El nuevo ´boom´ del precio del petróleo, una esperanza para Colombia

La escena era dramática. La incertidumbre generada por la pandemia, la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, la profunda caída en el consumo por cuenta de los confinamientos y la sobreoferta de petróleo ocasionaron que los precios del crudo llegaran a mínimos históricos en abril de 2020. Mientras que la referencia Brent alcanzó en un momento a valer 9 dólares por barril, la WTI llegó a cotizar en niveles negativos. Es decir, en algunos casos los productores pagaban para que se llevaran su crudo.

Apenas 17 meses después, la historia es otra. A principios de esta semana, un análisis de Goldman Sachs señaló que los precios del petróleo Brent pueden llegar a final del año a los 90 dólares por barril. Y apenas un día después, la cotización del crudo superó el nivel de los 80 dólares, su mayor valor en los últimos tres años.

Para Goldman Sachs, la recuperación de la demanda global de crudo ha sido mucho más rápida de la esperada. Ni las preocupaciones por el impacto de la variante delta del coronavirus, ni las dificultades que han registrado las cadenas de suministro en las operaciones mundiales, han frenado este impulso.

Recientemente nuevos factores se han sumado a este rally: por un lado, un mayor costo de la energía en Europa, con dificultades en el suministro de gas por las tensiones con Rusia –y un aumento exponencial en su precio– y la proximidad de un invierno que, aseguran, será severo, aumentado la inflación y golpeando la capacidad adquisitiva de los consumidores. Por el otro lado, la dinámica del crecimiento económico que, si bien en algunas regiones se ha ralentizado, en general está por encima de las expectativas de hace unos meses. El miedo también empieza a pasar la cuenta de cobro, por ejemplo, con el temor de que los desabastecimientos de combustible que se están dando en el Reino Unido, por una mano de obra limitada para el transporte de gasolina, se vuelvan críticos.

Pareciera que en el corto plazo se estuviera dando una tormenta perfecta, tanto que, para algunos, las expectativas de Goldman Sachs podrían quedarse cortas. Según un informe de Bloomberg, “los observadores del mercado ven que la demanda excede la oferta por una suma de más de un millón de barriles por día y esperan que cambiar del gas al petróleo debido a los altos precios de la energía exacerbe ese déficit. Bank of America Corp. subrayó esta semana que el crudo podría superar los 100 dólares el barril en algún momento durante el invierno, si hace un frío excepcional”. Incluso, de acuerdo con el mismo informe, algunos negociadores en opciones a futuro estiman que una crisis energética podría llevar el precio a 200 dólares por barril.

¿Cómo nos pega?

Para Colombia, lo que pase con el petróleo es crítico por lo que representa en materia de ingresos, vía utilidades de Ecopetrol, impuestos y regalías. Además es su principal rubro exportador, con una tasa de cambio que en los últimos meses también ha jugado a favor.

Para el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, que el Brent se mantenga en niveles de 79 y 80 dólares por barril en lo que resta de 2021 implica que, en promedio durante todo el año, el precio del petróleo se encontraría alrededor de los 71 dólares. Este comportamiento, en su concepto, se traduciría en mayores ingresos para las empresas del sector, impulsando la inversión, mayores exportaciones y más ingresos de divisas para la nación y las regiones.

De acuerdo con los escenarios planteados por el Ministerio de Hacienda, en el Presupuesto General de Nación de 2022 se usó como supuesto un precio del petróleo Brent de 66 dólares por barril. Tomando como referencia este escenario inicialmente proyectado, los ingresos fiscales aumentarían, manteniendo todos los demás supuestos relevantes constantes (como producción y utilidades), “en 37.000 millones de pesos para 2021 y en 479.000 millones para 2022 por cada dólar en el que aumente el precio del petróleo”, señala el ministro.

Para la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), un escenario en el que el precio, en los últimos meses del año, se mantenga en 80 dólares por barril, representaría unos 2 billones de pesos adicionales en ingresos fiscales. Si la cifra está por debajo, más cercana a los 70 dólares, habría unos recursos adicionales entre medio billón y un billón de pesos. A su vez, en la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) creen que si el promedio anual de 70 dólares se mantiene y se compara con los 43 dólares de 2020, la diferencia estaría asociada a un incremento, de 2020 a 2021, de 8,1 a 9,5 billones de pesos en la renta petrolera y de 6.000 a 7.000 millones de dólares en el valor de las exportaciones.

