EL NARCO-JUMBO
Decomisan un 747 de Avianca en Miami con una tonelada de coca.
Sólo eso faltaba: el narco-Jumbo. Después de lo sucedido en diciembre en España con la valija diplomática del gobierno colombiano, la retención en Miami de un Jumbo de carga de la aerolínea Avianca, el HK-2900, con más de una tonelada de cocaína empacada en cajas utilizadas para la exportación de flores, abre una nueva página en la historia del narcotráfico y coloca una vez mas al país en graves problemas de imagen internacional.
Aunque a finales de la semana pasada, cuando se dio a conocer la noticia, no habían trascendido mayores detalles sobre la misma, se había logrado establecer que el cargamento era el tercero más grande en la lucha antidrogas de los Estados Unidos. En efecto, se trataba de la incautación de 1.124 kilogramos de cocaína, cantidad sólo superada por los 1.769 kilos hallados en otro carguero colombiano, de la aerolínea Tampa en marzo del 82, y por los 1.202 kilos encontrados en un jet de la compañía venezolana Viasa en julio pasado. El valor del cargamento del Jumbo alcanza a ser, en precios de la calle, de cerca de 650 millones de dólares,unas seis veces el valor mismo del avión, el primer 747 de la historia en ser involucrado a un caso de narcotráfico.
¿Cuándo y cómo pudo cargarse tal cantidad de coca en un Jumbo? Sobre esto existen tres posibilidades: que la carga haya sido empacada en las instalaciones de la compañía exportadora de flores, que haya sido cargada durante el trayecto de los camiones entre la exportadora y el aeropuerto o que lo haya sido en el propio terminal de carga en Eldorado. Esto último parece lo más probable, según los investigadores colombianos que se han hecho cargo del caso en el país. Ellos revelaron el viernes que cinco de los perros pastor alemán adiestrados para revisar la carga en el aeropuerto, murieron envenenados días antes de que se produjera el envío.
Pero este problema parece casi secundario frente al que se ha presentado con el 741 en Miami. En efecto, el avión ha sido confiscado por término indefinido por las autoridades norteamericanas, específicamente la Aduana, con base en un convenio existente entre Colombia y los Estados Unidos. Para establecer este convenio, en un principio los norteamericanos propusieron que los embargos de barcos y aviones cargados con coca se harían sin que fuera posible la devolución del aparato a sus propietarios. Esta condición no fue aceptada por las autoridades colombianas y por esa razón se logró una fórmula intermedia consistente en que los embargos se prolonguen durante buena parte de la investigación y sean devueltos después de que la compañía propietaria cancele una multa que en este caso puede ascender a más de un millón de dólares.
Esta medida sin embargo parece bastante injusta, si se tiene en cuenta que Avianca no puede encargarse de labores de vigilancia y Aduana respecto a la carga que transporta. "Nosotros no revisamos equipajes ni carga, pues sólo los subimos al avión cuando la Aduana colombiana ya los ha revisado", explicó un vocero de la aerolínea. Cabe en cambio una responsabilidad a la Aduana nacional, que ya se encontraba advertida por el envenenamiento de los perros. Según funcionarios de esta entidad, el uso de las flores para camuflar cocaína se debe a que esta droga, en grandes cantidades, adquiere un olor "de cementerio ", que puede engañar a quienes la revisan.
De cualquier manera, el problema para Avianca es bastante complejo, si además se tiene en cuenta que la aerolínea atraviesa la peor crisis financiera de su historia y se encuentra renegociando su deuda externa. Según las autoridades norteamericanas, se han presentado con éste 34 casos por un total de 2.500 kilos en los cuales aviones de Avianca se han visto involucrados. Para el gobierno nacional, la cuestión también es grave, ya que se trata de la aerolínea bandera de Colombia y el gobierno, de todos modos, se halla comprometido en su rescate económico.