POLÍTICA
El Partido Liberal: los que no se quieren ir con Gustavo Petro
La disidencia de Luis Fernando Velasco no tendrá mayor impacto en el Partido Liberal. Las mayorías están con César Gaviria y no quieren entregarle el movimiento a Gustavo Petro.
Los cuestionamientos del senador Luis Fernando Velasco contra las directivas del Partido Liberal dejaron en evidencia las divisiones en la colectividad, que no son nuevas. Mientras el congresista payanés anunciaba su precandidatura presidencial en Cali, acompañado de Gustavo Petro, el grueso de las juventudes liberales pedían en Bogotá la precandidatura de Alejandro Gaviria, apoyados por el expresidente César Gaviria, y con una consigna en contra del uribismo y el petrismo.
Los dos eventos fueron el mismo día y dejaron en claro el malestar de Velasco. Sin embargo, dicha molestia promete no tener mayor impacto en un partido cuyas mayorías no comparten las movidas del senador ni su idea de armar rancho aparte buscando el desprestigio de un movimiento que lo apoyó en el pasado. El expresidente César Gaviria ha preferido no responder las críticas de Velasco.
Cuando le informaron sobre esos señalamientos, solo preguntó: “¿Quién? ¿Chuspas?”. Así conocen al senador en Popayán. Gaviria tampoco se refirió en su momento a la salida del exministro Juan Fernando Cristo. No habrá un comunicado oficial, ni un rechazo frontal a Velasco. En cambio, sí esperan que el caucano renuncie a la colectividad. Hay voces internas que no descartan pedirle al Comité de Ética, integrado por diez figuras, entre ellas exmagistrados de las altas cortes, decidir su suerte. En el partido hay molestia porque Velasco, aún en el Partido Liberal, no solo denigró del movimiento, sino que terminó sentado con Gustavo Petro en una plaza pública.
Y es que el petrismo no es la opción presidencial más cercana para la mayoría de los liberales. El grueso acompaña al expresidente César Gaviria en la intención de rodear el nombre de Alejandro Gaviria, quien después de agosto oficializará su precandidatura. En el liberalismo buscan a un precandidato de centro porque no se consideran de izquierda ni de derecha, y por eso buscan apartarse de lo que les huela a Uribe o Petro, pese a que en 2018 respaldaron la candidatura de Iván Duque. Incluso, tampoco los entusiasma la aspiración de Sergio Fajardo.
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En el liberalismo hay dos bandos. Uno congregado alrededor de César Gaviria, con 11 de 14 senadores, y la mayoría de los 35 representantes a la Cámara. Del otro, tres dirigentes rebeldes: los senadores Luis Fernando Velasco, Guillermo García Realpe y Andrés Cristo, hermano del exministro Juan Fernando Cristo, hoy precandidato presidencial en la Coalición de la Esperanza. Los tres se han ido quedando solos en el movimiento. Velasco, por ejemplo, ya no tiene delegados y no puede hacer exigencias. Por ese motivo, lo más probable es que los tres terminen por fuera del Partido Liberal. En el caso de Velasco, siempre ha sido cercano al Pacto Histórico y, si no repite curul en el Senado, buscaría alguna dignidad ministerial en caso de que Petro gane las elecciones.
En el liberalismo tienen claro que él no tiene mayor futuro político en 2022. Mientras que en 2018 obtuvo 74.265 votos, en esta oportunidad su caudal podría reducirse porque no tiene un candidato a la Cámara que le sume. Las cuentas internas de los liberales indican que se necesitarán más de 80.000 votos para renovar la curul en el nuevo año. Además, Velasco, cercano al santismo y hoy en oposición al Gobierno Duque, pateó la lonchera. Desde hace cuatro meses, en un congreso nacional, el expresidente Gaviria se quedó con la potestad de organizar las listas a Cámara y Senado, y difícilmente le va a dar un aval.
Si Velasco, Realpe y Cristo se declaran en disidencia, el partido podría, en principio, perder 206.000 votos frente a casi dos millones que obtuvo en 2018. Por esto, ya están mirando cómo recuperan y aumentan la votación el próximo año. Entre otras opciones, están a la espera de la llegada de Karina Espinosa, hermana del gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa.
En definitiva, el distanciamiento de Velasco, García y Cristo no tendrá mayor repercusión y es una pelea de tigre con burro amarrado porque César Gaviria sigue mandando la parada y tiene las mayorías del Partido Liberal.