Por su parte, el Ministerio de Minas considera que la dinámica del precio del petróleo es muy relevante, ya que la valoración de reservas y escenarios de producción se realizaron a un precio menor al actual y al que algunas firmas proyectan para los próximos días. Esto generaría una migración de reservas a escenarios comerciales que traerían mayor inversión, consumo de bienes y más ingresos económicos.

A su vez, Ecopetrol hizo su presupuesto de este año con un valor del crudo de 45 dólares por barril, para desarrollar inversiones entre 3.500 y 4.000 millones de dólares. El aumento en los precios del petróleo le podría representar a la empresa utilidades que serían diez veces mayores a las obtenidas el año pasado. El rango podría estar entre 12 y 14 billones de pesos.

Los desafíos

El sector tiene tres indicadores clave: el precio del crudo –que está al alza–, el valor del dólar, que le ha beneficiado, y la producción. Este última es, sin duda, uno de los pendientes en la ecuación.

Según cálculos de la ACP, este año los paros y bloqueos afectaron la producción que se cayó en 50.000 barriles diarios, en promedio, durante mayo y junio. Esto representa cerca de 1,3 millones de barriles que no se comercializaron.

Los cálculos iniciales del Gobierno ubicaron la producción en 777.000 barriles al día para este año. Sin embargo, de acuerdo con la ACP, el promedio al final de 2021 llevaría la producción entre 740.000 y 750.000 barriles. Cifra con la que coincide el mismo Ministerio de Hacienda y que reconoce como el nivel más bajo en diez años. Sin embargo, en estos nuevos escenarios la posibilidad de alcanzar los 800.000 barriles diarios de producción se amplía.

En materia de inversión, según Campetrol, el sector cosechó durante 2020 eficiencias operacionales que permitieron disminuir los costos de producción en promedio hasta un rango de 30 a 35 dólares por barril, por lo cual, con el escenario de precios observado en lo corrido del año, superior a los 70 dólares, “se ha generado la caja suficiente para incrementar los planes de inversión en 2022”.

Aunque los mejores precios son un imán para la atracción de recursos, no es una decisión inmediata y la industria no reacciona tan rápidamente. Toma tiempo y en muchos casos hay que esperar licenciamientos ambientales y sociales. La ACP, para este año, estimó inversiones cercanas a 3.100 millones de dólares. Sin embargo, sus cálculos advierten que, en el mejor de los casos, la ejecución llegaría al 70 por ciento.

Y finalmente, uno de los temas más sensibles está relacionado con el precio de los combustibles. Como explica Campetrol, en Colombia, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) tiene la función de atenuar en el mercado interno, el impacto de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en los mercados internacionales. Por eso, los aumentos en las cotizaciones no se han reflejado directamente en los precios de la gasolina en el interior del país.

“Si este mecanismo no existiera, a lo largo del mes de septiembre los consumidores hubiesen tenido que pagar por el combustible un valor promedio de 3.000 pesos adicionales por galón de gasolina y unos 3.600 más por galón de diésel. Esto debido a que nuestro precio nacional no ha aumentado en la misma proporción que los precios internacionales de refinados, los cuales sí se ajustan de forma ágil a las situaciones del precio internacional del crudo, de su oferta y de su demanda”, explica el Ministerio de Minas y Energía. La operación del FEPC hoy representa aproximadamente cerca de unos 850.000 millones de pesos al mes para efectos de estabilizar el precio del combustible que se distribuye en Colombia, de acuerdo con cifras del MinMinas.

“Como resultado de la falta de ahorro, el costo fiscal no podría continuar siendo sostenible en el mediano y largo plazo, y el FEPC podría tener un déficit en el presente año. En efecto, de acuerdo con Corficolombiana, este podría alcanzar los 7,6 millones de pesos en 2021 y los 5,7 billones para 2022, equivalente a casi más de la mitad del recaudo total por cuenta de la actual reforma tributaria para 2023”, advierte Campetrol. Una cuenta por pagar que está pendiente.