco egipcio y que estas fueran aceptadas.

“Lo que me parece extraño es que Jorge Molina no contara sobre este trámite de Egipto a la Fiscalía y recuerdo que en una de esas reuniones que tuve con Jorge me dijo que borrara esta información. Hasta donde conozco, esa garantía fue finalmente obtenida por el señor Ómar Otálora con su banco en Panamá”, añadió.

La información de los chats, que Laverde prometió entregar, evidenciaría que esa garantía costaba 1.100 millones de pesos y, para el inicio del trámite, Molina pidió 100 millones de pesos y una transferencia de 20 millones de pesos para un hombre llamado Jhon González Moreno.

“Los soportes se encuentran en el chat porque Emilio me los remitía a mí y yo se los reenviaba a Jorge Molina, porque para ese momento ellos no se conocían”, contó.

En otro aparte, Laverde expresó que, desde que tramitó el cupo de crédito de su contrato en Egipto, Tapia “sabía y era consciente de no haber entregado ningún tipo de información, ni aval en lotes, como se le presumía a sus socios, ni conocía ningún funcionario del banco a título personal o por interpuesta persona, al igual que el trámite de todas las garantías en el contrato del MinTIC”.

Otro detalle que Laverde alcanza a entregar es que se le iba a pagar 30 millones de pesos a Molina como parte de pago de la gestión del cupo en Egipto, pero nunca se confirmaron los fondos.

En el momento, Tapia se encuentra en la cárcel La Picota, que justo era lo que él y su defensa no querían tener que enfrentar. Hasta el momento, el también condenado por corrupción en contratación en Bogotá no ha hablado personalmente sobre el negocio que quiso emprender en el país egipcio.