JUDICIAL

El ‘pobre’ campesino que se declaró culpable en EE. UU.

Daniel el ‘Loco’ Barrera, quien por años dijo ser pobre, reconoció lavado de dinero del narcotráfico.

9 de octubre de 2014
| Foto: León Dario Peláez. SEMANA.

Hace pocas semanas la Fiscalía colombiana anunció la extinción del derecho de dominio sobre 581 bienes valorados en 78.000 millones de pesos de propiedad del narcotraficante Daniel el ‘Loco’ Barrera.

Las propiedades ocupadas están en ocho departamentos y entre ellas hay un centro comercial en Villavicencio, así como parte de un hotel y 487 plazas de aparcamiento de vehículos en la misma ciudad. También fueron ocupados nueve casas, 23 fincas, 28 vehículos, cuatro apartamentos, seis establecimientos comerciales, siete sociedades, ocho lotes y varias oficinas, explicó la Policía en un comunicado.

Todo esto en manos de un hombre que una y otra vez alegó no tener un peso y posaba como un campesino que sin mayores recursos. Él y su madre alguna vez dijeron en un medio de comunicación que se trataba una persecución implacable y que las autoridades lo confundían, pues no era el capo del que se hablaba.

Pero las autoridades de Colombia y de Estados Unidos sabían que este hombre era uno de los pocos grandes narcotraficantes que aún quedaban en Colombia. Por eso fue extraditado a Estados Unidos el 9 de julio del 2013.

En un comienzo se declaró inocente de cualquier cargo. Pero hace pocos días y con la carga de la prueba a cuestas, ‘Barrera’ se declaró culpable en una corte de Brooklyn, Nueva York. Allí los fiscales tienen claras evidencias de que Barrera exportaba anualmente cerca de 400 toneladas de cocaína desde 1998.

Barrera estará durante mucho tiempo en la cárcel. Pero seguramente iniciará un proceso de negociación donde quizá entregará hombres y rutas con los que las autoridades colombianas y estadounidenses se anoten varios positivos en su lucha contra las drogas.

Así termina la historia de un hombre que alcanzó a cultivar mucho poder y dinero en el mundo criminal de las drogas, pero que a la luz de las autoridades se hizo pasar como un pobre campesino. Una condición que nadie creyó.