MEDIO AMBIENTE

El pez león sigue en la mira

¿Qué ha pasado desde que el presidente Santos anunció una recompensa por este depredador?

28 de agosto de 2012

Luego de que el país se enterara de la presencia en las aguas del caribe de este hermoso pero peligroso pez la lucha para controlarlo empieza a tomar forma.
 
La particular batalla contra este animal fue anunciada por el presidente Juan Manuel Santos en la rendición de cuentas del Ministerio de Ambiente que tuvo lugar en Santa Marta. Allí el primer mandatario anunció que le iban a ofrecer a los pescadores que lograran capturarlo una recompensa, al mejor estilo de los peores criminales.

Han pasado tres semanas desde que Santos hizo ese anuncio. El ministerio de Ambiente acaba de poner en marcha un ambicioso plan hasta 2014 para hacer realidad el final del pez león. “El Caribe Colombiano enfrenta la llegada del Pez León, Pterois volitans, que poco a poco ha ido invadiendo el mar”, dice el documento de esa entidad.

¿Por qué es tan letal?

Las autoridades ambientales consideran al pez león como “una de las mayores amenazas para las especies que habitan en el Caribe”. A este le atribuyen la matanza de decenas de especies marinas y la transmisión de múltiples enfermedades que afectan tanto a la fauna como a los seres humanos.

Lo que hace voraz a este pez es su apetitito sin fin. El Instituto Humboldt lo llama “el devorador del caribe” pues puede comerse docenas de peces en una sola noche. Incluso especies que miden dos terceras partes de su tamaño.
 
Como llegó para quedarse en los ecosistemas coralinos, que son la “guardería” donde se reproducen y crecen muchos animales, ese apetito puede crear una tragedia ecológica.

El pez león es realmente una especie tan bella como exótica. Tiene un aspecto de cebra combinando perfectamente dos colores en su piel. Y exhibe a su paso múltiples extremidades.
 
Sin embargo, en esas aletas tiene espinas venenosas que matan muchos animales y que en los seres humanos provocan efectos cardiovasculares y producen dolores extremos y parálisis. Entonces tiene en jaque no solo a sus vecinos marinos sino a los seres humanos.

Por esta razón las autoridades ambientales instalaron un plan de monitoreo que le seguirá el rastro a este pez. También se creó una especie de sistema de alertas tempranas. Se promoverán investigaciones y campañas de divulgación sobre el tema. Hasta se creará una página web del famoso pez.

El tema de la recompensa, que anunció el presidente, no ha sido tratado por las entidades ambientales pues están a la espera de un decreto que autorice esa medida.


¿Cómo llegó al país?

Este temible pez es originario de Indonesia, Malasia, Australia y Nueva Zelanda. Entonces ¿cómo pudo hacer semejante viaje transoceánico e instalarse en el caribe colombiano?

Hay varias teorías al respecto pero la más aceptada es que en 1992, tras el paso del huracán Andrew por La Florida seis peces de esta especie escaparon de sus acuarios caseros y emigraron hacia las Antillas. Desde allí, llegaron por corrientes al resto de islas y costas del Atlántico, donde se reprodujeron pues no tiene un depredador natural.

Hoy hay reportes de su presencia en Florida, México, Puerto Rico, Cuba, Islas Caimán y recientemente en Colombia, principalmente en Taganga, el parque Tayrona, las Islas del Rosario y San Andrés y Providencia.